Las relaciones interpersonales son una parte fundamental de la vida. Da igual si se trata de tus amigos, tu familia o tu pareja, en tu día a día te relacionas constantemente con otras personas y, la mayor parte del tiempo, lo haces mediante la comunicación. Cualquier relación sana que se precie se construirá utilizando la comunicación como base porque, seamos sinceros, la falta de comunicación es uno de los peores venenos para las relaciones.
Estos son los cuatro jinetes del Apocalipsis en una pareja según Gottman

Sin embargo, no toda la comunicación es buena. El investigador John Gottman, junto con la psicóloga Julie Gottman, su esposa, han dedicado gran parte de su vida a estudiar las relaciones de pareja. John Gottman ha estudiado ampliamente las características de las relaciones de pareja para dar con cuatro predictores del divorcio que se conocen como «Los cuatro jinetes del Apocalipsis de Gottman». Estos cuatro jinetes envenenan las relaciones a través de la comunicación, hasta el punto de que su presencia habitual causa el divorcio en la gran mayoría de los casos.
Si tu relación está pasando por un mal momento y temes que los problemas puedan acabar con ella, pero no sabes cómo hacerles frente, en Siquia podemos ayudarte con nuestra terapia de pareja.

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Pedir citaLos cuatro jinetes del Apocalipsis de Gottman: estos son los peores problemas en una pareja
No solo la violencia física es capaz de dañar a tu pareja, aunque sí es la situación más grave que puede darse en una relación. Por medio de tus palabras, puedes provocar heridas profundas y difíciles de curar en aquella persona que elegiste como compañera de vida. Es más, una mala comunicación tiene el poder de desgastar la confianza y el cariño hasta el punto de no retorno y si no le pones freno puedes acabar enfrentándote a un divorcio.
Para Gottman, los cuatro jinetes del Apocalipsis en las relaciones son la crítica, el desprecio, la actitud defensiva y la actitud evasiva.

- La crítica
Todas las relaciones sufren malentendidos, es algo completamente normal: cuando haces algo, actúas en base a tu propios sentimientos y pensamientos y, en muchas ocasiones, ni siquiera piensas en cómo podrían afectar tus actos a las personas a las que quieres.
Puede que ante los malentendidos tu pareja y tú recurráis a la crítica, pero es un grave error. Recalcar los defectos de tu pareja en cada discusión le hará sentir inseguro e incluso puede hacerle creer que ya no le quieres.
Eso no significa que, ante algo que te haya molestado, debas quedarte callado. En su lugar, trata de poner el foco de tus palabras en el problema real, en ese acto que te ha molestado. No digas «siempre ensucias la cocina porque eres un desconsiderado y no te importa el trabajo que hago al limpiarlo» y prueba a decir en su lugar «tener que limpiar la cocina de nuevo me supone un gran esfuerzo y me quita un tiempo muy valioso. Por favor, trata de limpiar tú mismo lo que ensucias».
- El desprecio
Numerosos estudios sitúan el desprecio como una de las mayores causas de divorcios y rupturas. No es de extrañar, porque el desprecio es una muestra de falta de cariño que pone al otro en posición de inferioridad.
El desprecio puede expresarse de muchas maneras, ya sea menospreciando al otro directamente o haciéndolo mediante la ironía o los gestos de desagrado.
Al igual que en el caso anterior, la solución pasa por invocar a la tranquilidad y expresar lo que te molesta de forma sosegada, sin hacer que el otro se sienta atacado.
- La actitud defensiva
Cuando tu pareja te dice algo que le molesta, quizás algo que te cuesta entender, puede que tu primer impulso sea ponerte a la defensiva ante aquello que intuyes como un ataque.
Sin embargo, ponerse a la defensiva no solucionará nada: tan solo avivará la llama de la discusión y hará sentir al otro que no te molestas en comprender lo que siente, aumentando la distancia entre los dos.
En lugar de justificarte o responderle recordando las cosas que hace mal, escucha atentamente lo que te dice y asume la culpa, pidiéndole perdón por haberle hecho sentir mal. Hazle saber mediante palabras que entiendes a lo que se refiere y pregúntale cómo podrías hacerlo la próxima vez para evitar que se sienta mal.
- La actitud evasiva
Frente a la actitud defensiva, encontramos la actitud evasiva: aquella que pones en marcha cuando tratas de huir del conflicto sin haber solucionado el problema.
Lo que tu pareja puede llegar a ver como una forma de ignorarla, en realidad es la respuesta de tu cuerpo ante las grandes cantidades de estrés que te está generando la discusión. Ante el peligro, tu cuerpo se prepara para huir e incluso puedes llegar a sufrir un ataque de ansiedad.
Aunque sin duda es una situación desagradable, no puedes dejar a tu pareja con la palabra en la boca: trata de explicarle cómo te sientes, para que pueda detener la discusión. Después, intenta relajarte.
Si por mucho que lo intentéis no lográis mejorar la comunicación, nuestros psicólogos pueden ayudaros a solucionar vuestros problemas de pareja.
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