Bruno es un paciente que acaba de pasar los treinta y cinco años, casado, con hijos adolescentes, un trabajo que le da para “ ir tirando”, una hermosa casa en una ciudad de alto standing y reconocimiento profesional. Sin embargo, en uno de los muchos what’s apps que intercambiamos durante mis vacaciones, figura uno que es disonante. Bruno acaba destapándose y dice “ es que sabes, Dolors, no soy feliz”
Y, cuando dejo la conversación, tras una larga disertación sobre qué es la felicidad, no puedo dejar de pensar; pero ¿verdaderamente sabemos lo que es la felicidad o solo lo creemos saber?
Sobre la felicidad
Si nos vamos al diccionario nos encontramos que nos define la felicidad así:
1.- Estado de ánimo de una persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno. Es decir, lo mismo que “dicha” pero en el sentido de “riqueza”, o sea, de propiedad libre, individual y absoluta; realmente, ¿ el atesoramiento – por el simple gusto de poseer cosas materiales – hace feliz a alguien? ¡Posiblemente!, de hecho, sólo se debe observar la proliferación de la corrupción pero, seguramente, se trata más de una sensación de placer que no de felicidad
2.- Cosa, circunstancia o estado que produce felicidad; por ejemplo,”¿ te han dado la plaza? ¡Muchas Felicidades! “Según esta definición – y este ejemplo – el hecho de haber obtenido la plaza ( en una facultad o en un trabajo ) es directamente proporcional con el nivel de felicidad. ¿ pero no puede ocurrir que, realmente estemos felices ante las nuevas perspectivas que se nos abren con la consecución de dicha plaza? Entonces, la plaza no sería el fin de tal felicidad sino el medio para conseguir un fin que sería, en última instancia, el que nos daría la felicidad.
3.- Se usa para felicitar a alguien por algo bueno que le ha ocurrido, en una fecha señalada o con motivo de un acontecimiento especial para esa persona. Por ejemplo; “ ¡ muchas felicidades cumpleañearo!» Pero, en realidad, se trata de un formalismo usado para decir a la otra persona que la apreciamos, lo cual no significa que dicha persona sea feliz, en el momento de cumplir esos años.
El hecho es que las personas que – como Bruno – dicen no ser felices, siempre hallan buenas excusas: “no soy feliz pero lo seré ahora que me caso y tendré hijos” – como si el matrimonio o los hijos asegurasen la felicidad – “bueno, no soy feliz, pero espera un poco que pueda tener mi propia casa” – como si vivir sólo, sin nadie con quien compartir ni los buenos ni los malos momentos, fuera sinónimo de ser feliz – “aún no soy feliz pero si consigo el trabajo, lo seré”– ¿y si no lo consigues? ¿supeditas tu felicidad futura a una decisión que corresponde a terceros? Y así, podríamos continuar y llenar folios y folios.
Seguro que todos en un momento determinado, nos hemos sentido así. Y, aunque está bien ponerse metas y objetivos, tener expectativas razonables, hay que pensar que muchos de nosotros condicionamos la felicidad a los “pero si…” y nos pasamos tanto tiempo, pero tanto, condicionando las metas, los objetivos y las expectativas razonables a los “pero si…” que lo único que se nos pasa es la vida.
¿De verdad existe la felicidad?
En realidad, según dicen la mayoría, la felicidad – que es un concepto abstracto tal que “amistad”, “amor” o “confianza” – no existe; existen momentos felices.
Y, entonces, ¿cómo sabemos si este momento es más feliz que el anterior? Cada uno se construye su propia felicidad pero, en general, los momentos más felices están asociados a las pequeñas cosas, a aquellas cosas que nos pasan por alto en el frenesí del día a día y que sólo circunstancias vitales muy impactantes permiten que tengamos la oportunidad de darles el justo valor que tienen y, por tanto, de saborearlas como se merecen.
