No puedo masturbarme sin ver porno

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“No puedo masturbarme sin ver porno” es una de las frases que más se escuchan en las consultas de sexología. Pero, ¿por qué ocurre esto?, ¿a qué se debe?, ¿se esconde algo más? ¡Descúbrelo!

A medida que el acceso al porno se ha hecho más fácil, la práctica se ha normalizado a un punto en el que es habitual masturbarse y obtener placer solo viendo porno.

Las personas afectadas por esto, están habituadas a la masturbación con pornografía y cuando tratan de hacerlo sin ella, sienten dificultad para excitarse o tener un orgasmo. Esta situación se puede trasladar a la cama y puede experimentarlo con la pareja.

Masturbación y pornografía

Los estudios definen a la masturbación como “la estimulación de los órganos genitales con el objeto de obtener placer sexual y usualmente está dirigida al orgasmo”.

Por supuesto, durante la masturbación se puede hacer uso de juguetes sexuales, o se puede recurrir a las fantasías o al porno. Esta práctica se puede hacer estando solo o acompañado.

Respecto a la pornografía esta se refiere al material audiovisual que presenta de forma explícita actividades sexuales y genitales con el propósito de excitar al espectador.

Sin embargo, es importante conocer los parámetros entre el consumo normal de pornografía y la adicción, ya que esta última puede ocasionar problemas psicológicos, sociales y físicos, equiparables a la adicción por consumo de sustancias psicoactivas, tal como indican las investigaciones.

Cuando ocurren estos casos, de adicción a la pornografía, entonces se debe optar por técnicas de autocontrol, aumento de actividad física y participación en actividades sociales, entre otras.

¿Es dañino el consumo de porno?

Muchas personas encuentran verdadero placer al masturbarse y ver porno, la excitación llega de forma rápida. Ver porno también impide que la mente divague. Todo ocurre de forma precisa y casi segura.

Del porno también se pueden obtener imágenes que luego formarán parte de las fantasías y de las que más tarde se puede hacer uso.

Hoy día es fácil consumir porno, se puede hacer desde la intimidad de la alcoba e incluso puede que ser hasta gratis.

Ver vídeos puede ser divertido, siempre se puede adelantar, retroceder o repetir una misma escena todas las veces que se deseen. Algunos sitios en Internet ofrecen la opción multipantalla para ver diferentes escenas al mismo tiempo.

Entonces, ¿qué tiene de malo todo esto?

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Masturbarse y solo ver porno

Estas mismas facilidades de consumo que ofrece la industria del porno han permitido que muchas personas se habitúen y tengan como rutina incorporar porno mientras se masturban.

Pero, cuando esto se hace muy frecuente, entonces la mente exige ese tipo de estimulación de alta intensidad.

Sin embargo, la realidad no siempre es como la vende el porno. Si una persona se habitúa a solo ver pornografía, entonces los demás encuentros con parejas o la masturbación sin esas imágenes potentes ya no le parecerán emocionantes.

Incluso, puede ocurrir que la persona tenga más dificultad al momento de concentrarse para crear fantasías en su mente. Por ello, es que hay tantas personas diciendo: “no puedo masturbarme sin ver porno”.

¿Qué puedo hacer si me cuesta excitarme si no veo vídeos pornos?

Si en el punto anterior lo que inició todo el problema fue la habituación, entonces la clave para desenredar el asunto será la deshabituación.

Es necesario dejar de consumir pornografía por un tiempo, para lograr que la mente recupere su capacidad imaginativa.

Si la persona se prohíbe el consumo de porno estará en el camino correcto para que su mente vuelva a ser receptiva, y con ello su cuerpo pueda responder nuevamente y excitarse sin tener que ver porno obligatoriamente.

Asimismo, la pareja puede recurrir a diferentes métodos para que la vida sexual sea más rica, por ejemplo, juguetes eróticos, juegos de roles, juegos eróticos con cartas, vendas, entre otros.

La pornografía puede definirse como el material audiovisual que presenta de forma explícita actividades sexuales y genitales de manera inocultable, con el objetivo de excitar al espectador a adicción a la pornografía puede generar problemas físicos, mentales, psicológicos y sociales, que son equiparables con los que genera la adicción al consumo de sustancias psicoactivas. Establecer estrategias de autocontrol, incrementar la actividad física y la participación en actividades sociales son algunas de las alternativas que pueden ayudar a combatir y prevenir la adicción a la ponografía.

Leer literatura erótica también puede ser beneficioso. No obstante, si algo se debe tener en cuenta es que la pornografía no afecta por igual a todas las personas, y no todos se habitúan a ella.

La pornografía puede ser un recurso útil si se consume de forma responsable, con equilibrio. Así, la intimidad sería más dinámica y creativa.

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