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A veces algo tan sencillo como subirse a un escenario y hablar en público puede convertirse en un infierno para algunas personas, el hecho de que haya miles de miradas observándonos puede llevarnos a una situación de pánico extrema difícil de controlar. Hoy hablamos del miedo escénico.
¿Qué es el miedo escénico?
El miedo escénico es una reacción de ansiedad que se da ante una situación social específica. Esta reacción puede aparecer cuando una persona tiene que realizar algún tipo de tarea en público como cantar, hablar o actuar. Es un estado de alta activación fisiológica que produce un gran malestar a quien está realizando la actividad.
Hay algunos artistas que recalcan que es no es posible hacer una buena representación sin ese miedo y si es cierto, que para realizar cualquier tipo de actividad se necesita un nivel de activación fisiológica, es decir, si tenemos una mayor activación obtendremos un mejor rendimiento hasta el punto en el que empezará a disminuir si sigue aumentando.
Este punto llamado nivel óptimo de activación, que gráficamente se podría representar en forma de U invertida, no es el mismo para todo el mundo, ya que el cuerpo de cada persona se comporta de forma distinta.
A pesar de la cantidad de artistas que lo sufren y de su importancia, no se encuentra entre los miedos más buscados en Internet.

¿Por qué se produce el miedo a hablar en público?
Según Elena Mató, especialista en psicología, el miedo escénico se puede producir por dos motivos:
- Para la persona que está en el escenario, el público le importa y se siente evaluada y observada por él, tiene miedo a que la rechacen y siente una responsabilidad de gustar para estar al nivel que el público espera. Mirando el lado positivo, este motivo lleva a la persona a esforzarse y sacar lo mejor de ella.
- El más habitual es que la persona no esté acostumbrada a estar delante de tanta gente realizando una actividad. A veces, un desencadenante también puede ser un episodio puntual que le haya ocurrido y le haya conllevado a un trauma que hace que le sea difícil exponerse ante los asistentes. No saber responder a una cuestión, quedarse en blanco, encontrarse mal o desmayarse pueden ser algunas de las consecuencias.
El miedo escénico puede hacer que una persona no sea capaz de subirse a un escenario, dar una charla o cualquier otra actividad. Según los expertos, también puede estar relacionado con el miedo al éxito.
¿Cómo identificar un episodio de miedo escénico?
Saber si estamos sufriendo un episodio de miedo escénico es sencillo, ya que se puede manifestar con muchos síntomas, e incluso ser capaz de ocasionar un ataque de ansiedad.
Se encuentran tres niveles:
- Nivel físico: sensación de ahogo o dificultad para respirar, náuseas, mareos, diarreas, sudores, taquicardia, ganas de orinar constantemente temblores, boca seca, dolor de cabeza agudo, enrojecimiento de la cara, tensión muscular…
- Nivel psicológico: dificultad para atender, desconcentración, dispersión, falta de memoria, confusión. Pensamientos negativos sobre la persona misma o sobre su actuación. Miedo a fracasar, a hacerlo mal, a quedarse en blanco… También aparecen pensamientos negativos anticipatorios sobre lo que va a ocurrir.
- Nivel conductual: hablar en voz baja, hablar muy rápido, torpeza, trabarse, tartamudeo, quedarse en silencio… Siempre acompañado de un deseo de escapar de la situación.

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Pedir cita¿Cómo gestionarlo?
Cuando una persona ha aceptado que tiene este problema y quiere solucionarlo puede seguir una serie de consejos que la ayudaran a ello:
- Entender que la ansiedad es una información que envía el cuerpo y que hay que aprender a gestionar, es decir, hay que ver al miedo como un aliado, no como un enemigo.
- Para superar el problema hay que enfrentarse a él. Huir puede parecer bueno en el momento, ya que es un alivio, pero no nos damos cuenta de que es momentáneo y que, a largo plazo, este miedo y esta sensación de incapacidad irá aumentando.
- No hay que eliminar la ansiedad ni luchar contra ella, hay que identificarla y saber llevarla. Las técnicas de relajación y respiración son necesarias haberlas realizado antes para comprobar su efecto, no a todas las personas les funcionan las mismas.
- Pensar positivamente en el pasado. Recordar situaciones que resultaron exitosas a pesar de las complicaciones es muy satisfactorio ya que el sentimiento de capacidad aumentará.
- No podemos ser duros con nosotros mismos, tenemos que comprendernos y ser flexibles, ya que si nos presionamos y nos autocriticamos solo conseguiremos bloquearnos y no saber salir de ahí.
- Aceptar los errores y tomarlos como un aprendizaje y no como algo negativo. Hay que mirar el lado bueno de las cosas y reírse de uno mismo y admitir los errores públicamente es lo mejor. Si tratamos de disimularlo será peor y más incómodo para todos, en cambio, si los reconocemos, nos sentiremos más apoyados por el público.
- Disfrutar de la actuación. Si nos fijamos en el público nos desconcentraremos, en cambio, si tenemos la mente ocupada pensando en nosotros mismos y en lo que tenemos que decir todo irá mejor.
- Practicar y tener experiencias, ya que uno de los motivos del miedo escénico viene dado por la falta de costumbre en estas situaciones.

Por otro lado, para llegar al nivel de activación que hemos mencionado anteriormente, existen diferentes técnicas dependiendo de la necesidad.
La técnica de relajación más útil suele ser la respiración. Controlar la respiración es lo más importante ya que de esta forma nuestras pulsaciones se verán controladas.
Además, si nos centramos en las fases de la respiración y en los movimientos de los órganos implicados prevenimos la ansiedad cognitiva e impedimos a nuestra mente sumergirse en una serie de pensamientos anticipadores negativos.
Es importante entrenar esta técnica en ambientes cercanos como, por ejemplo, en casa, pues así tendremos más práctica y podremos usarla en cualquier momento que lo necesitemos.
Por otro lado, aunque el exceso suele ser la causa más común de los problemas de la activación, no hay que olvidar que un defecto de esta puede llegar a ser igual de perjudicial por lo que es conveniente tener en cuenta la existencia de este tipo de técnicas de activación.
El papel del miedo
El miedo es una emoción que se asocia a algo negativo cuando necesariamente no tiene por que ser así. Es adaptativo y existe para intervenir en nuestra supervivencia, para que podamos luchar ante las amenazas de nuestra vida.
Sin embargo, en nuestra especie, el miedo se ha disparado y ahora aparece en ocasiones que no deberían aparecer como un examen, una entrevista de trabajo, una actuación…
Es uno de los problemas más comunes entre famosos. Julia Roberts, Nicole Kidman, Pastora Soler y Harrison Ford son algunos de los muchos famosos que lo sufren.
Y aunque las técnicas de relajación ayuden, lo aconsejable es mirar detrás de ese miedo y ver qué es exactamente lo que lo produce, ya que muchas veces puede estar relacionado con la falta de autoestima de las personas.