Mitos sobre los psicólogos online

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A raíz de la pandemia, los psicólogos hemos visto como nuestra forma de trabajar cambiaba e incluso, nuestros centros hasta ahora dedicados en exclusividad a la psicología presencial pasaban a un modelo mixto donde combinamos las sesiones online y presenciales de una forma absolutamente natural.

Para los que llevamos años dedicándonos a la psicología online aparte de la presencial, la pandemia ha puesto a prueba nuestros recursos y nuestra forma de trabajar y parece que hemos conseguido una buena adaptación.

Sin embargo, cada vez que alguien empieza sesiones online hace referencia, directa o indirecta a alguno de los siguientes mitos que vamos a intentar aclarar:

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1. La terapia online no sirve de nada

En absoluto. La terapia online bien aplicada como cualquier otro tipo de intervención, es igual de eficaz que las sesiones presenciales y además, suele ser más barata, lo cual no significa que sea gratuita tanto para el paciente como para el psicólogo.

Al primero le ahorra gastos de transporte. Por ejemplo, mientras que al psicólogo y especialmente, si es un psicólogo en sus inicios, le ahorra los costes estructurales de un despacho o de un centro que son muchos y nada baratos.

 2. Pero no se puede hacer ni terapia de pareja ni familiar…

Es falso que la terapia online sea una cuestión de dos. De hecho, uno de los servicios más demandados es la terapia de pareja online.

Por una parte, la terapia de pareja online puede llegar a ser más beneficiosa incluso, que a nivel presencial puesto que se realiza en el mismo domicilio en donde existe el problema. Cierto es que durante el confinamiento, con los niños alrededor, muchas parejas decidieron no usar este recurso por la pérdida de confidencialidad que creían que tendrían. No obstante, la solución a ello es ajustar la sesión al momento en que la pareja se sienta más cómoda para hablar libremente e incluso en el lugar de la casa, u otros, donde se contribuya a esta confidencialidad y confortabilidad.

Respecto a la terapia familiar, se debe ajustar el tiempo de sesión para conseguir que todos participen y se sientan partícipes e igualmente, en un lugar en que todos vayan a sentirse cómodos y libres para hablar.

3. Cualquiera podría dar psicología online

terapia online sin cuotas fijas mensuales

Podemos entender el prejuicio puesto que estamos en época de intrusismo profesional- No hay más que ver ciertas webs que ofrecían su “ayuda” en el confinamiento y que  posteriormente, fueron cerradas.

Por tanto, si como paciente tienes cualquier duda en este aspecto, actúa como lo harías en una consulta presencial; asegúrate a quien pides cita, dónde has encontrado sus datos, si tiene web y está tiene sellos de calidad pero por encima de todo, si aparece su número de colegiado y si no es así, no dudes en pedírselo en el primer contacto. Si no te lo da , porque te dice que no puede – que, en la mayoría de los casos, debes traducir como “no tengo”- ¡huye de allí!

La psicología online es un tipo de enfoque muy importante en la actualidad que, en cualquier caso, influirá directamente sobre la salud mental de los pacientes atendidos y por ello, quienes te atienden deben ser profesionales capacitados, serios, responsables y que hagan su trabajo con compromiso y sentido ético.

4. La terapia online no es segura

Volvemos con el sentido ético de la profesión y además, con el cumplimiento de la LOPD.

La mayoría de nosotros, usamos plataformas que toman medidas para garantizar que el contenido de las sesiones no se revelará a terceros, puesto que sus datos se hallan encriptados.

Además, como psicólogos debemos respetar las mismas normas éticas que en las sesiones presenciales, entre las cuales, se halla no revelar el contenido de las sesiones a terceros.

