Nuestros adolescentes se inician cada vez más temprano en el consumo de alcohol y drogas lo cual provocará, de una forma más rápida, complicaciones tanto a nivel de salud como académico e, incluso, de relaciones interpersonales. Todo ello, sin embargo, viene en gran parte propiciado por la falta de información ante la que se hallan cuando van a realizar su primer consumo, siendo esta tanto a nivel familiar como escolar, agentes socializadores principales y mostrándose el consumo de alcohol y drogas respecto como una forma de “éxito” mal entendido o de estar “a la moda de…” o “de ser guay”. En cualquier caso, patrones erróneos de conducta para unos adolescentes que tendrán mucho tiempo por delante para decidir si quieren arriesgar su salud en pro de unas enclenques ganancias. A partir de aquí, surgen una serie de mitos y  creencias, absolutamente falsos, tanto sobre el alcohol como las drogas, que vamos a intentar “desenmascarar”

Mitos falsos sobre el consumo de alcohol y drogas en adolescentes

Llamamos mitos a las creencias compartidas que tiene la gente, la mayoría de las cuales, son falsas. Te vamos a mostrar muchos de estos mitos que te pueden contar para convencerte de que las drogas son buenas… sólo que te vamos a contar la verdad:

Las drogas ilegales (como la cocaína y la marihuana) son más peligrosas que las legales (como el alcohol, el tabaco y los psicofármacos)”. Esto es falso ya que muchas drogas legales como el alcohol, producen una mayor dependencia tanto física como psicológica y, por tanto, un mayor peligro.

C23clavo4Puedes iniciarte con drogas blandas y seguir con drogas duras. Por tanto, un consumo lleva al otro”: Esto es falso porque nos hace creer que el adolescente es víctima de las drogas ya que no puede hacer nada contra su poder. Esto no ocurre así. En la mayoría de los casos, se le ofrece al adolescente un porro, por ejemplo, dentro de un grupo. Puede optar por pasar, pero acabará siendo visto como el “raro” por el resto del grupo, que se reirá de él. Por este motivo, el denominado poder de la influencia del grupo acaba siempre aceptando, aunque podría haber decidido lo contrario

“Como se drogan, para pagarlo, los jóvenes tienen que robar”. Absolutamente falso y, además, es una asociación de droga con delicuencia y con adolescencia que nada tienen qué ver. De hecho, cometer un delito – el que sea – es un hecho complejo y, normalmente, multifactorial.

“Sólo puedes recuperarte de una adicción mediante una hospitalización”. También es una idea equivocada. Fortalecer las relaciones sociales del joven es determinante para que pueda recuperarse de su adicción. Además, debemos pensar que los tratamientos siempre son personalizados y que el ingreso hospitalario se reserva para aquellos casos en que se halla en peligro la vida del adolescente o de terceros.

“Las drogas legales no tienen riesgos”. A pesar de que el alcohol y el tabaco sean sustancias legales y, hasta hace cierto tiempo, no excesivamente mal vistas por la sociedad, lo cierto es que siguen siendo drogas  ya que actúan sobre el organismo produciendo efectos negativos y, además, pueden generar tolerancia y dependencia. 

“Las drogas naturales no comportan ningún riesgo para la salud”. Esto no las hace inocuas e inofensivas.Entre estas sustancias se hallan determinados tipos de marihuana y setas, con efectos muy potentes, ya que producen alteraciones en el funcionamiento normal del cerebro. 

“Es que tengo que fumar para tranquilizarme”. El tabaco es una droga estimulante del sistema nervioso.La sensación de bienestar que produce proviene de la falta de nicotina en el cerebro  porque se suprime el síndrome de abstinencia. 

“El tabaco light no es malo para la salud”. Es falso. Contiene las mismas sustancias que el tabaco normal y sólo se ha reducido la concentración de nicotina y alquitranes. Además, los fumadores inhalan con más frecuencia y más intensamente debido a la baja concentración de nicotina, con lo cual aumentan la ingestión de otros tóxicos. 

“Pero, ¡ seguro que también fumas!”.En España fuma el 29,5% de los adultos mayores de 16 años. El resto, no han fumado nunca o bien, ya lo han dejado.

