Muchas de las consultas que llegan al psicólogo sobre terapia de pareja tienen un trasfondo común: problemas de comunicación. La ausencia de la misma, la falta dea acuerdo, de metas comunes o incluso la toxicidad de los mensajes pueden llevar a la ruptura de la misma. Hace algunos días os propusimos algunos ejercicios para mejorar vuestra relación de pareja. Puesto que las relaciones de pareja deben cuidarse y mimarse a diario y ojalá ya hayáis practicado todos aquellos, hoy os proponemos algunos más.
Recordad que la intención de estos ejercicios es intentar sobreponerse a la rutina normal de la pareja y, de esta manera, mejorar vuestra relación y ayudaros a comunicar más y mejor.
Jugad juntos
Los niños pequeños juegan continuamente, cada pequeña actividad cotidiana puede resultar un juego apasionante para sus cerebros en constante fase de aprendizaje. Eso es lo que os proponemos en este ejercicio.
- Convertid las tareas de casa en un juego
- Acordad una puntuación para cada una de las tareas de casa, por ejemplo: 5 puntos poner y quitar la mesa, 8 puntos fregar los platos, 10 puntos cocinar, 10 puntos limpiar el baño, 5 puntos hacer la cama…
- A lo largo del día id anotando los puntos que sumáis cada uno en una pizarra.
- Acordad qué recibe como premio el ganador: un masaje de 10 minutos, escoger la cena del viernes, un deseo por cumplir… las posibilidades son infinitas.
- Jugad cuando vayáis de compras
- Ponéos misiones el uno al otro, por ejemplo: «tienes que ir a por el detergente pasando por el pasillo de los congelados, cuando vuelvas te preguntaré un precio. Si aciertas ganas un punto».
- Lo mismo que en el caso anterior, acordad el premio que recibirá el ganador.
- Jugad, simplemente jugad
- ¿Cuánto tiempo hace que no juegas con plastelina? ¿O que no haces manualidades? Hacer una tarea manual en pareja puede ser muy divertido y os puede servir para conoceros todavía más.
- Jugad a cualquier juego de mesa: cartas, trivial, parchís, dominó… si os divierte podéis asignar premios también al ganador, por supuesto.
Búscale físicamente
El contacto físico es primordial para mantener una relación de pareja activa y sana. Por eso es importante que practiquéis este ejercicio todos los días y, si fuera posible, a todas horas.
Simplemente acércate a tu pareja. Aunque ella esté ocupada haciendo cualquier cosa. Acércate y dale un beso en la mejilla o en los labios, acaríciale el pelo o abrázala. Huele su pelo, siente el calor que desprende su cuerpo o aprovecha para recordar cómo huele su piel. Simplemente que sepa que estás ahí, sin ninguna otra intención.
Analizad vuestras críticas antes de hacerlas
Cuando caemos en la rutina es fácil caer en la tentación de criticar todo lo que nos parece mal de nuestra pareja. Y eso, en esencia es bueno, si hacemos una buena crítica y la otra persona está receptiva le estaremos ayudando a crecer personalmente, a matizar algunos aspectos de su persona que podrían ser mejores.
Pero desengañémonos, en el día a día es difícil que se den esas condiciones ideales para hacer y recibir críticas. Eso no significa que deban dejar de hacerse, simplemente significa que debemos ser más prudentes a la hora de plantearlas.
Piensa realmente si lo que vas a decir es importante o es un capricho tuyo. Y sobretodo, piensa si la otra persona está en el momento adecuado para recibir tu crítica. Si es así, reflexiona sobre cuál será la mejor manera de planteársela.
Resérvate un tiempo para tí
Muchas parejas siguen aquella idea romántica de que «cuando estás en pareja dejas de ser dos para convertirte en uno». Como idea es bonita, pero es un pensamiento muy poco práctico y muy poco sano para la realidad actual.
Es normal que al principio de la relación os apetezca hacerlo todo juntos, salir con los amigos, ir de vacaciones, acudir a los eventos familiares, etc. Pero a pesar de estar en pareja es necesario que cada uno de vosotros conservéis vuestra propia identidad e individualidad.
Resérvate un tiempo a la semana exclusivamente para tí. Sin pensar en tu pareja. Si pueden ser dos horas, mejor que una. En ese tiempo puedes hacer muchas cosas: quedar con algún amigo para tomar una cerveza, irte de compras, regalarte un masaje en un centro especializado, ir al gimnasio, tumbarte en el sofá a leer, etc.
Si tienes hijos tampoco tienes excusa. Aprovecha un rato en el que tu pareja se esté encargando de ellos y desconecta aunque sea media hora.
Lo importante es que seas estricto con este tiempo reservado para ti. Intenta en ese momento hacer una cosa que realmente te apetezca hacer, que durante la semana no tienes tiempo de realizar.
Si ambos realizáis este ejercicio os daréis cuenta inmediatamente de los beneficios:
- Estaréis más relajados porque os habréis mimado a vosotros mismos
- Estaréis más contentos con el otro porque os habrá dejado ese espacio libre
- Tendréis cosas nuevas de qué hablar: ese espacio de una o dos horas puede dar para iniciar una charla que no sea sobre las facturas o los hijos.
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¡Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios!
José, me explico, el artículo no está pensado para ser un sustituto de la terapia. Es decir, cuando proponemos algún ejercicio lo hacemos a sabiendas de que habrá gente a la que no le funcionará, pero a otras personas sí. . Acepto que el planteamiento pueda parecer algo infantil, pero cada relación es un mundo y hay personas a las que este tipo de ejercicios les sirven para competir de una forma sana en la pareja y tener motivación para hacer algo aburrido como son las tareas del hogar. :)
Algernon, gracias por la aclaración y por el enlace al estudio. :)
Sílvia Catalán
https://www.siquia.com
José: a mí el planteamiento de la economía de fichas me parece interesante. No deja de ser un registro de lo que se hace a diario en la casa, y fomenta la comunicación. Habrá personas a las que les funcione y otras a las que no. En el marco de este artículo, que va de sugerencias, tiene sentido.
Además, Stuart (1969) proponía precisamente el uso de fichas para el refuerzo de conductas positivas, y aunque más tarde se hayan reemplazado por contratos (en la terapia conductual de parejas), sigue siendo un sistema sencillo y divertido para las terapias de pareja.
http://psycnet.apa.org/journals/ccp/33/6/675/
Plantear juegos de puntos como una economía de fichas en adultos con problemas de pareja es como decirle a un niño que estudie 7 horas al día para sacar unas buenas notas. Los planteamientos de niños son para niños y los de adultos por muy de «buen rollo» que parezcan no creo que vayan a funcionar en la realidad ni en la sala de terapia. Lo de reservar tiempo para uno y la búsqueda física está bien.