
La lista, con más de 55.000 lesiones, enfermedades y causas de muerte que han incorporado a lo largo de los últimos 10 años, es una base sobre la que tantos expertos como la propia OMS trabajan para conocer y actuar sobre las tendencias en salud.
La última versión de la lista, conocida como ICD-11 y completamente electrónica por primera vez, define la adicción a los juegos digitales y de vídeo como un trastorno de «gravedad suficiente como para producir un deterioro significativo en áreas personales, familiares, sociales, educativas, ocupacionales u otras áreas importantes de funcionamiento”.
Algunos de los síntomas que recoge el documento son:
- Control deficiente sobre aspectos clave del juego, como la frecuencia, la intensidad y la duración de las partidas (jugar sin control).
- Priorizar el uso de videojuegos sobre cualquier otra actividad o intereses.
- Grado creciente de adicción a pesar del conocimiento por parte del usuario de sus consecuencias negativas.
El borrador establece que la práctica debe de ser evidente durante, al menos, 12 meses; aunque permite el diagnostico en personas que hayan jugado menos tiempo cuando se encuentren consecuencias graves.
Los expertos aseguran que las adicciones a las tecnologías como el uso abusivo de las redes sociales o del teléfono móvil son cada vez más frecuentes en los centros psicológicos y puede ser también objeto de estudio como trastorno en un futuro. No es raro escuchar sobre la adicción a los dispositivos, tema en el que te podemos ayudar en Siquia.
La adicción a los videojuegos, una decisión polémica
La decisión ha despertado cierta controversia y no son pocos los profesionales que han mostrado su desacuerdo. «Es un poco prematuro etiquetar esto como un diagnóstico«, dice Anthony Bean, psicólogo y director ejecutivo de The Telos Project, una clínica de salud de Texas.
«Soy clínico e investigador, así que veo personas que juegan a videojuegos y creen que están en la línea de los adictos». Bean apunta que estos usuarios usan los videojuegos «más como un mecanismo de defensa para la ansiedad o la depresión«. El psicólogo considera los criterios utilizados por la OMS para definir el trastorno de juego en el ICD «demasiado amplios».
Gregory Hartl, Jefe de Relaciones Públicas de la OMS, ha señalado en ‘CNN’ que la nueva incorporación del trastorno por videojuegos «incluye solo una descripción clínica y no opciones de prevención y tratamiento«.
El profesor de psicología Chris Ferguson ha criticado que muchos investigadores están comparando la adicción al juego con la adicción a la heroína o la cocaína, lo cual es un error. «Hay muchos mitos, como que los videojuegos involucran a la ‘dopamina’ y a regiones cerebrales similares al abuso de sustancias», apunta el doctor.
«Hay un núcleo de verdad en eso, pero solo en la medida en que cualquier actividad placentera humana active estas regiones. Cómo los involucra el videojuego es más similar a otras actividades divertidas como comer chocolate, tener relaciones sexuales, obtener una buena calificación, etc., no a la heroína o cocaína».
El lobby del videojuego considera su afición sana y por eso se ha puesto también en pie de guerra ante esta decisión, dice, carente de evidencias científicas.
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