novio hija no me gustaUnos días atrás, llega a su sesión de terapia una sofocada Nerea quien me cuenta “a mis padres no les gusta mi novio ¿te lo puedes creer? Ya te dije que era una mala idea presentárselo”.

Conociendo a los padres de Nerea, ellos le hubieran afrontado a la realidad de una manera mucho más dura de lo que mi paciente y su novio fueron capaces de entender aquel día.

En realidad, esta frase es la que trae más problemas familiares, conflictos, que cualquier otra de las que se pueda pronunciar en el contexto de la familia. No es lo mismo decir “no me gusta tu novio”, en el sentido, “no es lo que esperaba” que decir “no me gusta la forma en que tu novio te trata / te habla”.

Entonces, podemos estar hablando de una relación tóxica o, incluso, de algo mucho más serio. En cualquier caso, los padres deben ayudar a su hija a salir de esta situación.

¿Se halla en riesgo la felicidad de mi hija?

Los adultos creemos que el amor es una parcela única y exclusiva de la madurez. Pero nos equivocamos. El amor ya se inicia en la adolescencia y, por tanto, los jóvenes ya pueden formar parejas, de ahí que este novio para tu hija sea una cuestión muy importante. Si echaras la vista atrás, quizá incluso te reconozcas.

A partir de aquí, supongo que no nos costaría nada ponernos de acuerdo en que la felicidad, la integridad y la salud de tu hija no tiene precio. Aunque lo que le haga feliz, en este momento, sea su novio. Aunque tu hija esté en plena adolescencia, no puedes elegir sus relaciones.

Volvemos al inicio de este artículo. Veamos, ¿cómo es la relación? Porque si ves que la relación es sana, igual te deberías relajar y disfrutar de su felicidad, no irte muy lejos pero sin inmiscuirte y, sobre todo, dejándola que se equivoque.

¿Qué pasa si el novio de mi hija es “tóxico”?

Otra cosa muy distinta es que estés viendo cosas “que no te gustan”. Hablamos de comportamientos en el que el novio de tu hija se muestra controlador, la aparta de la familia y de sus propias amistades, se ha mostrado agresivo verbalmente porque no le ha contestado al teléfono o porque se había cambiado de tinte “sin su permiso”…  Entonces, seguramente tu hija está envuelta en la espiral de las relaciones tóxicas que, desde luego, no le harán feliz.

Aun así, y ante la posibilidad de que ya esté instaurada la dependencia e, incluso, la obsesión, debes actuar con tiento y no poner a tu hija en tu contra porque automáticamente pasarás al bando de los “enemigos de su relación”.

Ella ha acabado idealizando a quien no le conviene. No os extrañéis si no le ve ninguno de los cientos de defectos que vosotros sí le veis. No tenéis que ser vosotros quienes le mostréis el camino para que vea dichos aspectos negativos, porque se unirán y los tendréis a los dos en contra.

Sin embargo, sí le podéis hacer ver sus cambios de humor, su irritabilidad, que ya no ríe tanto… y que se pregunte cuál es el motivo. Siempre buscando momentos de tranquilidad, en que no esperéis a nadie, con los teléfonos desconectados.

Permitidle que sea ella quien exprese sus emociones y, en el momento apropiado, sugerirle ayuda profesional. Pero nunca digas “para cortar con tu novio” sino para “ayudarte a solucionar tus problemas, para que dejes de sufrir y llorar y vuelvas a reír”. En estos casos, el psicólogo puede actuar como guía y ayudar a vuestra hija en el camino a entender lo que ha ocurrido y tomar perspectiva.

Si la comunicación es buena entre vosotros, solo necesitáis un poco de paciencia.

Pautas para aceptar al novio de tu hija

  • Dale una oportunidad. Conócele antes de realizar valoraciones. Entérate antes de si puede suponer una influencia negativa sobre tu hija debido a su abuso de sustancias, por ejemplo. Dale la oportunidad de demostrar que es el chico que habías deseado para tu niña.
  • Muestra interés por lo que estudia o si trabaja, cuáles son sus expectativas, sus gustos… Tampoco le hagas un interrogatorio de tercer grado, eso ya es historia. Simplemente demuestra que, en tu familia, fluye la comunicación.
  • Habla con él. Y si no sabes cómo empezar, unas cuantas ideas: pregúntale qué le parece tu hija, por qué sale con ella, cómo se conocieron, qué significa tu hija para él… Con calma. Si no, él se sentirá agobiado y tendrá ganas de huir.
  • Ofrece el mismo trato que tú querrías recibir. Si echas la vista atrás, recordarás que hace unos años estuviste sentado en un lugar muy parecido al que ahora ocupa el novio de tu hija, ¿te acuerdas? ¿te lo hicieron pasar mal o bien? Intenta, que el novio de tu hija tenga el mismo trato, que ambos se sientan cómodos porque desearán pasar mucho tiempo a vuestro lado.
  • Haz que confíe en ti. Si eres conocedor del entorno de tus hijos, es más fácil aconsejarles y ayudarles. Incluye al novio de tu hija en el círculo de confianza de tus hijos y sus amigos porque así todos pasarán mucho tiempo juntos y podréis estar tranquilos.
  • Respeta sus silencios. Existirán momentos en que prefieran estar solos y sin hablar. Aunque estén en vuestra casa, respétalos. Pregúntale con calma en otro momento a tu hija si todo ha ido bien pero no te inmiscuyas.

Pautas para comunicaros mejor con vuestra hija

  • violencia genero adolescentesNo te pongas en su contra, hablando siempre mal de su novio. Lo ha elegido ella y, a excepción de que sea una relación tóxica, debe cometer sus propios errores. Si continuáis con esta conducta, ella se alejará porque creerá que estáis luchando contra ella y no lo entenderá.
  • Empatiza. Piensa que es diferente “estar en contra del novio” a “estar en contra de la conducta X o del rasgo de personalidad Y”. Por cierto, lo de la conducta tiene solución pero lo del rasgo de personalidad… Aun así, se trata de que vuestra hija se dé cuenta por sí misma y sin que le intentéis imponer vuestra opinión.
  • Crea un clima agradable en casa. Que vuestra hija se sienta segura y tranquila, no bombardeada a preguntas. No convirtáis nunca vuestra casa en un campo de guerra porque, entonces, vuestra hija terminará por huir a casa de su novio.
  • No hables cuando estás alterado. Por lo general, se suelen decir cosas de las cuales te acabas por arrepentir. Si se inicia una fuerte discusión, cambiad de tema hasta que os tranquilicéis. Piensa que en el momento de alteración se pueden dar mensajes que generan frustración y mayor malestar. Por tanto, el silencio es un buen aliado.
  • Las normas y los límites se deben cumplir. Ten en cuenta que es una adolescente y debes permitir flexibilizar algo tanto uno como los otros sin que ello lleve al incumplimiento de ambos.