Mitos e ideas erróneas sobre el suicidio

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El suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte violenta en nuestro país, superando a los accidentes de tráfico. Pero a diferencia de éstos, no se percibe una reacción por parte de la sociedad, posiblemente debido a que el conocimiento sobre el suicidio no se ha divulgado convenientemente y de forma objetiva, siguiendo vigentes muchos mitos o creencias sobre el mismo.

Tratar el tema del suicidio no es fácil ya que en él intervienen muchos factores. Además, es relativamente fácil caer en estereotipos sobre el suicidio, en mitos o en argumentos morales que poco ayudan a la persona o familiares. No debemos quedarnos indiferentes ante la magnitud de este problema y las siguientes páginas tienen precisamente ese objetivo y el de poder influir en el suicidio de modo positivo.

Las creencias erróneas más comunes sobre el suicidio se pueden resumir en:

suicidio

Creencia errónea: El que se quiere matar no lo dice
Esta creencia conduce a no prestar atención a las personas que manifiestan sus ideas suicidas o amenazan con suicidarse.De cada diez personas que se suicidan, nueve manifestaron claramente sus propósitos y la otra dejó entrever sus intenciones de acabar con su vida.

Creencia errónea: El que lo dice no lo hace
Esta idea conduce a minimizar las amenazas suicidas, que pueden considerarse erróneamente como chantajes, manipulaciones, alardes, etc. El que se suicida pudo expresar lo que ocurriría con palabras, amenazas, gestos o cambios de conducta.

Creencia errónea: Todo el que se suicida es un enfermo mental
Esta idea confunde el suicidio y la enfermedad mental. Los enfermos mentales se suicidan con mayor frecuencia que la población general, pero no necesariamente hay que padecer un trastorno mental para hacerlo. No hay duda de que todo suicida es una persona que sufre.

Creencia errónea:El suicido se hereda
Llevar a creer erróneamente que lo que está determinado por la herencia es imposible modificarlo. Aunque el suicidio pueda tener influencia genética, existen una serie de factores protectores que es preciso potenciar (habilidades en la resolución de los problemas, tener confianza en uno mismo, integración social, etc.…)

Creencia errónea: Hablar sobre el suicido  con una persona que está en riesgo le puede incitar a que lo realice
Esta idea infunde temor a la hora de abordar el tema del suicidio en quienes están en riesgo de consumarlo. Está demostrado que hablar del suicidio reduce el riesgo de realizarlo y puede ser la única posibilidad que ofrezca a esa persona para el análisis de sus propósitos autodestructivos.

Creencia errónea: El suicida desea morir
En ocasiones se pretende justificar la muerte por suicidio de quienes lo intentan o consuman. Con frecuencia el suicida está en una posición ambivalente, desea morir si su vida continúa de la misma manera y desea vivir si se produjeran pequeños cambios en ella.

Creencia errónea: El que intenta el suicidio es un cobarde
Pretende evitar el suicidio al equipararlo con una cualidad negativa de la personalidad.
Los que intentan suicidarse no son cobardes sólo son personas que sufren.

Creencia errónea: El que intenta el suicidio es un valiente
Con este pensamiento se pretende equiparar el suicidio con una característica positiva de la personalidad, lo que entorpece su prevención al hacerlo sinónimo de un atributo imitable como es el valor. Los atributos personales como cobardía o valentía no se cuantifican o miden en función de las veces que alguien se intenta quitar la vida o la respeta.

Creencia errónea: Solo los viejos se suicidan
Pensando esto solo conseguimos evadir el suicidio como causa de muerte en edades tempranas de la vida como son los niños y los adolescentes. Los ancianos realizan menos intentos autolíticos que los jóvenes, pero utilizan métodos mas efectivos al intentarlo, lo que lleva a una mayor letalidad.

Creencia errónea: Si se reta a un suicida, éste no lo intenta
Esta creencia pretende probar fuerzas con el sujeto en crisis suicida y desconoce el peligro que significa su vulnerabilidad. Retar al suicida es un acto irresponsable, pues se está ante una persona vulnerable cuyos mecanismos de adaptación han fracasado, ya que predominan precisamente los deseos de autodestruirse.

Creencia errónea: Los medios de comunicación no pueden prevenir el suicidio
Apoyarse en esta idea solo sirve para continuar emitiendo noticias sensacionalistas, con el objetivo primordial de vender, sin tener en cuenta las consecuencias del mensaje emitido. Los medios de comunicación pueden convertirse en un valioso aliado en la prevención del suicidio si enfocan correctamente la noticia sobre el tema y tienen en cuenta las sugerencias de los expertos: publicar señales de alerta de una crisis suicida, dispositivos de salud mental a los que puede acudir, divulgar grupos de riesgo y medidas sencillas que permitan a la población saber qué hacer en caso de detectar a un sujeto con riesgo de suicidio.

Obtener ayuda profesional

Si quieres leer más información sobre el suicidio, puedes descargarte la Guía de práctica clínica de prevención y tratamiento de la conducta suicida pinchando aquí.

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