Con más de 3.000.000 de parados en España, el simple hecho de tener un empleo es motivo de alegría. Por desgracia no siempre es así y muchos trabajadores tienen que enfrentarse a un dilema: ¿conservar un trabajo en el que no consiguen estar a gusto o renunciar a su puesto y lanzarse de nuevo al inestable mercado laboral?
Cuando contactó con Siquia, Sandra estaba más que familiarizada con este problema. Hace un par de años que ha terminado la carrera y hace dos meses por fin recibió una oferta laboral en la que su perfil encajaba a la perfección.
Sin embargo, la felicidad apenas le duró unas semanas. De pronto, Sandra se vio compartiendo un tercio de su tiempo con completos desconocidos que se conocían de mucho antes y que, por ese motivo, tuvieron problemas aceptándola. Dos meses después no habla prácticamente con ninguno de sus compañeros y es incapaz de sentirse cómoda en su lugar de trabajo.

Sandra le pregunta a su psicóloga si debería abandonar o no su puesto para así poder buscar un empleo más acorde a lo que imaginaba. Pero no es su psicóloga quien debe responder a esa pregunta, sino ella misma.
Pero ¿Cómo saberlo? ¿Qué factores debería tener en cuenta para decidir si su futuro profesional está entre las paredes de su oficina? Para hacer más fácil el proceso de toma de decisiones, hemos elaborado un artículo donde respondemos a las preguntas más comunes en estos casos.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de desmotivación en el trabajo?
Cualquiera que haya pasado por una empresa sabrá que en el mundo laboral hay problemas para todos los gustos. No obstante, algunos problemas son más comunes que otros:
El estrés laboral es un problema tan común que resulta alarmante. Tanto es así que, de acuerdo con los datos recopilados por Cigna, un 45% de los empleados españoles están familiarizados con el estrés laboral.
Los motivos pueden ser muchos y muy variados, como la carga de trabajo excesiva o el hecho de realizar horas extras sin remunerar. Sin embargo, el informe señala que una de las principales causas reside en la imposibilidad de desconectar del trabajo. En 2020, el año del teletrabajo por excelencia, el 74% de los españoles decían estar siempre pendientes de sus tareas.
- Problemas con los compañeros
Es un error pensar que el entorno de trabajo debe ser un lugar aséptico que no deja lugar para el compañerismo y la amistad. Al fin y al cabo, los seres humanos somos sociables por naturaleza y, por lo tanto, necesitamos relacionarnos con los demás para ser felices.
Sin embargo, esto no siempre es posible en el mundo laboral. La competitividad, los roces profesionales y los conflictos en el trabajo son el pan de cada día de muchas empresas. Cuando el ambiente es negativo, resulta complicado desarrollar relaciones sanas y, por lo tanto, es fácil caer en el desánimo.
Si tu situación laboral está afectando negativamente a tu vida personal, quizás sea el momento de ponerse en manos de un psicólogo online.

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Pedir cita- Acoso laboral
El acoso laboral, o mobbing, se da cuando uno o más miembros de la empresa vejan, humillan o maltratan psicológicamente a otro. Este tipo de comportamiento es una de las evidencias más sangrantes de que un determinado lugar de trabajo es tóxico.
Pero, además, puede ser el origen de problemas graves, como ansiedad o depresión. Y, en peor de los casos, puede llevar a quien lo sufre a coger una baja laboral a causa de los problemas psicológicos derivados del acoso.
Si eres víctima de acoso laboral es probable que la perspectiva de ir al trabajo te desmotive y te genere grandes cantidades de estrés. Si está en tu mano, comunícale a un superior lo que ocurre y recuerda que una buena empresa siempre debería poner el bienestar de sus empleados por delante.
- Comunicación deficiente
Para que una empresa funcione correctamente es imprescindible que exista una comunicación fluida y basada en la trasparencia. Cuando no es así, se crea el caldo de cultivo perfecto para los malentendidos, los rumores y las discusiones.
Además, una comunicación deficiente puede aumentar los sentimientos de incertidumbre de los empleados. Cuando tus superiores te envían mensajes confusos, las posibilidades de fallar aumentan y, con ello, aumenta también el nerviosismo.
- Mala gestión por parte de los superiores
En ocasiones no son los empleados quienes envenenan el ambiente de trabajo, sino los empleadores. Hablamos de esos jefes tóxicos que, ya sea por su incompetencia, ya sea por su carácter desagradable, hacen del lugar de trabajo un infierno.
Suelen ser personas poco flexibles, con dificultades para comunicar y para admitir sus errores. Además, a menudo tienen favoritismos y dejan que sus opiniones personales influyan en el reparto de tareas.
- Condiciones de trabajo adversas
En algunos ambientes de trabajo el mal ambiente deriva de problemas estructurales como la sobrecarga de trabajo, el exceso de reuniones, las malas condiciones laborales, la falta de un trato justo, la discriminación por motivos de género, etnia, edad…