“Yo sólo bebo alcohol los fines de semana”.Consumir alcohol de una forma importante, aunque sea puntual, puede acarrear efectos tan importantes para la salud como los derivados de un coma etílico así como todos aquellos asociados a conductas de riesgo; por ejemplo, conducir bajo los efectos del alcohol, prácticas sexuales sin protección y las posibles consecuencias de todo ello.

“ Cuando bebo alcohol, me ayuda a entrar en calor”. En una fase inicial el alcohol, dilata los vasos sanguíneos lo cual puede producir cierta sensación de calor. Sin embargo, después, se produce una pérdida rápida de esté mismo calor corporal.

“Después de beber mucho, el truco es tomarse un café y luego ya se puede conducir sin peligro”.  Necesitas tiempo para que tu cuerpo elimine todo el alcohol que has tomado. Lo que conseguirás con un café es ponerte tenso pero no alerta –que sería lo que en realidad buscabas-ni tampoco mantener tus sentidos al nivel suficiente de antes de beber el alcohol.

“Cuando llevo alguna copita de más, ligó mucho más” Es cierto que, inicialmente, el alcohol proporciona una sensación de euforia y desinhibición, con lo cual se pierde la vergüenza a la hora de hablar, bailar… Sin embargo, lo que se está obteniendo es una percepción distorsionada de la realidad y, por ello, se pueden hacer cosas que no se harían en estado lúcido. 

“Si vomitas,aumentas  la eliminación de alcohol”. Tal y como ya hemos dicho, ni vomitando, refrescándose o tomando café son métodos efectivos para eliminar el alcohol que tenemos circulante en sangre de una forma más rápida.Por otra parte, la única ayuda será para que el joven se siente más despierto.

“El cannabis tiene efectos terapéuticos”. Por partes: se ha demostrado que algunos principios activos de esta sustancia tienen efecto terapéutico pero no el cannabis en sí. Como segundo punto, se usan para el cuidado paliativo de enfermedades muy graves como, por ejemplo, el cáncer. Y, en último lugar, que tengan este potencial terapéutico no implica, automáticamente, que sean sanas. Por ejemplo, está comprobado que determinados analgésicos tienen un elevado potencial terapéutico, de manera que si tengo dolor de cabeza, podré tomar uno, teniendo muy en cuenta la posología y los posibles efectos secundarios. Por tanto, este analgésico no va a ser, necesariamente, sano.

“ Si fumas porros, es imposible que te vuelvas adicto”.Ciertamente, la mayoría de los adolescentes  fumadores de porros no está enganchada pero hay algunos que muestran una elevada dependencia. Algunas pistas para saber si se está enganchado es cuando se fuma solo, para evadirse de los problemas, por la mañana, si te pones nervioso por no haber consumido, … Hay que tener en cuenta que, muchas veces, los porros se hacen con tabaco, sustancia muy adictiva y esto comporta que, a veces,  aumente el consumo y la probabilidad de dependencia.

“Cuando tomas cocaína, aumentan tus relaciones sociales”. El efecto estimulante de la cocaína puede dar una falsa sensación de seguridad en uno mismo y cierta sociabilidad. Es un efecto pasajero, acompañado de una bajada intensa que causa fatiga, depresión, mal humor e, incluso, agresividad.  

“Los maltratadores consumen mucho alcohol y eso les hace violentos”.Aunque el alcohol y otras drogas reducen los umbrales de inhibición y pueden actuar como detonante de violencia, los factores de riesgo más importantes en los  maltratadores son las creencias interiores y los rasgos de personalidad. Por tanto, no todas las personas adictas serán violentas. 

“Al tomar cocaína, no se notan  los efectos del alcohol”. Es una sustancia estimulante que puede enmascarar el efecto depresor del alcohol pero no eliminarlo o disminuirlo. Por tanto, aunque se produce una cierta sensación de control de la situación, las capacidades cognitivas y volitivas siguen estando alteradas.

“Dejar la heroína es casi imposible”. Comenzar un tratamiento de deshabituación de la heroína es importante y difícil, pero no imposible. El consumo de heroína tiene asociado un factor de marginalidad y de falta de apoyo social y familiar que suele dificultar la recuperación. Actualmente, hay tratamientos farmacológicos efectivos que facilitan la ddeshabituación y este proceso favorece la incorporación en programas de reinserción social y laboral.

