«Estar todo el día quejándote es lo peor que puedes hacer para sentirte bien, incluso puede llegar a ser malo para tu salud y para tu futuro», apunta Miguel Ángel Rizaldos Lamoca, psicólogo especializado en psicología clínica con más de veinte años de experiencia. Combina su trayectoria profesional como doctor en el Centro de Rehabilitación Psicosocial «La Elipa» y como docente en programa de tutor de prácticas en la facultad de psicología de la Universidad Autónoma de Madrid. Ha colaborado en múltiples medios y recoge una larga lista de artículos publicados.
¿A quiénes están orientados tus servicios?
Ofrezco asesoramiento técnico profesional, apoyo emocional, intervención en crisis y terapia psicológica en todos aquellos problemas que puedan presentarse a lo largo de las diferentes etapas de la vida, infancia, adolescencia, y edad adulta.
¿Cuáles son los problemas más frecuentes con los que te encuentras en tus pacientes?
Trastornos relacionados con la ansiedad y la depresión, también orientación en el manejo y educación de los hijos.
¿Qué tipo de terapia aplicas?
La terapia cognitivo conductual.
¿Nos podrías describir cómo es una primera sesión? ¿Cuáles son los pasos previos al diagnóstico?
Básicamente, la primera sesión es esencial para la recogida de información y, si es debido, para la aplicación de alguna prueba pertinente. Antes de desarrollar un buen diagnóstico se debe hacer la evaluación del problema que nos tramite el paciente.
En ocasiones, son los propios familiares de los pacientes los primeros que se interesan en la búsqueda del profesional para ayudar a su allegado. ¿Cómo se abordan estas situaciones cuando el paciente no es el convencido de acudir a un terapeuta?
Acudir a un profesional de la psicología clínica suele costar a algunas personas por distintos motivos, que suelen ir atados a varios mitos que trato de desmentir a mis pacientes. Ir al psicólogo no es de locos, ya que significa que uno tiene un problema e inteligentemente busca un profesional que le asesore. La excusa de que el tratamiento es caro no me sirve, ¿no es más costoso padecer el sufrimiento? Negar el problema es bastante recurrente, por lo que yo aconsejo que ese veredicto mejor se deje en manos del profesional. Por último, el mito de que uno debe solucionar sus problemas… ¡falso también! Reconocer que se está mal es humano y nadie es capaz de solucionar sus problemas solo.
¿Dispones de alguna cifra de pacientes atendidos o número de terapias a lo largo de tu carrera?
En el transcurso de mis veinte años de experiencia he tratado más de 300 pacientes.
¿Qué ventajas consideras que aporta la terapia online al paciente?
Podría apuntar algunas ventajas. Por un lado, el hecho de ser desde tu propia casa: de este modo rompemos con las barreras geográficas y permitimos que el paciente tenga acceso al psicólogo que desees, esté donde esté. Además, la terapia online ahorra los desplazamientos: internet nos brinda la oportunidad de disponer del apoyo de un psicólogo en el espacio que deseemos, ¡algo hasta ahora impensable! Ya sea en casa, en la oficina, con la familia… sin perder tiempo ni dinero en desplazamientos.
Por otro lado, esta agilidad también permite obtener una segunda opinión a través del trabajo de otro profesional. Se debe también destacar la existencia de una mayor capacidad de elección entre los profesionales: no tienes que limitarte a profesionales de tu barrio o de tu ciudad, la atención psicológica online te permite dar un paso más y buscar al profesional que más te gusta, por especialidad, feeling o tipo de terapia, sin importar dónde esté ubicado y te podrá atender como a un paciente más.
Otro apunte sería la comunicación eficiente: tú eliges el espacio de tu consulta, ya sea tu casa, tu despacho, tu habitación, el lugar donde ocurren las cosas que son importantes para ti o que incluso te preocupan. Y por último añadiría que la terapia online está adaptada a las nuevas realidades de comunicación: nadie duda de la validez de la terapia tradicional, pero actualmente nos comunicamos cada vez más frecuentemente a través de medios digitales: el móvil, aplicaciones, mensajería instantánea, e-mail, redes sociales, videoconferencia. ¿Por qué no trasladar esta realidad a la comunicación con el psicólogo?
¿A través de qué métodos asesoras y atiendes a los pacientes que están lejos geográficamente de ti?
Chat, videoconferencia, email… Los más comunes y prácticos a la vez.
Es fácil que los pacientes encuentren en internet y otros medios anuncios y reclamos de personas que ejercen actividades terapéuticas o de coach pero que no son psicólogos ni profesionales. ¿Qué le recomiendas a estos pacientes que no saben a quién acudir? ¿Cómo diferenciar del profesional válido del que no lo es?
Creo que debe ser alguien que te inspire confianza por los datos que tengas de él y de su trayectoria profesional , como pueden ser publicaciones en las redes sociales, en revistas, a través de la opinión de otros pacientes, etc.
¿Ofreces talleres, charlas, encuentros prácticos con pacientes?
No, aunque no descarto hacerlo y ¡acepto propuestas!