Limerencia: ¿Cómo saber si te obsesiona el amor?

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Cuando nos enamoramos entramos en un estado en el que experimentamos una serie de emociones intensas hacia la persona de la que nos enamoramos. Este estado, a medida que va pasando el tiempo va entrando en equilibrio hasta llegar a conseguir una estabilidad emocional, la cual afianza la relación. Cuando esto ocurre, la relación se construye en base al respeto, la intimidad y la confianza. Por el contrario, cuando el amor es fuente de obsesión se denomina limerencia.

¿Qué es la limerencia?

Se define como la fase de enamoramiento en la que la persona de la que estamos enamorados nos fascina. Esta fase activa en nuestro cerebro mecanismos químicos que nos llenan de deseo, nos excitan y nos pone eufóricos.

Todo esto se produce de una manera involuntaria y forma parte de un proceso normal. No obstante, deja de serlo cuando la persona empieza a tener una fuerte necesidad por ser correspondido. Se convierte en una obsesión y es entonces cuando hablamos de limerencia

Según la psicóloga Dorothy Tennov, la limerencia es un estado involuntario que se produce dentro de la persona y que supone un deseo intenso de reprocidad emocional. Implica pensamientos, sentimientos y comportamientos obsesivos-compulsivos. De ahí que los especialistas lo describan como un trastorno obsesivo compulsivo enfocado hacia el amor. 

La persona que sufre limerencia tiene pensamientos constantes sobre la persona amada y un deseo constante de que esos pensamientos sean correspondidos. Esto genera en el sujeto un malestar en su vida diaria.

Dichos pensamientos obsesivos hacen que la persona lleve a cabo conductas compulsivas e invasivas en busca de la reciprocidad por parte de la persona amada.

Como la persona enamorada tiene miedo al rechazo idealiza a la persona que desea y se imagina cómo sería la vida con ella. 

Debido a ello, se puede decir que la limerencia es algo similar a la expresión “estar locamente enamorado”. Pero en este estado entran en juego pensamientos intrusivos que pueden generar en el individuo varias reacciones. Por un lado, pueden crearle una felicidad y alegría intensa y, por otro, desesperación y angustia por no ser correspondido. 

La obsesión que se crea puede ser entre dos personas que se conocen o con dos personas que no se han visto físicamente. De hecho, el sexo no es necesario para una persona que sufre limerencia. El afecto y los sentimientos que tiene por esa persona, como ya hemos mencionado, no tienen por qué ser recíprocos

Cabe destacar que, aunque estar enamorado es una de las mejores cosas que se pueden experimentar, si la persona con limerencia no es correspondida puede sufrir problemas relacionados con la salud mental.

El hecho de que la otra persona no sienta lo mismo por ella le genera incertidumbre y mucha ansiedad. Por eso, padecer limerencia no es positivo para el bienestar de la persona en ninguno de los casos.

Si crees que has dejado de estar enamorado y has empezado a estar obsesionado, quizás sea el momento de ponerse en manos de un psicólogo online.

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¿Cuáles son las señales para reconocer la limerencia?

Hay una serie de síntomas que son muy importantes a tener en cuenta, ya que nos van a indicar qué es la limerencia exactamente:

  • Pensamientos constantes hacia la persona amada. Todo lleva a la persona amada. Cualquier lugar, situación u objeto le recuerda a la persona. Son pensamientos repetitivos de carácter obsesivo y que giran en torno al otro. La intención de la persona con limerencia es descubrir a toda costa si la otra persona le quiere con la misma intensidad. 
  • Miedo al rechazo. La persona experimenta una ansiedad intensa cuando piensa en el rechazo del otro. De hecho, se manifiestan físicamente los síntomas de esta a través de temblores o taquicardias. 
  • Conductas compulsivas. El miedo a ser rechazado hace que la persona lleve acabo conductas compulsivas de comprobación. Es decir, pregunta directamente al otro sobre sus sentimientos o emociones, llamarle o mandarle mensajes o preguntar a su entorno. 
  • Sensación de alegría y euforia cuando nota atención. Esto también puede ocurrir durante en enamoramiento. Sin embargo, la diferencia se encuentra en que muchas veces se distorsiona la realidad. De esta forma se auto convencen a sí mismos de que la otra persona siente algo. 
  • Fantasías constantes. La persona puede pasarse horas pensando en posibles situaciones o idealizando a la otra persona. Incluso imaginando cómo sería una relación o una vida con la persona amada. 
limerencia
  • Falta de control emocional. Las constantes conductas obsesivas van a llevar al individuo a tener pensamientos distorsionados y reacciones emocionales de inestabilidad. 
  • Ideas suicidas ante la idea de no correspondencia. La angustia que se genera cuando la persona cree que no es correspondida, puede crear en esta la sensación de que la vida no sirve para nada. Empieza a pensar que su vida sin el amor de esa persona no tiene sentido.
  • Ansiedad o depresión. Estar obsesionado con algo constantemente genera ansiedad. Además de un bajo estado de ánimo que si perdura en el tiempo puede llegar a generarse una depresión. De hecho, la acción de que toda nuestra valía dependa de la opinión y de los ojos de la otra persona puede afectar directamente a la autoestima. La debilita enormemente ya que necesitamos de su aprobación para vernos bien. 

¿Qué consecuencias tiene la limerencia?

La limerencia hace que se genere una obsesión y esta va a provocar fantasías. El cerebro va a convertir dichas fantasías en una realidad. El miedo al rechazo va a hacer que las fantasías que se generen creen una realidad negativa, la cual puede hacer que  la persona desarrolle una depresión. 

Las personas con limerencia pueden sufrir graves problemas de salud mental tales como depresión, estrés constante, celos o ansiedad. Además, estos individuos tienden a reducir su vida social, ya que centran sus vidas entorno a la persona que aman.

Esto puede afectar a su rendimiento laboral y académico, ya que su mente esta ocupada por la persona por la que se han obsesionado y no hay espacio para nada ni nadie más. Hay casos, donde la limerencia es extrema, en los que las personas pueden llegar a tener conductas persecutorias y de acoso hacia el amado/a. 

¿Cómo se trata la limerencia?

La limerencia puede hacer que quien lo sufre, sienta mucho sufrimiento. Tanto, que llega a afectarle a muchos ámbitos de su vida. Cuando la persona observe que su enamoramiento ya se haya convertido en obsesión y ésta le afecte en su vida, debe acudir a un profesional de la salud mental

Por tanto, es recomendable que la limerencia se trate a través de la terapia psicológica. El profesional le ayudará a la persona a encontrar el origen de su problema a través de los factores que están implicados en la aparición de la obsesión. Además, también llevará a cabo un análisis del nivel de afectación de la limerencia en la vida de la persona.

Una de las mejores medidas o más usadas en estos casos es la terapia cognitivo conductual, muy efectiva. 

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