Falsas creencias sobre el consumo de alcohol y drogas en adolescentes

Yo, controlo

Esta falsa percepción de control responde a un mecanismo de defensa, llamado «negación» que permite al joven consumidor seguir tomando drogas aunque ello le haya producido problemas a nivel académico, laboral, de relaciones interpersonales, familiares,…

Es clave para la recuperación de un joven que toma que toma drogas que se haga consciente de que tiene un problema. Sin embargo, no todos ellos tienen la misma capacidad de autocrítica personal y mucho menos de autocontrol, de modo que entrará en acción el mecanismo de acción y la proyección de la culpa y serán los otros quienes “tienen un problema”, al tiempo que huirán de aquellos que les confrontan con una realidad que no quieren ver.

campaña consumo cocainaPuedo dejar las drogas cuando yo quiera

Tampoco, a saber hay tres estadios en el consumo de drogas: uso, abuso y dependencias. Abandonarlas en la primera fase es relativamente fácil, es cierto, pero se complica al avanzar hacia la dependencia porque el uso se ha convertido en un hábito (igual que comer o ducharse) y esa es la base de la dependencia psicológica (tengamos en cuenta que, por poner un ejemplo, las sectas también actúan buscando la dependencia psicológica y no física, porque es mucho más difícil escapar o abandonar).

El que no puede dejar las drogas es porque tiene dependencia física

Nuevo error. Muchos jóvenes piensan que lo más importante es “lo que nos pide el cuerpo” y, según ello, se ven o no capaces de poder pasar un síndrome de abstinencia. Sin embargo, no es  totalmente así. Es cierto que, durante los síndromes de abstinencia, existen algunos importantes síntomas fisiológicos pero su duración temporal es corta mientras que las ganas de consumir (aquello que se conoce como “craving”) es a más largo plazo, a pesar de que no queden rastros de droga en el organismo.

Por ejemplo en el tabaco, la nicotina, es la sustancia que causa la dependencia física, tarda en eliminarse días, mientras que los ex-fumadores siguen sintiendo las ganas de fumar meses e, incluso, años después.

Esto es debido a la dependencia psicólogica ya que al ser fumadores durante años, el tabaco se ha instaurado como un hábito de difícil modificación.

El que no puede dejar las drogas es porque no tiene voluntad 

Se han encontrado alteraciones en las regiones cerebrales responsables de la voluntad y el autocontrol en adictos. Sin embargo, es difícil saber si estas alteraciones son consecuencia de la adicción o estaban allí con anterioridad a la misma. En todo caso, lo que suele ocurrir es que las adicciones suelen coexistir con otros trastornos psicológicos y, por tanto, la fuerza de voluntad no tendría mucho qué ver ya que estaríamos hablando de las denominadas patologías duales.

En cualquier caso, lo que sí es cierto, es que debe haber un deseo y una motivación para abandonar el consumo para que el tratamiento de la adicción tenga éxito.

Una droga determinada produce igual efecto en cualquier persona

No es cierto. Las propiedades de la droga se relacionan con los efectos que van a producir. Además, también tendremos en cuenta las características de las personas que la toman, la situación en que la consumen, si están tomando medicación o si han tomado alcohol u otras drogas. Por tanto, cada persona, como ser único e irrepetible, va a reaccionar de una forma única, irrepetible y distinta a cada droga, lo cual provocará que se puedan hacer más dependientes a unas drogas que a otras.

Las drogas me producen placer

Obviamente, algo de placer deben producir porque es de suponer que, de lo contrario, los jóvenes no se arriesgarían a consumirlas. Pero, ¿a qué precio?

Ante todo, decir que muchas veces las drogas producen efectos paradójicos, es decir, el efecto contrario al esperado. En este caso, un intenso malestar. Por ejemplo, tenemos un adolescente con ansiedad y toma cocaína, es más posible que sienta aún más ansiedad. También son de sobra conocidos los “malos viajes” que, en muchas ocasiones, dan las setas alucinógenas o la sensación de tristeza vital que puede llegar a sentir una joven con dependencia del alcohol.

Por otra parte, los que son consumidores habituales han pasado por un proceso en que, sólo durante la fase inicial (luna de miel o refuerzo positivo) se toma la droga porque se siente dicho placer pero, con el tiempo, se va apaciguando dicho placer.

