beneficios aprender nuevo idiomaLa mayoría de las personas del mundo son bilingües, hasta cierto punto. Algunas lo son porque han crecido en sociedades que son bilingües de forma oficial o generalizada, en las que se espera que los ciudadanos aprendan más de una lengua como Quebec, Bruselas o Barcelona. Otras lo son porque su lengua no es la que se utiliza en su país para la escolarización, la política o los intercambios económicos. Por ejemplo, los hablantes zulúes en Sudáfrica deben aprender inglés y malabar mientras que los hablantes de la India deben aprender tanto el hindi como el inglés si desean ir a la escuela, leer los carteles y las señales o conseguir un buen trabajo.

¿Cómo se adquiere una segunda lengua?

Podemos distinguir entre bilingüismo estable, aquel en que se produce una retención temporal o parcial de la segunda lengua o en que hay pérdida de la lengua materna que se ve reemplazada por la segunda lengua. Por otra parte, el bilingüismo nativo se refiere a cuando se aprenden dos lenguas simultáneamente desde el nacimiento.

La adquisición se puede hacer en situación de sumersión, es decir, un aprendiz rodeado de nativos hablantes, de inmersión – un grupo de estudiantes que reciben la enseñanza de una segunda lengua- o de clases formales de lengua extranjera.

Además del bilingüismo, existe el multilingüismo que es un fenómeno corriente en todo el mundo, ya que se espera de los dos niños que aprendan dos lenguas (o más), además de la nativa. Las personas bilingües o trilingües tienen mayor capacidad de acceso a recursos, a interactuar con otras personas, de viajar a otros países, entender y sumergirse en otras culturas…

¿Cuándo es la mejor edad para aprender un segundo idioma?

Durante los primeros seis años de vida el cerebro del niño cambia con las habilidades de adquisición de un lenguaje. El aprendizaje es más rápido debido a que los pequeños nacen con la capacidad de imitación de pronunciaciones. De esta manera, pueden adquirir diversas lenguas sin que exista confusión. En países como Suiza, los niños desde edades tempranas empiezan a hablar tres o cuatro lenguas.

Por su parte, los niños de hasta 12 años tienen un cerebro cuyas características les permite absorber rápidamente, como si fueran una “esponja”, los conocimientos adquiridos en otros idiomas. Por ello es tan interesante los colegios en cuyo proyecto educativo se halla impartir, desde Primaria, determinadas asignaturas – como “maths” o “sciences”– de modo que interiorizan dichas asignaturas a un nivel parecido como lo haría un nativo del idioma.

Posteriormente a esta edad, aprender un idioma implica un esfuerzo consciente, siendo la causa por la que se nos puede hacer más difícil llegar a niveles adecuados tanto de inglés como de otros idiomas que están ganando posiciones como el chino-mandarín, el francés o el alemán. 

Cuáles son los beneficios de aprender idiomas para los niños

Mejora de la fluidez lingüística

Si los niños aprenden un idioma a los 3-4 años, su fluidez será muy alta. A partir de los ocho años, esta fluidez irá disminuyendo y es, después de los 12 años, cuando la adquisición ya supone un esfuerzo consciente. De hecho, los niños que comienzan con un aprendizaje temprano de un segundo, e incluso, de un tercer idioma, y éste continúa durante las diferentes etapas educativas hasta la universidad, pueden llegar a un nivel de fluidez muy elevado.

Beneficios cognitivos

Según diversos estudios, los beneficios del aprendizaje de otra lengua son, sobretodo, cognitivos: mejores habilidades de pensamiento crítico y para resolver problemas, mayor creatividad y flexibilidad mental, más memoria y mejores habilidades multitarea.

Mejor rendimiento académico

Como consecuencia de los beneficios cognitivos, los alumnos bilingües tienen más capacidad de resolución de problemas. Ser bilingüe puede mejorar las habilidades de resolución de problemas y el pensamiento creativo de los niños, según un estudio reciente, publicado en el International Journal of Bilingualism y, según el cual, la agudeza mental necesaria para cambiar de un idioma a otro permite desarrollar habilidades cognitivas que fomentan otros tipos de pensamiento en niños, según investigadores de la Universidad de Strathclyde en Glasgow, Escocia.

Disminuye la timidez para expresarse

Los niños pequeños que aprenden otro idioma no están tan sometidos a la evaluación ni a la comparación con sus compañeros – en definitiva, al dictado del “¿qué dirán si me equivoco?”,”¿y si hago el rídiculo?”,”¿y si se ríen de mí?”- que tanto daño hace en etapas posteriores. Por eso tienen mejores capacidades para “lanzarse”, para atreverse a expresarse en el otro idioma sin ningún temor y esto es lo que les permite adquirir una mejor expresión oral, una mejor pronunciación y progresar con mayor rapidez.

Fomenta la curiosidad

Aprender otro idioma durante la infancia ayuda a fomentar la curiosidad por la cultura a la que pertenece dicha lengua, e incluso, culturas relacionadas, con lo cual se les forma una mentalidad más abierta. Así se ha comprobado que los niños multilingües suelen ser más curiosos que los monolingües ya que tienen mayor capacidad de comunicación con otras personas.

Si soy adulto, ¿ya es tarde para aprender?

En absoluto ¡nunca es tarde! De hecho, estudios llevados a cabo en Reino Unido han demostrado que el bilingüismo tiene igual efecto positivo en el cerebro que el aprendizaje inmersivo de una segunda lengua durante la edad adulta, y de una forma muy parecida a las consecuencias cerebrales que tendría en un hablante nativo de dicha lengua.

Además, el aprendizaje en la etapa adulta genera otros beneficios, como son:

  • Mejor transmisión de la información. El hecho de aprender un segundo idioma en la edad adulta produce cambios estructurales para la conservación de la materia blanca del nuevo hablante, produciendo menor posibilidad de desmielinización de los axones de sus neuronas, que hace que la información se pueda transmitir de una forma más eficaz.
  • La Enfermedad de Alzheimer se podría desarrollar más tarde. Fruto de lo anterior, podría ocurrir que, en personas bilingües, la enfermedad de Alzheimer tarde cuatro o cinco años en desarrollarse, respecto a lo que podría ocurrir en una persona monolingüe.
  • Beneficios cognitivos. Al igual que ocurre con niños, los adultos presentan una mejora en su capacidad de flexibilidad cognitiva y en su ajuste tanto a situaciones nuevas como inesperadas así como mayor agilidad mental.
  • Procesamiento más rápido de algunas palabras. Las personas bilingües pueden procesar con más facilidad palabras, especialmente que tengan el mismo significado en ambas lenguas. Los investigadores observaron- mediante el uso de EMDR- que los adultos bilingües tardan menos tiempo en procesar las palabras cognadas, es decir, palabras de distintas lenguas, cuya raíz morfológica es la misma; por ejemplo, “agua” es “water” en inglés y “wasser”, en alemán, de manera que si tuviéramos una persona bilingüe, para ambos idiomas su cerebro necesitaría menos tiempo para leer ambas palabras, al ser “muy parecidas”, morfológicamente.
  • Se toman decisiones razonadas. Sobretodo en una situación problemática, tal y como apunta un estudio de la Universidad de Chicago, publicado en 2012 en Psychological Studies. Según el mismo, como las personas somos temerosas ante la pérdida buscamos tomar decisiones que la eviten, y si no es posible, minimicen su impacto en nuestras emociones. Sin embargo, si pensamos en una segunda lengua extranjera, tomamos más distancia de dichas emociones y, por ello, somos capaces de tomar decisiones más pensadas y razonadas.