Laura Fuster es joven, es valenciana y una gran profesional de la psicología. Licenciada por la Universidad de Valencia, continuó su formación con un Máster en Avances en Psicopatologías y Salud en la misma universidad y un Máster en Psicología Clínica en el Centro de Terapia de Conducta de Valencia. La ansiedad, la depresión, el estrés y los trastornos compulsivos son algunos de sus ámbitos de especialización aunque, de todos modos, su formación continua la lleva a adaptarse a cualquier tipo de patología que llegue a su consulta.

¿A quiénes están orientados tus servicios?

Fundamentalmente a todas las personas que estén pasando un mal momento personal o sientan malestar y no sepan cómo solucionarlo. También encontramos que personas que se sienten bien recurren a nosotros para alcanzar alguna meta o propósito.


¿Cuáles son los problemas más frecuentes con los que te encuentras en tus pacientes? ¿Hay alguna pauta común que les puedes dar para orientarlos en su resolución?

Los problemas más frecuentes que vemos en consulta son los derivados de la ansiedad y la depresión. Junto a ellos estamos recibiendo también personas con enfado y celos patológicos. Como pauta común, decir que solemos trabajar con pensamientos, ya que son determinantes en la manera en la que nos enfrentamos a los problemas. Para empezar a solucionar un problema emocional tenemos que identificar ese pensamiento y la emoción que nos aporta.

¿Qué tipo de terapia aplicas? ¿Nos podrías describir cómo es una primera sesión?

Trabajo con terapia cognitivo-conductual, lo cual quiere decir que trataremos pensamientos y acciones. La primera sesión sirve como toma de contacto entre el terapeuta y el cliente. En ella, la persona nos expondrá el problema que le preocupa y el psicólogo, mediante preguntas, se hace una idea general de esta cuestión. Depués damos toda la información sobre qué es un psicólogo, el tipo de terapia que aplicamos y en qué consiste, frecuencia de sesiones, precio, duración etc. Por tanto, el psicólogo se hará una idea del problema y el cliente tendrá claro la manera de proceder en las siguientes sesiones.

¿Cuáles son  los pasos previos al diagnóstico?

Antes de establecer un diagnóstico es muy importante que los psicólogos hagamos las sesiones llamadas de “evaluación”. Consisten en sesiones (el número varía en función del problema) en las que se formularán una serie de preguntas al cliente para conocer perfectamente el problema y, de este modo, formular un diagnóstico y diseñar un programa terapéutico.

Personalmente, no suelo trabajar con “diagnósticos” ya que pensamos que todas las personas a lo largo de su vida se encuentran con obstáculos, por lo tanto entendemos la terapia como un proceso muy normal. Solemos poner como ejemplo que, yo como psicóloga seré como una entrenadora y enseñaré unas herramientas y estrategias para “desaprender” ciertas conductas que aprendimos porque en algún momento nos funcionaron pero que ahora parece que nos están molestando.

En ocasiones, son los propios familiares de los pacientes los primeros que se interesan en la búsqueda del profesional para ayudar a su allegado. ¿Cómo se abordan estas situaciones cuando el paciente no es el convencido de acudir a un terapeuta?

En este caso se valorará la situación con los familiares. De este modo, podrán contar con una visión externa del problema y daremos consejos sobre como manejar la situación lo mejor posible. Siempre recomendaremos que la persona con el problema acuda a terapia y trabajaremos cómo hacer para motivarla.

¿Qué ventajas consideras que aporta la terapia online al paciente?

Sobre todo, el evitar los desplazamientos cuándo muchas veces nos vemos limitados por los horarios de trabajo. Puedes asistir a terapia con la comodidad de encontrarte en tu casa, por lo que el cliente puede considerar que es un ambiente más familiar para él y relajado.

¿A través de qué métodos asesoras y atiendes a los pacientes que están lejos geográficamente de ti?

Sobre todo por videoconferencia, mediante el programa Skype. De esta manera realizo las sesiones habituales en la terapia presencial. De este modo, también podemos vernos, por lo que no se pierde información. Suelo utilizar el email para los casos en los que el problema ya esta tratado y superado y se encuentran en fase de “seguimiento”, en la que trabajamos el mantenimiento de los logros.

Es fácil que los pacientes encuentren en internet y otros medios anuncios y reclamos de personas que ejercen actividades terapéuticas o de coach pero que no son psicólogos ni profesionales. ¿Qué le recomiendas a estos pacientes que no saben a quién acudir? ¿Cómo diferenciar del profesional válido del que no lo es?

Sobre todo recomiendo que se informen bien de que esa persona tiene el título correspondiente a su cargo y qué esta adscrita al colegio profesional. También que no se queden con ninguna duda, que pregunten todo lo que consideren que necesitan saber sobre el tipo de profesional que es, método de trabajo que utiliza, etc.

¿Ofreces talleres, charlas, encuentros prácticos con pacientes?

Tengo proyectos futuros sobre charlas y escuela de padres. Además colaboro con Canal Diabetes en la elaboración de vídeos para ayudar a las personas con esta enfermedad.

 

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