Uno de los principales miedos a los que se enfrentan las parejas en el proceso de divorcio es el efecto que va a tener éste sobre los hijos. La ruptura familiar, sobre todo si es altamente conflictiva, es recomendable que se apoye en un terapeuta familiar para que los hijos afronten la nueva estructura familiar de la mejor manera posible.

Los efectos que puede suponer para los hijos verse inmersos en la experiencia del divorcio altamente conflictivo de sus padres, se han determinado como de impacto devastador, traumático y extremadamente estresante, asociándose a una mayor presencia de problemas de salud mental. A esto, se une la evidencia que estos conflictos erosionan con facilidad la relación entre los hijos y uno o ambos progenitores.

Existe una relación significativa entre factores de riesgo -como el alto conflicto familiar en casos de divorcio- y el establecimiento de disfunciones fisiológicas en respuesta al estrés experimentado, que podrían mantenerse de forma estable en la edad adulta y contribuir en el desarrollo de patologías como la hipertensión, enfermedades coronarias y enfermedades infecciosas.

Según Mila Arch Marin, de la Universidad de Barcelona, las diferentes líneas de investigación que ha explorado la relación entre alto nivel de conflicto en el período de divorcio o postruptura y el bienestar de los niños ponen de manifiesto que:

    • El alto nivel de conflicto potencia el riesgo de efectos negativos tanto para los niños como para los adultos durando y después del divorcio.
    • En el caso de los menores, en función de sus características personales y otros factores mediadores se manifiestan de forma interna (depresió) o externa (problemas de conducta).
    • Así mismo, en el caso de los adultos, pueden apreciarse una variedad de repercusiones asociadas (depresión, trastornos de ansiedad, problemas de autoestima, etc.).
    • Para los niños que se enfrentan a la ruptura familiar, el aspecto más estresante es la exposición a los conflictos de sus padres.
    • El conflicto interparental es el único predictor mes fuerte de inadaptación infantil en casos de divorcio.

Es frecuente la relación entre la exposición a estas situaciones y varios tipos de trastornos psicopatológicos, con elevaciones significativas de la estrés y de ansiedad, tanto en los niños como en los adultos. En general, se asocia a efectos nocivos en el funcionamiento de los niños y adolescentes inmersos en esta situación. Se han indicado perturbaciones en la regulación afectiva o los mecanismos de excitación emocional en nins pequeños expuestos a violencia interparental grave o a conflicto parental repetitivo.

efecto separacion en hijos

Los efectos negativos en los niños derivados de la exposición al conflicto interparental (por ejemplo, depresión) se han observado hasta la edad adulta. Entre los efectos a largo plazo, se han descrito efectos en la salud física propiciados por la exposición a los conflictos interparentales.

En el extremo de la conflictividad interparental se encuentran las situaciones de violencia familiar, la exposición de los niños a estas situaciones abusivas es altamente nociva pudiendo provocarlos diferentes consecuencias físicas y psicológicas, y propiciar ciertos aprendizajes vicarios por parte de los menores en relación a los roles que están percibiendo en su entorno mas próximo.

En estos casos, el menor corre un riesgo evidente de sufrir un maltrato directo sobre su persona. Es importante recordar que un menor no tiene que ser maltratado físicamente porque se considere que está sufriendo daño debido a la violencia doméstica. En investigaciones con hijos de mujeres que habían sido objete de maltrato por su pareja, se informó que la exposición de un menor al maltrato de su madre se asociaba de forma significativa a los – tanto en presencia como en ausencia de solapamiento de maltrato infantil directo.

También encontramos en el extremo de la conflictividad inteparental los procesos que pueden comportar el menor al sufrimiento del denominado Síndrome de Alienación Parental (Gardner, 1985); algunos autores (ej: Gerber & Biringuer, 2006) han señalado el conflicto parental como el mejor predictor de que se produzca alienación parental. Los efectos de encontrarse en esta situación supone un gran perjuicio a los menores y un efecto absolutamente negativo sobre la relación parento-filial. Los deterioros derivados del daño en las relaciones parento-filiales, persisten en la edad adulta.

Si te encuentras en esta situación y quieres recibir asesoramiento, deja tu consulta gratis con un psicólogo de Siquia.