La actual pandemia por COVID-19, no afecta únicamente a los que enferman, ya que también deja graves consecuencias en aquellos que han visto cómo sus vidas han cambiado radicalmente en los últimos meses. La pérdida del trabajo, estar en situación de ERTE, el teletrabajo, la pérdida de un ser querido, incertidumbre, ansiedad, tristeza o aburrimiento son consecuencias colaterales de esta situación y pueden llevar a manifestar síntomas depresivos, reacciones de duelo complicadas o propensión a desarrollar comportamientos adictivos.
La salud mental se ha vuelto en los últimos meses más importante que nunca, y uno de los colectivos profesionales que ha despertado mayor interés en el mercado laboral son los expertos en atención psicológica, siendo la opción más aconsejada para formarse en este ámbito la de realizar un Máster en Psicología Sanitaria, y entre las universidades que imparten este máster, destacamos a la Universidad de Isabel I.
El máster en psicología general sanitaria proporciona unos conocimientos y competencias esenciales para evaluar e intervenir sobre aquellos aspectos del comportamiento y actividad de las personas. El profesional de esta disciplina ostenta la consideración de profesional sanitario, pudiendo realizar investigaciones, evaluaciones o intervenciones psicológicas sobre cualquier comportamiento relacionado con la salud. Se trata del profesional de la psicología que se encuentra en primera línea analizando y estudiando en profundidad la naturaleza psicológica del comportamiento del paciente y en caso de ser necesario, sería también el encargado de derivarlo al especialista correspondiente. Haciendo un símil, sería como el médico de cabecera.

Entre las diferentes capacitaciones de un psicólogo que ha estudiado el Máster en Psicología General Sanitaria, destacan las más habituales entre la población: ayuda en la gestión y mejora de las dificultades de toma de decisiones, de gestión del cambio, de resolución de conflictos y problemas, de dependencia emocional, de asertividad, autoestima y de gestión de las emociones.
Sintetizando, podríamos decir que para mejorar cualquier tipo de malestar, dificultad o problema psicosocial que afecta a la vida familiar, a las relaciones sociales y sentimentales, a la práctica laboral o al bienestar emocional general, se debería recurrir al psicólogo general sanitario. De esta manera podremos encontrar el asesoramiento y acompañamiento guiado que se precise en cada momento.