La ansiedad es una emoción cada vez más habitual en la sociedad y que, bien por desconocimiento o incluso miedo, entendemos que es algo que «ocurre a otros» pero que no nos va a ocurrir nunca a nosotros.
Los 4 errores que se cometen cuando tienes ansiedad

Lo cierto es que la ansiedad es una respuesta adaptiva por lo que es fácil que se dé en algún momento de tu vida. De aquí la importancia de saber entenderla para no perder el control de tus emociones.
¿Cuáles son los errores más comunes que cometemos cuando tenemos ansiedad?
Seguro que hay conductas que, en mayor o menor medida, llevas a cabo y no hacen más que incrementar esa ansiedad.
- Las conductas adictivas. Cuando te quieres dar cuenta te ves envuelto en adicciones: tiendes a beber más, a comer más, a fumar más, a comprar más, a consumir más drogas si lo haces en alguna ocasión… La ansiedad te invita a quitarte esa gran energía con la que no sabes qué hacer de manera compulsiva. Es una conducta que aparece muy fácilmente, pero que hace que la ansiedad vaya más. Intenta controlar lo que el cuerpo te pide y pide ayuda a un psicólogo antes de perder el control de tu bienestar.
- El apoyo en alguien o algo. Puede que te sientas más tranquilo con tu pareja, rodeado de tu familia o simplemente teniendo un amuleto. Apoyarte en alguien o en algo para calmarte parece una buena solución a la ansiedad. El problema es que, por duro que pueda sonar, en realidad no es la solución. En el momento en el que ya no tengas cerca a esa persona o ese objeto suben los niveles de ansiedad. Aunque ese alguien o ese algo sea útil para sentirte mejor, tienes que intentar encontrar la manera adecuada de gestionar tus emociones para saber manejar la situación, porque la ansiedad no se va a ir. Si tu tranquilidad depende de una persona o de algo, cuando no estén, te sentirás vacío. Debes tener mucho cuidado, porque es una solución a corto plazo, pero lo mejor es encontrar la manera de manejar tus emociones por ti mismo. El control de la respiración y las técnicas de relajación para reducir la ansiedad serán tus aliados.
- El lamento y pensar que está mal. «Soy débil», «por qué me tiene que ocurrir a mí», «qué he hecho mal», «siempre he sido así». Este tipo de pensamientos negativos no contribuyen a que la ansiedad se vaya. El error es que relacionas debilidad con ansiedad. No, no eres débil por sufrirla. De hecho, las personas con ansiedad son aquellas que se han mantenido fuertes demasiado tiempo. La ansiedad tiene que ver más con fortalezas que con debilidades. Por lo tanto, no es necesario que intentes ser más fuerte de lo que eres. Eso solo te va a generar más ansiedad.
- Evitar huir de algo o alguien. Seguro que más de una vez has evitado algo que te genera ansiedad o miedo. La evitación está relacionada con la ansiedad, ya que nadie quiere acercarse a aquello que le genera miedo o a aquello que le provoca malestar. Al final, cuando tienes ansiedad, tratas de huir de ello. Sientes inseguridad y crees que no vas a poder manejarla. Cuanto más huyes, más aumenta la ansiedad. Cada vez que evitas una situación o una persona, no reduces la ansiedad, sino todo lo contrario.
¿Se te pone mal cuerpo cuando te vas a encontrarte a una persona o cuando pasas por un lugar donde no tuviste una buena experiencia? Es lógico que el cuerpo te pida evitar lo que te resulte desagradable. La evitación, sin embargo, no solo hace que a ansiedad vaya a más, sino que, además, se extiende a otras áreas e incluso a otras personas.

Para poner fin a este problema, no dudes en pedir ayuda. El equipo de psicólogos online de Siquia te ayudará a través de terapia especializada en ansiedad para controlarla y sentirte mejor. Prueba una sesión de terapia gratis con un psicólogo online.
Prueba una sesión gratis