Las drogas me ayudan a animarme cuando estoy triste

Muchos jóvenes consumen drogas cuando están aburridos, desmotivados, tristes, sin ilusión, apáticos…

Si estos estados son muy leves, no tenéis que darles mayor importancia. Es imposible estar todo el día y cada día alegre y contento. Sin embargo, si esta falta de ilusión, desmotivación, tristeza, apatía, es algo a lo que ya os habéis acostumbrado porque, ni tan sólo recordáis cuando empezó, entonces os está indicando que tenéis un problema de fondo que puede ser importante. Y, con ello, no hay que asustarse, pero sí acudir a un psicólogo y poneros en sus manos, lo antes posible.

Y, ¡sobre todo! Ni la automedicación, ni la medicación que le fue tan bien a vuestro colega y, mucho menos, las drogas, son la solución. Al contrario, a la larga, lo van a empeorar ya que lo intensificarán.

Tengo que estar alegre

Aunque parezca que no tiene nada que ver, esta falsa creencia está relacionada con la anterior.

Vivimos en la era del hedonismo. Nuestra sociedad pretende alcanzar el placer, en todo momento, sin sentir ninguna frustración, ninguna incomodidad, ninguna espera,… Esta es una creencia que, en mayor o menor intensidad, todos tenemos, ya que somos individuos de una misma sociedad pero cuando en la vida de un adolescente aparece una frustración, por pequeña que sea, no lo acepta como algo normal, que forma y formará parte de su vida, sino que exige obtener alegría por sus propios medios. De todas formas – y como hemos dicho antes – no tenemos que estar alegres ni ser felices todo el tiempo, de hecho, la felicidad es una utopía, existen momentos felices pero no la felicidad como concepto abstracto.

Por tanto, mi sugerencia es que seáis fieles a lo que realmente sintáis y no recurráis al consumo de drogas para cumplir los dictados de una sociedad hedonista, individualista y egocéntrica, sometida a la búsqueda constante del placer.

Si consumo drogas, el sexo opuesto me encuentra más interesante

Muchos fumadores de tabaco empezaron porque creían que iban a resultar más atractivos, más adultos, con más estilo… Actualmente, los fumadores  son rechazados en algunas sociedades y, en la nuestra, están cada vez más marginados. La opinión más generalizada entre  los fumadores es que les importa que su pareja fume…

Lo mismo sucede con otras drogas, a los consumidores suele no importarles demasiado si pareja también consume o no .Hasta que llega el día en que uno de ellos decide dejarlo definitivamente y, entonces, tenemos servido un conflicto de pareja que, seguramente, acabará en la consulta del terapeuta de parejas. Por ello, se ha observado que muchos consumidores prefieren establecer una relación con un chico que no consuma nada, como un elemento protector hacia un posible futuro abuso o adicción y al revés.

Si abandono las drogas y después recaigo, es una señal de fracaso

No, en absoluto, sólo es una señal de que has metido la pata y ahora tienes que sacarla. Las recaídas son “normales “y forman parte del largo proceso que supone acabar con una adicción. En lugar de hundirte y pensar que nunca lo vas a lograr, utilízala como un aprendizaje. Así que si la recaída ha sido debida a la presión del grupo de colegas, tienes alternativas o quedas con ellos cuando se vayan a hacer actividades saludables, que nada tengan que ver con tu adicción, como hacer deporte, o los dejas de ver. La decisión es tuya.

Yo elegí ser adicto

No exactamente. Lo que elegiste fue probarlo, experimentar o curiosear…pero se te fue la mano. Ya que si uno lo hace todos los fines de semana, por ejemplo, y se justifica a sí mismo diciendo;  «sólo son algunos fines de semana y es muy poca cantidad», «la marihuana es buena porque se la recetan a pacientes con cáncer», «todo el mundo lo hace», «soy joven y es mi etapa para hacer locuras», … el tiempo pasa, el consumo aumenta, las excusas se hacen cada vez más difíciles de creer , uno sólo se relaciona con consumidores, empieza a necesitar la droga y su pensamiento, ilusión y comportamiento están empezando a cambiar…y, así, sin darte cuenta,  te has convertido en un adicto aunque, en su día, sólo elegiste probarlo.

Di no a las drogas

En resumen, ¿por qué las drogas son malas?

  • Porque dañan tu cerebro y perjudican tu salud.
  • Porque te acabas enganchando a ellas y te conviertes en «su esclavo».
  • Porque dejarlas es muy difícil.
  • Porque las personas fuertes no las necesitan para ser felices.

Si te ofrecen probar drogas DI, NO. Tu vida te pertenece, no la vendas por nada.

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