5. No se establece una buena alianza terapéutica entre el psicólogo y el paciente

Este es uno de los mitos sobre los que más se pregunta “¿conectaremos?”. Y no se refieren a la conexión por wifi o por fibra, sino al vínculo necesario entre paciente-psicólogo para que la terapia funcione. Sin embargo, los psicólogos tratamos igual a todos los pacientes, como personas, no como el “paciente online” o el “paciente presencial. Y aunque dicha aclaración puede resultar de perogrullo, a veces, es necesaria para vencer esa primera barrera; la del miedo.

Y no cualquier miedo, sino el “miedo a no conectar” por la distancia física, geográfica, por la barrera física que supone la pantalla. Pero ese miedo percibido va a desaparecer en la primera sesión.

Obviamente, de la misma manera que en la psicología presencial, existe la posibilidad de que no te sientas cómodo o a gusto con tu psicólogo. Estás en tu derecho a buscar otro profesional. Y de la misma manera, hay la posibilidad que no te acabes identificando con ningún profesional pero también te puede ocurrir con la psicología en forma presencial.

6. Hacer terapia online es como leer un artículo en un blog

¡De ninguna manera! Vamos a imaginar que acabas de leer un artículo acerca de cómo volver a confiar en tu pareja tras una infidelidad en este mismo blog, en el cual te intentamos explicar cuáles son las causas del comportamiento de cada uno de los miembros de la pareja tras la infidelidad o cómo lo puedes intentar afrontar. Sin embargo, si este es tu caso concreto y quieres cambiar tu situación deberás sanar todo aquello que te llevo a ti o a tu pareja a ser infieles.

Para realizar ese cambio en el pensamiento, en la emoción y en la conducta, necesitas acudir a un psicólogo online con la misma eficacia que presencial. Como ya he dicho antes, quien te ayudará de una manera efectiva. Os ayudará a ambos a producir el cambio que con la sola lectura de un artículo en un blog, no puede conseguir.

7. Explicar mi cosas en un foro es lo mismo que hablar con un psicólogo online, y más barato

¿Os acordáis del famoso mito “mi amigo es mi mejor psicólogo”? Quedamos en que era falso ¿cierto? En este caso se trata de lo mismo pero aplicado, en la mayoría de los casos, a personas desconocidas.

Y aunque tener una buena red social, de calidad,  es muy importante en el tratamiento de los trastornos psicológicos, un amigo o la persona de un foro es alguien que no puede hacer, al mismo tiempo, la función de psicólogo porque no tiene los conocimientos adecuados acerca de la conducta y las emociones adecuado para poder ayudarte.

Además, pediría mucha prudencia al interactuar en foros puesto que allí por un lado, demasiadas veces se comparten exceso de datos personales, sin encriptación, con lo cual son visibles a terceros y por otro, no hay que considerar las ideas vertidas en un foro como información que sustituya la necesaria visita médica o psicológica, de la misma manera que si tienes una otitis no lo divulgarás en un foro, sino que acudirás al médico para que te trate.

8. El psicólogo online sólo te puede dar consejos pero no hacer un tratamiento

El psicólogo que hace sesiones online y que esta debidamente acreditado como PGS o PIR es igual de psicólogo que el que hace sus sesiones únicamente de forma presencial o lo hace de una forma mixta y por tanto, el psicólogo online puede hacer primeras entrevistas, evaluación psicológica, sesiones de devolución y, por supuesto, intervenciones o tratamientos.

Por otra parte, los psicólogos online no damos consejos sino pautas para favorecer los cambios necesarios en nuestros pacientes. Los consejos, son más cosa de los amigos y como ya sabéis, no puede existir una relación personal entre paciente y psicólogo.

De hecho, durante el confinamiento hemos podido seguir haciendo seguimientos y tratamientos recién iniciados, incluso en casos como el mío, en que hago uso de las terapias de tercera generación de una forma importante, como la realidad virtual.

¿Se os ocurren más mitos y prejuicios entorno la psicología online?

Imagen de Maria Dolors Mas
Sobre Maria Dolors Mas Nº Colegiada 17222 con 15 años de experiencia. Especialista en ansiedad, depresión y toda lo relacionado con salud mental de niños y adolescentes.
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