Llega ese momento del año en el que, a pesar de que los días son más oscuros y vemos menos el sol, las calles parecen llenarse de luz y colores mágicos que nos avisan de que la Navidad está al caer.
Se oyen villancicos por las calles, las tiendas se llenan de letreros en colores vistosos esperando captar la atención de compradores que buscan lo mejor al mejor precio para regalar a sus familias y seres queridos, con los que se reunirá alrededor de una mesa con comida de todo tipo y dulces deliciosos para cantar más villancicos y abrir paquetes de colores brillantes.
Todo el mundo sonríe, se felicita las fiestas y las conversaciones se llenan de buenos deseos para el año que está a punto de empezar.
Visto así, puede parecer que es la época del año más feliz. Pero, ¿lo es para todos?
La depresión Navideña
Muchos psicólogos sostienen que la Navidad es la época del año en la que más depresiones se producen. La combinación de invierno y fiestas parece afectar a muchas personas.
En efecto, coincidiendo con la Navidad tenemos los días más cortos y las noches más largas. La ausencia de luz, como ya indicábamos en un artículo anterior, es la causante de muchas disregulaciones a nivel físico y mental.
Si además a ello le sumamos el componente familiar, tenemos una buena base para una depresión. La Navidad es una época para reunirse y estar en familia, y es inevitable que en estas reuniones salgan recuerdos dolorosos sobre personas que ya no están o que están lejos y no pueden compartir estos momentos con nosotros.
Son también muy comunes las peleas de Navidad, una comida o una cena que se pretendía armoniosa y en paz, se convierte en un campo de batalla donde exponer todas las quejas y los problemas que no aparecen durante el año. Y es que, pasar mucho tiempo en familia, como ya comentábamos en este artículo, es un predisponente fantástico para el conflicto.
El hecho de que el año presente esté a punto de acabar y se avecine un nuevo año también puede influir en el estado de ánimo de las personas. Mientras para algunos, la perspectiva de un año por estrenar es excitante y motivadora, para otros sentir que se les ha escurrido un año más de entre las manos y que no han logrado conseguir todo lo que se propusieron al principio del mismo puede ser un problema.
Además, en los últimos años, se ha comprobado que la situación económica complicada por la que atravesamos está haciendo que aumente el número de personas que tienen síntomas depresivos durante estas fechas. Parece que si no compramos todo lo que queremos, no podemos satisfacer a amigos y familia.
¿Qué síntomas presenta?
Durante esta época del año son comunes las comidas copiosas e hipercalóricas, una persona que sufra este tipo de depresión estacional, muy probablemente sufra cambios drásticos en el apetito, dejando de comer prácticamente o bien comiendo en exceso, más de lo normal para las fechas. Por consiguiente, es posible que la persona sufra cambios físicos asociados a la ingesta.
También se presenta apatía, es decir, la sensación de no tener ganas ni fuerzas para hacer nada. La persona pierde el interés en actividades que antes le resultaban satisfactorias y se recluye en sí misma.
La sensación de que la persona «no está presente al 100%» también suele ser un síntoma de depresión navideña. Es decir, a la persona le cuesta concentrarse en lo que está pasando en el momento y se le olvidan las cosas importantes del día.
La irritabilidad también puede ser un síntoma claro. Las comidas y las cenas navideñas en familia pueden ser el campo de batalla para que la persona con depresión navideña deje salir toda su hostilidad e irritabilidad.
Consejos para combatirla
- Haz una lista de todo lo que has conseguido este año: haz memoria, repasa los 12 meses del año, pídele ayuda a tu pareja, a tus hijos o a un amigo y elabora una lista con todas las metas que has cumplido este año, aunque te parezcan insignificantes, cuando las veas todas juntas te darás cuenta de todo lo bueno que has conseguido en el año.
- Cuidado con el alcohol: aunque pueda parecer que en un primer momento el alcohol provoca una cierta sensación de euforia, la realidad es que en un segundo momento provoca sensación de pesadez física y mental, por lo que puede acentuar los síntomas de depresión.
- Mantén tu cuerpo y tu mente activos: aprovecha que tienes más tiempo libre para salir a dar un paseo, evitando a poder ser las concurridas calles comerciales, intenta caminar en un entorno natural. Mantén el cerebro activo leyendo, haciendo aquél puzzle que tienes olvidado, o jugando a algún juego que te haga pensar.
- Provoca el contacto físico: abraza y deja que te abracen. Dale un beso a tus cuñadas, juega con tus sobrinos o con tus hijos. El contacto físico es importante no sólo para los niños, sino también para los adultos. No huyas de él.
- Vigila lo que comes: está claro que vas a comer más de lo normal, es lo que toca en estas fiestas, pero no comas hasta reventar. Intenta comer conscientemente, disfrutando de cada bocado, así no te sentirás hinchado después de las comidas y, además, te sentirás mejor con tu cuerpo.
- Controla las compras: no gastes más de lo que puedes. Aprovecha el momento para hacer regalos más baratos pero con más corazón. Es decir, en vez de comprar un bolso de 100€ para tu madre, ¿porqué no haces uno más sencillo tu mismo? Aprovecha todas tus virtudes y prepara regalos con sentido y completamente personales, te sentirás mejor y los tuyos te lo agradecerán mucho.
Cuándo acudir al psicólogo
En principio la depresión estacional, como su nombre indica, está enmarcada dentro de las fiestas navideñas, por lo que es de esperar que una vez estas pasen, la persona vuelva a su estado normal.
Deberías acudir al psicólogo, no obstante, si:
- Tienes pensamientos constantes sobre la muerte o sobre la posibilidad de morir.
- El estado depresivo se alarga más allá de la Navidad.
- Sientes que nada vale la pena pero te gustaría poder disfrutar de las Navidades.
Una buena atención psicológica en el momento justo puede hacer que veas las cosas de forma diferente. Además, no hace falta ni que salgas de casa, puedes probar con la atención psicológica online que ofrecemos desde Siquia.