hijos tiranos psicologia siquia ¿Hay tiranos más allá de la ficción? Sí, y a veces muy cerca de todos: hijos tiranos. Herder Editorial publica Cómo criar hijos tiranos. Manual de antiayuda para padres de niños y adolescentes, la nueva obra de los psicólogos familiares Mark Beyebach y Marga Herrero de la Vega. Con mucho humor, y traduciendo en palabras sus más de 25 años de experiencia, los autores contruyen una guía pedagógica destinada a aquellos padres que se han rendido ante las exigencias de sus hijos y viven sometidos a sus imperativos.

Criar pequeños tiranos es uno de los productos de la mala educación más comunes en nuestro momento. Beyebach y Herrero de la Vega han comprobado que los hijos tiranos son justamente el resultado de una educación enfocada a conseguir lo contrario: padres que se han esmerado por educar a sus hijos en la responsabilidad, cariño, honestidad y solidaridad. Las buenas intenciones paternas llevan a los mismos padres a desarrollar patrones de actuación con los hijos que conducen a todo lo contrario: niños cprichosos, adolescentes déspotas y, finalmente, verdaderos tiranos.

En este sentido, el libro pone en manifiesto y describe estos patrones que, en haras de educar correctamente, los padres tienden a repetir y producen el efecto contrario. De este modo, y gracias al libro, los padres podrán identificarlos y cambiarlos, siendo el humor y la ironía la clave de los mensajes.

Para aquellos padres que ya se encuentran dentro de una relación tirana cíclica, Cómo criar tiranos también aporta estrategias y soluciones para sobrellevar la situación. El tiranismo suele conllevar la violencia filioparental, por tanto, este manual explica cómo abordar situaciones de bloqueo relacional con hijos difíciles y, como en todo el libro, de forma amena: consejos concretos y prácticos.

El humor, el gran remedio

¿Se pueden abordar temas delicados con humor? Sí. Sin lugar a duda, Beyebach y Herrero de la Vega lo demuestran. Tan solo cabe echar una ojeada a alguno de los fragmentos del libro:

“(…) es relativamente fácil ceder ante  criaturas que  al fin y al cabo  son adorables, saben poner  esas caritas de ilusión cuando algo les apetece y que  a la vez están equipados con gargantas  poderosas  para   aterrorizarnos   con   sus  gritos  o  sus  llantos   si  no   se  lo concedemos. ¿No es sencillo  comprarle otra  bolsa  de  golosinas  a  la  niña,  sabiendo  la alegría que  se va a llevar (y previendo el alboroto que  puede organizar si no se la compramos)? ¿No resulta  tentador cocinar  de  nuevo  macarrones con  tomate, sabiendo que le gustan tanto (y sabiendo también que se negará a comer  el pescado)?”.

“Para  empezar a  criar  un  tirano  solo  hace falta  seguir  haciendo estas cosas por  ellos cuando ya podrían hacerlas perfectamente solos: seguir limpiando los dientes al niño de 6 años, continuar untando la tostada a la niña que  ya tiene 10 y recoger los “juguetes” (en este caso, las  latas  de  cerveza y los  envases de  patatas fritas)  al  adolescente.  De esta forma, dejará de  ser padre para  empezar a ser siervo de  su  vástago, una  estrategia que en   la  adolescencia  alcanza  su  máximo   apogeo  y  que   además,  aporta una   ventaja añadida: si usted desempeña mal la tarea, su hijo podrá  echarle la culpa”.