Hablamos con la psicóloga Marina Pereda, que nos acerca a la situación actual que vive la psicología y sus propuestas para la atención a pacientes.

¿A quiénes están orientados tus servicios?

Los servicios que presto están dirigidos a adultos, tanto en terapia presencial como terapia y consultas online. A la hora de intentar resolver los problemas a los que nos enfrentamos en nuestra vida cotidiana solemos hacerlo empleando esquemas de comportamientos aprendidos en nuestra infancia y que en el momento actual ya no son adecuados . Una terapia nos ayuda a cambiar estos esquemas para poder afrontar el día a día de una forma mucho más adapativa para nosotros y para nuestro entorno.

¿Cuáles son los problemas más frecuentes con los que te encuentras en tus pacientes? ¿Hay alguna pauta común que les puedes dar para orientarlos en su resolución?

El tipo de vida que llevamos hoy en día hace que los problemas más comunes que nos encontramos en  consulta son los relacionados con ansiedad, con depresión, problemas laborales que dificultan la conciliación de la vida familiar y profesional y problemas en la relación de pareja. No existen recetas comunes para problemas sino personas que tratan de afrontar las situaciones. Cuando la persona es consciente de sus dificultades para abordar una situación, se siente sobrepasada y todos los intentos  que ha empleado por sus propios medios  no le han dado resultado, es el momento de acudir a un profesional que le puede ayudar en la resolución de sus problemas. Si tienes dudas sobre si una terapia es lo que necesitas, consultar con un psicólogo  puede ayudarte a salir de la situación.

¿Qué tipo de terapia aplicas? ¿Nos podrías describir cómo es una primera sesión?

Trabajamos con la terapia Cognitivo Conductual y la terapia de Aceptación y Compromiso tanto en la modalidad presencial como online. En una primera entrevista  es necesario distinguir entre dos modalidades de consulta: orientación o apoyo puntual. Hay personas que acuden al psicólogo porque necesitan una intervención puntual, aclarar algunas dudas sobre algún acontecimiento vital que están viviendo o escuchar una segunda opinión sobre algún diagnóstico. En este caso no estaríamos hablando de un tratamiento psicológico propiamente dicho, sino de una orientación psicológica puntual. Lo adecuado en estos casos es realizar las consultas y seguimiento a través de e-mail, sin necesidad de desplazamiento. En otros casos, la persona puede presentar un trastorno psicológico, como puede ser un trastorno de ansiedad o estar viviendo una crisis de pareja que requiere de  un tratamiento psicológico que puede ser presencial o vía online, en función de la necesidad del paciente. En estos casos se  establece un número de sesiones aproximado y se cita a la persona con una asiduidad semanal. Aquí se suelen establecer tareas a realizar entre sesiones para que el paciente vaya trabajando entre consultas y poder avanzar así más rápido en la solución del problema. A través del motivo de consulta y el diagnóstico, se valorará si es adecuado hacer este tipo de terapia online  o si lo que procede es una terapia presencial. Todo ello lo tendrán que valorar tanto el paciente como el psicólogo clínico en la sesión inicial.

¿Cuáles son  los pasos previos al diagnóstico?

En las primeras sesiones explicamos a la persona cómo están funcionando los problemas por los que nos consulta y de qué modo se están manteniendo sus dificultades, concibiendo un modelo explicativo que se va completando a lo largo de toda la evaluación y de la terapia. El objetivo del psicólogo es tener una explicación compartida con el paciente, en la que pueda identificar que es lo que está favoreciendo que sus problemas se mantengan a lo largo del tiempo. De ese modo estamos preparados para trabajar en equipo en la resolución de sus problemas. Tras el proceso de evaluación inicial que dura aproximadamente tres sesiones, nos encargamos de diseñar la intervención más adecuada dirigida a lograr los objetivos del paciente, desmontando los mecanismos que mantienen el problema y aprendiendo nuevas alternativas óptimas y saludables. Para ello recurrimos a las técnicas y recursos científicos que puedan ser de mayor utilidad al paciente, según sus necesidades y sus factores personales, realizando una intervención individual que se adecue al paciente y al momento en que se encuentra.

En ocasiones, son los propios familiares de los pacientes los primeros que se interesan en la búsqueda del profesional para ayudar a su allegado. ¿Cómo se abordan estas situaciones cuando el paciente no es el convencido de acudir a un terapeuta?

Para que una terapia sea efectiva es la propia persona la que debe acudir a consulta consciente de sus dificultades, es un requisito previo aunque no suficiente, para la eficacia de la misma. Si el paciente no es consciente de sus dificultades, la terapia no da lugar. No podemos modificar aquello de lo que ni siquiera somos conscientes. Si es un familiar allegado el que acude, trabajaremos con el familiar en el manejo de la situación que se está produciendo dándole pautas y estrategias adecuadas. Lo ideal es hablar con el familiar que tiene las dificultades y hacerle ver que por acudir a un profesional no tiene nada que perder y sí que ganar. Para este tipo de situaciones las consultas online son un magnífico recurso.