¿Cómo decido si me quedo o abandono?
- Pon en una balanza lo bueno y lo malo. Si no estás seguro de si deberías abandonar o seguir tu carrera en la empresa, lo mejor que puedes hacer es coger boli y papel y elaborar una lista donde incluyas los pros y los contras de cada opción. Ten en cuenta que, dependiendo de tus valores y tus prioridades, estar a gusto en el trabajo no siempre es lo más importante para todo el mundo. Algunas personas deciden perseverar en ambientes laborales adversos debido a la proyección laboral o la formación que les ofrece ese puesto. Pero, sea cual sea tu caso, recuerda que es muy importante proteger tu salud mental.
- Analiza tu desempeño laboral. El miedo a volver al ruedo y enfrentarse de nuevo al hecho de estar desempleado impide a mucha gente abandonar su trabajo. Sin embargo, quedarse no siempre es la mejor opción. No solo debes procurar estar a gusto en tu lugar tu trabajo, el empleo ideal debería ser motivante. Si notas que ya no rindes como antes y has dejado de sacarle partido al tiempo que inviertes en trabajar, quizás sea la señal que necesitas para buscar nuevas oportunidades.
- Escucha tus emociones. No tiene sentido aguantar lo inaguantable si quien lo paga es tu salud mental. Ten en cuenta que las emociones son el mejor indicador a la hora de tomar decisiones, pues son las encargadas de avisarte de que algo no va como debería. Por eso no las reprimas. Permítete sentir y actúa en consecuencia, siempre poniendo tu salud emocional en primer plano.
Estás son las consecuencias de no estar a gusto en el trabajo
- Bajo rendimiento.
- Malos resultados empresariales.
- Altos niveles de estrés.
- Dificultad para concentrarse.
- Aumento de las bajas laborales, lo que puede traducirse en pérdidas económicas para la empresa.
- Mala comunicación.
- Absentismo laboral.
- Dificultades para retener el talento.
- Problemas emocionales, como depresión, burnout o ansiedad.
¿Cómo hacer para estar a gusto en el trabajo?
Si tu situación en el trabajo no es la mejor, no desesperes. Al fin y al cabo, el mundo laboral ocupa tan solo una parte de tu tiempo y puedes suplir sus carencias si en el resto de aspectos llevas una vida plena.
No obstante, es lógico querer disfrutar del trabajo lo máximo posible. Por eso, si buscas superar los problemas y conseguir por fin estar a gusto en el trabajo te recomendamos:
- Darle una oportunidad a tus compañeros. ¿Tu trabajo te resulta cansado o aburrido? ¡Tus compañeros pueden ser la solución! Si estás en una empresa grande, lo más seguro es que haya compañeros a los que no conoces aún. Puedes probar a entablar conversación con ellos, o bajar a tomar el café con el personal de otro departamento. Incluso si en apariencia no tienes nada en común con el resto de empleados, te sugerimos que pruebes unos cuantos temas de conversación diferentes. Es probable que el resultado te sorprenda.
- Ponte metas realistas. Si el problema es el estrés, lo mejor que puedes hacer es desgranar tus objetivos laborales en metas más pequeñas. Ten en cuenta que, cuanto más asequibles sean las tareas que te marcas, más fácil será avanzar hacia objetivos que, de otra manera, habrían sido inalcanzables. Recuerda: tener una buena organización es clave para poder disfrutar del trabajo.
- Comparte tus inquietudes con tus superiores. ¿Tienes compañeros tóxicos? ¿Hay una comunicación ineficiente? ¿Hay una evidente sobrecarga de tareas? En ocasiones a los jefes les resulta complicado estar al tanto del día a día y, por eso, se les pasan por alto algunos problemas que se ven fácilmente desde tu puesto. No dejes que estos problemas echen raíces en la empresa: comunícaselo a tus superiores, pues quizás ni siquiera sean conscientes de lo que ocurre.
Si nada de esto funciona, quizás necesites ponerte en manos de un profesional de la salud mental capaz de ayudarte el estrés y la incertidumbre provocados por el mal ambiente laboral.
En Siquia llevamos desde 2012 ayudando a pacientes de todo el mundo a encontrar su bienestar. Fuimos pioneros en ofrecer terapia online y por eso sabemos que es una alternativa económica, pero igual de efectiva, de las terapias tradicionales.
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