No son pocos los países que ya están informando de rebrotes dentro de sus fronteras. China y Corea están reportando entre 10 y 20 nuevos contagios al día mientras que en España ya sumamos más de 400 casos cada día, pero la mentalidad es distinta. Aquí nos preocupamos por ir a la playa y por que no nos cierren los bares de nuevo.
El uso de mascarilla, independientemente de la distancia entre personas y teniendo en cuenta las excepciones que contemplan las indicaciones sanitarias del Gobierno español, es la medida más sencilla y eficaz para combatir la Covid-19, que arrastra ya más de 28.000 muertes según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad.
Los efectos secundarios del uso de mascarillas
Las mascarillas son de uso obligatorio ya en muchos países, pero este elemento tiene algunas consecuencias negativas que incomodan a sus usuarios. El sudor, la sensación de asfixia, sequedad en la zona que permanece cubierta y ansiedad son el resultado de llevar la mascarilla puesta durante largos periodos de tiempo.
En torno a este tema han surgido también bulos, el que más viral se ha hecho dice que “las mascarillas podían producir hipoxia, una falta de oxígeno en sangre que puede provocarnos una sensación de mareo” pero no es más que eso, un bulo, ya que las mascarillas filtran partículas, no retienen el aire, el cual puede entrar y salir a través de los materiales de los que están compuestas
¿Las mascarillas provocan ansiedad?
Lo cierto es que sí, la sensación de agobio que puede desembocar en ansiedad proveniente de no estar acostumbrados a su uso existe, sobre todo si las llevamos durante prolongados periodos de tiempo.
La ansiedad por el uso de mascarilla es real, pero no es un síntoma generalizado. Un problema en la percepción es la principal causa de la ansiedad, que conlleva una sensación de nervios y angustia y depende de los rasgos de la personalidad de la persona.
Además, las personas que previamente sufrían de ansiedad son más proclives a padecer ansiedad por el uso de mascarilla, manifiestan más predisposición y sentirse hipervigilantes.
Qué hacer si la mascarilla te provoca ansiedad
- Busca un sitio apartado donde no pase gente y retira temporalmente la mascarilla para recuperar el ritmo de la respiración de forma pausada. No te toques la cara y sigue las pautas de Sanidad para su retirada.
- Lleva siempre contigo otra mascarilla por si tienes que retirarla repentinamente.
- Sigue el uso recomendado por los fabricantes y cámbiala cuando se aconseja, dado que tienen unas propiedades que las mantienen en buena forma, que se deterioran con el uso reiterado.
- Habla con un psicólogo que te ayude a controlar la respiración a través de ejercicios y relajación. En Siquia nuestro equipo de psicólogas online expertas en ansiedad te enseña por videoconferencia para evitar el contacto y mantener la distancia social.
- Toma los tratamientos para la ansiedad que te hayan recetado y sigue la dosis de forma adecuada, sin saltártela, para evitar las crisis de ansiedad.