En muchas ocasiones, cuando una pareja está separada los hijos no quieren ir con su padre. Aquí surgen varias dudas sobre qué hacer cuando esto ocurre, pues es una situación que pone en un compromiso a ambos.
Mi hija no quiere ir con su padre, ¿qué hago?

Cuando se produce una separación, los hijos se ven en medio de una situación desconocida que suele generar miedo. Es necesario ser comprensivo y entender que, lo queramos o no, no podemos evitar que la separación provoque cierto dolor.
Sin embargo, hay maneras y maneras de gestionar la separación de los padres, y la actitud de los progenitores puede tener una gran influencia.
Por ejemplo, si cada uno de los padres aprovecha el tiempo a solas con sus hijos para opinar sobre el otro, es posible que los hijos empiecen a guardar rencor tanto al que critica como al criticado. Ten en cuenta que los niños no han completado su desarrollo emocional. Por lo tanto, si nos desahogamos con ellos estaremos poniendo a prueba su gestión de las emociones.
En estas situaciones, el niño puede adoptar una actitud de huida. Ante el peligro emocional, en este caso el dolor, puede optar por evitar a uno de los padres con la intención de evitar también los sucesos traumáticos.
Sean cuales sean las condiciones de la separación, el bienestar de los hijos debería ser prioritario.

¿Qué hacer cuando una hija no quiere ver a su padre?
Cabe destacar que, aunque se ponga el ejemplo de que una hija no quiere ver a su padre, esto es aplicable a cualquier situación. Es decir, también puede aplicarse si tienes un hijo, varios, o si con quien no quieren ir es con su madre.
Esta situación puede verse desde dos puntos de vista:
- Mi hija no quiere irse con su padre. Si te encuentras en esta posición, lo primero que has de hacer es tener una conversación con tu hija. Escuchar sus motivos y tratar de entender que es lo que le ha llevado a aislarse de su figura paterna ¿El rencor? ¿El dolor?
- Mi hija no quiere verme. Ponte en contacto con tu mujer para saber qué está pasando. Aunque ya no estéis juntos, vuestros hijos siguen siendo un proyecto común y, si remáis al mismo ritmo, será mucho más fácil remontar la corriente. Por supuesto, debéis hablar desde el respeto.
En una conversación de este estilo es imprescindible contemplar varios puntos:
- Los motivos de que vuestra hija no quiera ir con su padre pueden ser muy variados. Se puede tratar de algo insignificante o, por el contrario, algo de gravedad.
- Antes de escandalizarse y sacar conclusiones por ti mismo, siéntate a reflexionar. Que tu hija no quiera ir contigo no significa que no te quiera. Al igual que, si no quiere ir con su padre, no significa que sufra estando con él.
- Debéis hablar entre vosotros. Aunque estéis separados podéis pediros ayuda para solventar el problema. De esta forma podréis sacar información sobre qué esta sucediendo y afrontarlo juntos.
- Si juntos llegáis a la conclusión de por qué no quiere ir con el padre, poned medidas conjuntas. Por ejemplo, si a la niña le cuesta ir a una casa que para ella es desconocida, adáptala con algún objeto personal que le haga sentir bien. Que vea que también es su hogar y está a salvo.
- Un elemento fundamental es la empatía. Debéis de poneros en el lugar de vuestra hija. De esta forma, sabréis cómo puede sentirse e inmediatamente sabréis de qué forma actuar.
- Sed pacientes. La paciencia es fundamental en estos procesos. Si la niña no quiere ir todos los días con su padre, es normal. Ha de irse adaptando poco a poco, sin presiones. Sin embargo, debéis evitar que se aproveche de la situación y os manipule

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Pedir cita¿Por qué es importante que colaboréis los dos en esta situación?
Es muy importante la colaboración de ambos padres para que esto funcione. En ocasiones, el padre puede sentir rabia e incomprensión por no saber el por qué su hija no quiere ir con él. Contar con la ayuda de su expareja le ayudará a tranquilizarse y a armarse de valor para enfrentar la situación. Dejarse llevar por la ira solo agravará la situación.
Si tu hija te ve fuera de órbita y perdiendo los papeles puede que su decisión de no ir contigo se alargue. Crearás en ella una inseguridad y estado de ansiedad por llevártela en contra de su voluntad.
Has de transmitirle seguridad, hacerle ver que estás ahí. Es duro ver cómo un hijo llora cuando se aleja de su madre porque se tiene que ir contigo. Pero has de entender que es una fase natural. Tu hija no te ha dejado de querer. Por ello no debes culpabilizar esa actitud, sino demostrarle que puede contar contigo también y demostrarle que estás dispuesto a cuidarla igual de bien que tu expareja.
Si estás en la situación de ver llorar a tu hija cuando tiene que irse con su padre, también debes colaborar. Cuando estés delante de ella tienes que mantenerte firme. Explícale las cosas tal y como son. Déjale claro que su padre también la quiere y busca lo mejor para ella.
Puedes mostrar tus emociones. Enséñale que tu también lloras y te expresas. De esta forma ella también se abrirá y no encerrará sus sentimientos.
No te victimices ya que sentirá que está haciendo algo malo yéndose con su padre. Tu responsabilidad como madre es educarla para que crezca con sus dos progenitores, libre de conflictos. De esta forma favorecerás su desarrollo y bienestar.
¿Qué pasa si esto no funciona?
Debes tener claro que al igual que para ti el proceso de separación es duro, para tu hija también. Todo conlleva un tiempo. Un periodo largo de sanación. Sin embargo, si ves que ni tu ni tu expareja sois capaces de sobrellevarlo siempre puedes pedir ayuda.
En Siquia somos expertos en terapia online desde el año 2012 y contamos con un equipo de psicólogos online que pueden ayudarte a ti y a los tuyos. A lo largo de nuestra trayectoria hemos procurado el bienestar de más de 1600 pacientes con diferentes problemas y estamos seguros de que podemos ayudarte.
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