Pero os comparto el secreto – si queda entre nosotros – entre esas cosas, están; los churros con chocolate y una buena película debajo de una manta bien juntos mientras fuera llueve, una charla con un buen amigo al que hace tiempo que no veíamos, unas risas a las tres de la tarde en el trabajo, una canción que nos trae recuerdos compartida en una red social por una antigua paciente, el tiempo compartido con las personas que queremos y nos quieren…pero, también, – por qué no – compararlo con tiempos pasados que no fueron igual de felices; es la única manera de estar agradecidos por la bendición de tener salud, tener trabajo, tener a esas personas.
Y recordad que, para nadie, aunque diga lo contrario, existe la felicidad completa; que todos tenemos aquellos ratitos de nostalgia, de tristeza…pero es el único modo de apreciar lo afortunados que somos y – especialmente – lo felices que somos.
Demasiadas veces, perdemos la noción de que la felicidad no es la meta, sino el camino. Y que, en algunas de esas ocasiones , nos deberíamos parar durante unos minutos en el camino llamado vida, para agradecer todo lo positivo, todo lo bueno que ha llegado a nuestras vidas hasta entonces. Y, eso, también conforma la felicidad
Muchas personas son demasiado ambiciosas y se ciegan ante la mera posibilidad de conseguir algo que creen “grandioso”, perdiendo su capacidad de observar a su alrededor las cosas y personas que, realmente, son importantes. Esas personas nunca se sentirán en paz sino intentan hacer un cambio del interior al exterior, enfrentando sus propias debilidades humanas. Para ello, hay que entender que el objetivo de la vida es ser feliz pero, aunque pudiera parecer un encargo fácil, el hecho es que no hay ningún concepto más difícil de comprender que el de la propia felicidad.
Sin embargo, la felicidad no es una vida sin problemas, sino la fortaleza para superar cualquier problema que se nos presente. De hecho, no existen vidas libre de problemas porque las dificultades – mayores o menores – son inevitables. Lo que es cierto es que el modo cómo experimentamos y reaccionamos a las mismas depende de nosotros, de quienes somos pero , sobretodo , de cómo somos.
Así, esta persona ambiciosa de la que hablaba, con proyectos grandiosos, que quizás ya lleva una vida con dinero, puede estar sumido en un sufrimiento profundo porque no se reconoce, o tiene nostalgia de quién era, y porque no sabe afrontar los retos que la vida le impone. Imaginemos, ahora, otra persona, con una situación económica más sencilla pero que, a pesar de ello, siente la alegría y la felicidad brotando de su corazón. ¿ Y, cuál es la diferencia? La felicidad verdadera se halla dentro de cada uno, todos tenemos la llave, sólo que algunos se nos da mejor que a otros abrir las cerraduras.
Pero, por muchas veces que lo intentes y no lo consigas, piensa que vas a tener que vivir toda tu vida contigo mismo, no hay puerta que te permita huir; por tanto, tienes dos opciones: establecer una condición de vida, según la cual, a pesar de los problemas que te vayan surgiendo, el mero hecho de estar vivo es un motivo para estar alegre, agradecido y ser feliz siempre o, ser débil, con lo que el sufrimiento te pillará antes que la alegría y nunca conseguirás ser feliz.
¿Hay más de un tipo de felicidad?
Sí, de hecho, hay tantos tipos de felicidad como personas que se consideran “felices” en el mundo, bien porque así lo sienten subjetivamente o porque lo son a nivel objetivo.
Así, podríamos hablar de dos tipos de felicidad:
- Relativa: es aquella que depende de factores externos a nosotros mismos: amigos, familia, ingresos, tamaño de la casa… Alguno de los cuales son proporcionales a la sensación que obtenemos al satisfacer un deseo o al obtener un logro. Obviamente, es una felicidad real pero poco duradera, ¿ porqué? Porque todos estos factores externos se pueden alterar fácilmente y, además, usamos la llamada comparación social;” si mi vecino se ha comprado un coche grande, yo tengo que comprarme uno supergrande para ser feliz”.
