Si sois padres es posible que muchos de vosotros temáis el momento que vuestro hijo se os acerque y os diga algo así como “en el cole me han dicho que los Reyes Magos son…”.
Los Reyes Magos y los niños: qué hacer cuando contar la verdad es inevitable

En la inmensa mayoría de los hogares los padres hacen lo posible por mantener la inocencia, aunque sea sólo un año más. Sin embargo, con la cantidad de información que poseen los niños actualmente, es casi irremediable el final que ya conocemos.
Es posible que en este momento aún no tenéis muy claro si vuestro hijo lo sabe o no. A veces, los niños prefieren negarse a sí mismos la realidad; otras, se hacen los pillos para beneficiarse de su supuesta inocencia. Por suerte, os podemos ayudar a despejar vuestras dudas.
¿A qué edad lo pueden saber?
Veamos por etapas: hasta los cuatro años aproximadamente los niños no están preparados para el conocimiento abstracto. Por ello, se creen cualquier cosa que les digas: que unos Magos vienen de Oriente a dejar regalos, que el Ratoncito Pérez deja un regalo por cada diente que se les cae…
A partir de los 6 o 7 años llega el pensamiento abstracto y, con él, los «¿por qué?». ¿Por qué hay unos Reyes en la ciudad y otros en la tele? ¿Por qué no me han traído todo lo que he pedido? En esta época es imprescindible tener preparado un buen montón de respuestas, porque sus dudas rara vez cesan.
El razonamiento abstracto aparece entre los 8 y 14 años de edad. Este es el momento en el que comienzan a entender los simbolismos detrás de las figuras mágicas. Por eso entre los 8 y 11 años se acaban enterando de una forma u otra.
De cualquier manera, es poco probable que un niño entre 10-11 años siga creyendo firmemente en los Reyes Magos. Si aún lo hace, lo mejor que puedes hacer es contárselo antes de que lo descubra.

¿Qué sentirá mi hijo cuándo lo sepa?
Muchos padres dicen no querer alimentar la fantasía porque no cuentan mentiras a sus hijos. Y no se equivocan: nunca hay que contar una mentira a un niño.
Sin embargo, es necesario distinguir entre mentir y mantener viva la ilusión. Bien es cierto que, al descubrirlo, algunos niños se sienten engañados. No obstante, la vivencia de estas ilusiones constituye una etapa importante en el desarrollo de los hijos y, para protegerles, es indispensable elegir dónde, cuándo y cómo se explica esta cuestión.
De hecho, existe un estudio realizado por los psicólogos Carl J. Anderson y Norman Prentice que afirma que los niños no se frustran de una manera preocupante al descubrir la verdad. Al contrario: el impacto emocional es puntual pero no prolongado y, además, se constituye como una fuente de nuevos aprendizajes.
¿Y qué le explico?
En primer lugar, debes procurar estar en un lugar tranquilo, sin interrupciones y a solas, en especial si hay hermanos más pequeños.
No seáis muy directos, pero tampoco deis excesivos rodeos. Es importante que vuestro hijo entienda lo que le estáis contando.
Podéis hacerlo de diferentes maneras.
Por ejemplo, si sois una familia creyente, le podéis explicar la tradición de la Adoración del Niño Jesús y cómo los Reyes Magos le llevaron regalos para celebrar su nacimiento. En este caso, es importante dejar claro que estos Reyes ya no existen, aunque los padres seguís con la tradición. Además, podéis relacionarlo con otras tradiciones familiares.
En el caso de que no seáis una familia creyente podéis explicarle que se trata de un secreto que pasa de padres a hijos mayores. Si tiene hermanos pequeños, es importante que el mayor sienta que es “el gran guardián del secreto” para sus hermanos. Así, vuestro hijo se sentirá mayor, validado en sus emociones y más vinculado a vosotros.

Pautas para contar la verdad sobre los Reyes Magos
- No se lo digas en Navidad. Piensa que, a estas alturas, tu hijo ya ha escrito su carta y está ilusionado. No hay necesidad de frustrarlo. Lo mejor será esperar a que pasen estas fechas, cuando todavía falte para los siguientes Reyes, para que tu hijo reciba mejor la noticia.
- Vuestro hijo puede pensar que le habéis mentido, si todavía no tiene un nivel de madurez suficiente para realizar la diferenciación entre mentir y guardar un secreto. Dale otro ejemplo de guardar un secreto: por ejemplo, el regalo que le vamos a hacer a papá por su cumpleaños, y explícale lo diferente que es de mentir. De nuevo, prueba a ejemplificar la mentira para que entienda la diferencia.
- Explícale lo que significan los regalos realmente, que los Reyes representan la ilusión y los regalos, el amor de todas las personas que rodean a tu hijo. No te olvides de recordarle que, aunque los Reyes Magos no existan, se tiene que portar bien durante el año porque es lo correcto y no porque de ello dependa lo que vaya o no a hacer otra persona.
- Usa tu propio lenguaje y explícaselo de forma directa y simple.
- No dramatices: explícales que hay otros seres imaginarios que se tienen en la cabeza y que tampoco son reales.
Sobre todo, no temas, tu hijo te va a seguir queriendo igual. Confía en él para que pueda confiar en ti.
Pedir cita
