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La obsesión por la delgadez y el ideal de belleza impuesto por la sociedad han llevado a un fenómeno preocupante conocido como megarexia. En un mundo donde los cuerpos esbeltos y tonificados se presentan como sinónimo de éxito y felicidad, muchas personas luchan incansablemente por alcanzar una imagen corporal perfecta, sin importar las consecuencias; en mayor medida si se trata de personas con megarexia.
¿Qué es la megarexia?
La megarexia es un trastorno alimentario que se caracteriza por una distorsión de la percepción del peso corporal. Las personas que padecen megarexia se ven a sí mismas con un peso adecuado y saludable, incluso cuando en realidad sufren de obesidad. A diferencia de la anorexia, donde los pacientes se ven más gordos de lo que realmente son, en la megarexia ocurre lo contrario.
Para quienes sufren de megarexia, tener un exceso de peso es percibido como un signo de fuerza y vitalidad, y no comprenden por qué deberían adelgazar si se ven bien de esa manera. De hecho, es común que consideren delgadas a aquellas personas que tienen un peso equilibrado.
Esta situación tiende a ser estable y resistente al cambio, similar a otros trastornos alimentarios. Las personas con megarexia suelen mantener una dieta hipercalórica, donde alimentos como bollería industrial, fritos, dulces o snacks ocupan un lugar predominante.
La megarexia es un fenómeno complejo que requiere comprensión y atención, ya que puede tener repercusiones tanto en la salud física como en la salud mental de quienes la padecen.

¿Cuándo aparece la megarexia?
La megarexia, también conocida como trastorno dismórfico corporal, se caracteriza por una distorsión de la percepción del peso corporal.
Al igual que con la mayoría de los trastornos psicológicos, la megarexia no tiene una única causa que explique completamente su aparición. En cambio, diversos factores genéticos, ambientales y sociales contribuyen a su desarrollo y persistencia.
A menudo, las personas que padecen megarexia han crecido en un entorno familiar donde uno o ambos progenitores tienen una relación poco saludable con la comida. Este tipo de ambiente aumenta las probabilidades de desarrollar este trastorno.
A pesar de su relevancia, es importante mencionar que la megarexia tampoco se encuentra oficialmente reconocida en el DSM (Manual de diagnóstico estadístico de los trastornos mentales). Fue el Dr. Jaume Brugos quien introdujo el término «megarexia» por primera vez en uno de sus trabajos publicados en 1992, específicamente en su libro titulado «Diet Isoproteica». Aunque este trastorno no figura en las clasificaciones diagnósticas ampliamente utilizadas, su concepto ha sido objeto de investigación y debate en el campo de los trastornos alimentarios.
El consumo de alimentos poco saludables suele asociarse con problemas de autorregulación emocional. Además, una baja autoestima y un estado de ánimo negativo pueden facilitar la aparición y el mantenimiento del trastorno.
Es importante tener en cuenta que la megarexia es un tema complejo y multifacético, y que cada persona puede tener una combinación única de factores que contribuyen a su desarrollo. El entendimiento de estas causas puede ayudar a abordar el trastorno desde una perspectiva más comprensiva.
Síntomas
Los síntomas de la megarexia pueden variar de una persona a otra, pero los más comunes son:
- Distorsión de la imagen corporal. Las personas con megarexia tienen una percepción distorsionada de su propio cuerpo. Aunque su peso y apariencia física indiquen obesidad, ellos se ven a sí mismos como alguien con un peso normal o incluso delgado.
- Negación del problema. Las personas con megarexia suelen negar o minimizar su exceso de peso. A pesar de las evidencias médicas o de la opinión de los demás, se rehúsan a aceptar que tienen un problema de peso.
- Idealización de la obesidad. Para quienes sufren de megarexia, tener un exceso de peso puede ser percibido como algo positivo. Lo ven como sinónimo de fuerza, vitalidad y belleza, y no comprenden por qué deberían perder peso si se sienten bien así.
- Comparación errónea. Las personas con megarexia suelen percibir a otras personas con un peso equilibrado como delgadas, incluso cuando en realidad tienen un peso normal. Esto puede llevar a una constante comparación y una distorsión de la realidad.
- Hábitos alimentarios poco saludables. Aunque parezca paradójico, las personas con megarexia suelen mantener una dieta hipercalórica, consumiendo alimentos poco saludables y ricos en grasas y azúcares. Estos patrones alimentarios pueden contribuir al mantenimiento de su peso y agravar el trastorno.
- Impacto en la vida diaria. La megarexia puede afectar negativamente la calidad de vida de quienes la padecen. Pueden experimentar dificultades en las relaciones personales, el rendimiento académico o laboral, y la salud física y mental en general.
Si sospechas que tú o alguien cercano pueda estar sufriendo de megarexia, es importante buscar ayuda profesional. Los especialistas en salud mental y trastornos alimentarios están capacitados para realizar un diagnóstico adecuado y brindar el tratamiento adecuado para superar este trastorno.

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Pide citaBeneficios de la terapia online
La terapia online ha demostrado ser una herramienta efectiva en el tratamiento de la megarexia, ofreciendo una serie de beneficios significativos para quienes padecen este trastorno:
- Accesibilidad: la terapia online elimina las barreras geográficas y facilita el acceso a profesionales especializados en trastornos alimentarios, incluso cuando no se encuentran físicamente cerca del paciente. Esto es especialmente beneficioso para aquellas personas que viven en áreas remotas o que tienen dificultades para desplazarse.
- Comodidad y flexibilidad: permite a los pacientes recibir tratamiento desde la comodidad de su hogar, lo que reduce la ansiedad y el estrés asociados con los desplazamientos. Además, ofrece una mayor flexibilidad en cuanto a horarios, ya que se pueden programar sesiones de terapia en momentos convenientes para el paciente.
- Privacidad y anonimato: al realizar la terapia desde casa, los pacientes pueden sentirse más cómodos y protegidos, lo que fomenta un entorno de confianza y apertura. La terapia online también brinda la opción de mantener el anonimato, lo que puede resultar especialmente valioso para aquellos que desean mantener su trastorno en privado.
- Uso de herramientas digitales: durante las sesiones de terapia online, se pueden utilizar diversas herramientas digitales, como videos, presentaciones, cuestionarios interactivos y recursos multimedia, para enriquecer el proceso terapéutico. Estas herramientas pueden ayudar a mejorar la comprensión y la participación del paciente.
- Apoyo continuo: permite un mayor contacto y seguimiento entre el paciente y el terapeuta. A través de mensajes o correos electrónicos, se puede brindar apoyo adicional, responder preguntas y proporcionar orientación entre las sesiones programadas. Esto contribuye a mantener un nivel de compromiso y motivación durante todo el proceso terapéutico.
Si estás considerando buscar ayuda para tratar la megarexia, la terapia online puede ser una opción eficaz y conveniente. Recuerda que es fundamental trabajar con un profesional especializado en trastornos alimentarios para recibir un tratamiento adecuado y personalizado.
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