28 de septiembre de 2015, una fecha más para la inmensa mayoría de nosotros y un día que marcaría la vida de una persona tan querida y reconocida en el mundo del cine como Jim Carrey. El protagonista de La Máscara o Como Dios, entre otras películas, perdía en esa desgraciada fecha a su exnovia, Cathriona White, que se quitaba la vida dejando una nota al actor en la que se lamentaba de su separación, ocurrida 3 días antes.
Como siempre pasa cuando se habla de celebrities, hay varias versiones de una misma historia. Una, recogida en los apuntes de las sesiones de psicoterapia de Cathriona White desvelan como él supuestamente le contagió una enfermedad de transmisión sexual, que le tenía miedo y que llevaba años en una tormentosa relación con el actor, no dormía ni comía, además de varios episodios de vómitos y ansiedad. Estas afirmaciones fueron utilizadas por la familia de White, especialmente la madre, para denunciar a Jim Carrey, causándole de ser el principal culpable del suicidio de su hija.
Por otra parte, Carrey, siempre defendió que fueron «una pareja llena de amor» y que estaba «absolutamente devastado» por el suicidio de su pareja de 30 años, desmintiendo todas las acusaciones y declarando, por parte de su abogado, que, aunque sintió la denuncia como un golpe bajo desvergonzado al disponer de documentos que demostrarían que las acusaciones eran falsas y solo buscaban una compensación económica, también entendía que una madre que ha perdido a su hija necesite a alguien a quien culpar.
El actor después de la muerte de su novia permaneció durante tiempo en las sombras, guardando silencio y pasando la época más oscura y triste de su carrera y su vida; una profunda depresión de la que ha salido en 2017 vencedor y que ahora explica sin vergüenza.
A mediados de noviembre reconocía por primera vez estar bien, haber superado la batalla contra la depresión que nunca escondió, pero de la que si pidió respeto y compresión. Por suerte, afirma que está en una etapa en la que «cuando viene la tormenta, la lluvia ya no se queda mucho tiempo, ya no me ahoga más; a veces me siento feliz”.
Gracias a los tratamientos para superar la depresión, afirma que ha cambiado su modo de ver la vida e incluso el trabajo. Confirma que ya no está en el negocio y «no importa lo que vaya a pensar de mi la gente después de que me muera, todo lo que quiero es que la gente piense en mí como un hombre con buena energía«.
«Estoy perfectamente bien con todo lo que ha pasado, en la vida y en el arte. Incluso con la horrible situación que ustedes ya conocen«, afirmaba Carrey en noviembre.