¿Qué ventajas consideras que aporta la terapia online al paciente?

Son muchas las ventajas de realizar una terapia online, entre algunas de ellas: se eliminan barreras geográficas y las dificultades asociadas a los desplazamientos, pudiéndose llevar a cabo la terapia con el profesional que más confianza le genere, independientemente del lugar de residencia. La persona puede tener acceso inmediato a profesionales especialistas en su problema, desde áreas geográficamente remotas. Hay ocasiones en las que la persona tiene que viajar o desplazarse y le resulta muy difícil acudir presencialmente a realizar una terapia. En este caso puede ser muy útil ya que hay una mayor flexibilidad horaria, podrá adaptar mejor su agenda y no tendrá que estar continuamente interrumpiendo el tratamiento debido a los continuos desplazamientos; Facilita el acceso rápido a un psicólogo para personas que tengan ciertos tipos de discapacidad; facilita la continuidad del trabajo personal para personas que hayan tenido que abandonar las sesiones presenciales por cuestiones de trabajo o vacaciones; se adapta a la necesidad de personas que hayan emigrado a otro país y quieran tener orientación psicológica en español. Además, el coste económico es mucho menor, sin menoscabo de la calidad de la intervención que sigue siendo personalizada y dirigida por un profesional. Es posible mantener el anonimato; se evitan desplazamientos y molestas esperas; la respuesta es inmediata en el momento mismo de la aparición de la necesidad de ayuda; queda registro escrito de las comunicaciones. Los chats y mails, quedarán guardados en el ordenador si la persona lo desea. Y eso le dará la posibilidad de releerlos y repensarlos, días después de la sesión lo cual puede dar lugar al insight, al pensarse a sí mismo en las situaciones y con diferentes estados de ánimo. Esto es ampliamente positivo. El pacidente tiene acceso a su servicio psicoterapéutico con un solo click. La posibilidad de envío de archivos de texto u otros audiovisuales y, en su caso, registro de las sesiones psicoterapéuticas. La ausencia presencial del terapeuta puede producir un efecto de desinhibición en el cliente que favorece la apertura y confidencialidad; También resulta de gran ayuda en el tratamiento inicial de trastornos que, por su naturaleza, impidan a la persona salir al exterior (como en los casos de los ataques de pánico y la agorafobia).

«La ausencia presencial del terapeuta puede producir un efecto de desinhibición en el cliente que favorece la apertura y confidencialidad»

¿A través de qué métodos asesoras y atiendes a los pacientes que están lejos geográficamente de ti? 

A través del teléfono: las citas a través del  teléfono son fijadas de antemano con lo que el paciente tiene el día y la hora concreta, es la misma dinámica que una terapia presencial. La utilizo mucho cuando el paciente ya ha realizado una terapia presencial y, por desplazamientos laborales o vacaciones no puede seguir acudiendo. Consultas online a través de email. Se atiende la necesidad de la persona en el momento en el que tiene lugar y no tiene que esperar a su próxima cita como sería el caso de una terapia presencial. Es mucho más ágil y flexible. Las consultas a través de email son respondidas diariamente.

Es fácil que los pacientes encuentren en internet y otros medios anuncios y reclamos de personas que ejercen actividades terapéuticas o de coach pero que no son psicólogos ni profesionales. ¿Qué le recomiendas a estos pacientes que no saben a quién acudir? ¿Cómo diferenciar del profesional válido del que no lo es?

La ética de la psicología  tanto presencial como online  se rige por el Código Deontológico del Psicólogo. La oferta de profesionales en Internet es muy extensa pero hay que ser cuidadoso a la hora de elegir esta vía. Conviene que el paciente se  asegure de que el profesional esté titulado y acreditado (número de colegiado); asegúrese de que el psicólogo es especialista en el problema a tratar; el sitio web del psicólogo clínico debe contener información sobre  su especialidad, su orientación  y sus tratamientos. En caso de duda, existe un teléfono del Colegio Oficial de Psicólogos donde le pueden dar información de los datos del colegiado; si el profesional  trabaja con compañías aseguradoras es una credencial de estar en buenas manos y que ése profesional cumple unos requisitos que exige la Comunidad  de Madrid.

¿Ofreces talleres, charlas, encuentros prácticos con pacientes?

Sí, habitualmente organizamos talleres, en función de la demanda de los pacientes. Los más solicitados son talleres relacionados con los problemas de pareja y habilidades de comunicación.

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