Las constelaciones familiares son una magnífica herramienta terapéutica grupal orientada a la mejora del sistema familiar liberando el inconsciente y asimismo ordenando el sistema familiar. Le debemos a Bert Helllinger, la introducción de dicha técnica, donde un grupo de personas desconocidas realiza una escenificación teatral sistémica emocional, de una problemática o conflicto, situación o síntoma.
La sanación se culmina, gracias al grupo de personas que interpreta a los diferentes miembros de la familia, de tal forma que la persona que constela puede apreciar los desajustes sistémicos que dan respuesta a su pregunta o solución a la problemática, ordenando el sistema y devolviéndole su orden natural.
Por lo tanto, a través de las constelaciones familiares se consigue acceder al inconsciente y los participantes comienzan a sentir y a escenificar el conflicto a través de la comunicación no verbal. El constelador, guía la constelación, para que así permitir el acceso a la energía de sanación y que así se pueda mostrar el conflicto y solucionar a través de los protocolos de sanación y a través de la toma de consciencia que tiene lugar gracias a la constelación.
Las emociones como eje del problema… y de la solución
A nivel sistémico, nos afectan de 5 a 6 generaciones atrás, cayendo nuestros sistemas sobre cada uno de nosotros. De forma inconsciente, arrastramos con todas aquellas situaciones o conflictos que no fueron resueltos en el pasado. A través de emociones normalmente negativas, se empatiza o fideliza con los ancestros y las situaciones del pasado no dejando a dicha persona del sistema ir hacia su vida y poder vivir plenamente debido a la carga ancestral. Dicha fidelidad o empatía se hace por amor.
Las constelaciones familiares permiten que se liberen los conflictos tomando consciencia de lo que está ocurrido o su origen en el pasado. Además, a través de dicha herramienta, se vuelven a colocar los roles sistémicos, que tan importante son y se restablecen los órdenes del amor, donde los mayores nutren y cuidan de los pequeños y no viceversa como en muchas sistemas ocurre.
En numerosas ocasiones es suficiente una constelación para solucionar el conflicto, pero en algunas otras, aporta un mapa para seguir trabajando emocionalmente en el conflicto y que así se pueda resolver, dependiendo de casa situación, de cada sistema y de cada problemática.
¿Cuándo utilizar esta herramienta?
Es conveniente utilizar ésta herramienta especialmente cuando hay un conflicto que está alternado a la persona en su vida cotidiana en algún nivel. El conflicto puede estar en alguno de los ámbitos de su vida, como puede ser a nivel físico, emocional, relacional, familiar o profesional.
Es aconsejable utilizar ésta herramienta como potenciador, paralelamente a un proceso personal dado que acelera mucho la sanación. Por otro lado, es ideal para tomar consciencia y solucionar alguna problemática en particular y no se desea iniciar un proceso terapéutico continuado. Se recomienda también especialmente cuando hay menores implicados, dado que es una herramienta a través de la cual les llega la sanación del sistema sin haber acudido a ningún profesional.
Las constelaciones familiares, ¿sirven para todo?
Realmente se puede constelar todo, excepto a personas que no han dado su consentimiento para ser consteladas, dado que sería una intromisión en su vida privada y los niños siempre que sean mayores de 18 años, no estando por lo tanto baja la tutela de un adulto.
Se puede constelar:
- Enfermedades tanto físicas como psicológicas.
- Síntomas físicos o psicológicos.
- Hijos, siempre que sean menores y estén bajo la tutela de la persona que constela.
- Temas abstractos, como puede ser la abundancia, la economía, la creatividad, la sexualidad, la espiritualidad, la alimentación, la maternidad, etc.
- Arquetipos o patrones de conducta estables en el tiempo, como son el niño interior, la víctima o verdugo, el mártir o el vagabundo.
- Todo tipo de relaciones, bien sean con una madre, padre, hermano, pareja o bien la relación con un jefe,…
- También se pueden constelar proyectos, empresas, decisiones importantes, un cambio de colegio o un cambio de casa…
- Se pueden constelar a las mascotas o animales de compañía, sus enfermedades o síntomas.
- Temas más concretos, como accidentes de coche, golpes de todo tipo,…
Las constelaciones, por lo tanto, nos ayudan a afrontar los síntomas, conflictos o desajustes que estén interfiriendo nuestra felicidad y por supuesto en la de nuestros hijos.
¿Alguna duda más? ¿Quieres probar esta técnica? Deja tus datos en nuestro consultorio o contacta directamente con Marta Cela.
Sobre la autora de este artículo
Marta Cela es psicóloga en Madrid.Licenciada en Psicología por la Universidad de Comillas y especialista en atención infanto juvenil. Se ha formado en psicología junguiana, terapia sistémica, terapia regresiva, constelaciones familiares, educación transpersonal, chakras, etcétera. Puedes contactar con ella para más información o para concertar una visita.