- Absoluta: es aquella que debemos hallar en nuestro interior. Es una felicidad real y duradera, porque no depende de aquello que ocurra a nuestro alrededor sino que es una profunda alegría interior que emana del mero hecho de estar vivos y ver nacer un nuevo día. En este caso, no hay comparación social sino comparación con nosotros mismos; comparamos quienes somos hoy respecto de quienes fuimos ayer, para – de esta manera- poder seguir avanzando.
¿Qué he de cambiar para ser más feliz?
1.- Actitud Positiva
La felicidad es una elección que podemos tomar en cualquier momento y lugar porque son nuestros pensamientos los que nos hacen sentir felices o tristes, más que nuestras circunstancias Debemos ser capaces de cambiarnos a nosotros mismo ya que lo único que podemos controlar son nuestros propios pensamientos.
2.- Tu autoimagen
Debes aprender a quererte tal y como eres, ello aumentará tu nivel de autoconfianza y te permitirá conocerte a ti mismo mucho mejor. Sólo , entonces, llegarás a entender que estas “encantando de conocerte a ti mismo”, dentro de los límites de lo razonable, piensa que poner prepotencia y egoísmo ahí donde había sumisión, modestia , retraimiento no es cambiar.
Hammarshold decía: «El camino más difícil es el camino al interior», sin embargo, es un camino que es necesario recorrer si lo que buscas es la felicidad.
3.- ¡Sonríe!
La sonrisa es muy importante si quieres mejorar tu autoestima. Cuando sonreímos, nuestro cerebro lo entiende como una señal que todo va bien y manda un mensaje al sistema nervioso central para que libere una sustancia llamada beta-endorfina, que da a la mente una respuesta positiva. Por eso, dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero que da más luz…Y, con cada sonrisa siembras esperanza a tu alrededor.
4.- Esperanza
Esta una clave importante para ser feliz: hay que pensar que no todos los días son iguales. Hay cosas que nos pueden doler, problemas que nos afectan y a los que quizás, no vemos salida en ese momento y lo único que tenemos es la esperanza de que las cosas cambiarán.
5.- Fe
La fe puede ser de muchos tipos, pero esta comprobado que todos necesitamos creer en alguien o en algo porque ello nos genera confianza y paz mental y nos libera de muchas dudas, preocupaciones y miedos.
6.- Relaciones
O un término muy actual y muy bello: la sinergia. Es decir, la unión de fuerzas para seguir el camino juntos y, así, conseguir más cosas, todo ello, en un espíritu de colaboración y respeto. La sinergia que, a primera vista, podría parecer un término amplio o muy restrictivo – según el punto de vista- a nivel personal, te dice que entiendas y quieras a las personas que te rodean, tal y como son, sin intentar cambiarles porque si algo obvio hay es que, cuando las cosas vayan mal, las personas que están contigo- de verdad- seguirán ahí para apoyarte y quererte y el resto… estarán demasiado ocupados. Pero, ¡cuida esas relaciones! ¡ no son gratis! Intenta que fluyan, de manera natural, sin presiones, ni envidias, que sólo te llevarán a perderlas.
7.- Perdón
Si tienes resentimientos y envidias, incluso odio, nunca serás feliz. El perdón es muy importante, no porque libera al otro de su culpa sino porque te libera a ti de un sufrimiento inútil y, solo de esta manera, podrás empezar a disfrutar de la felicidad.
8.- Rencor
Para ser feliz no puedes guardar rencor hacia nadie porque este sentimiento es el que no te deja ser feliz. Por tanto, perdona y olvida.
¿Cómo puedo ser más feliz?
1.- Disfruta el momento
La felicidad no está en el transcurrir de los años o de las semanas, ni siquiera de los días. Solo se la puede encontrar en los momentos. La vida siempre nos puede sorprender si estamos abiertos a ello pero, para ello, deberíamos estar dispuestos a vivir el momento, aprendiendo del pasado y con las expectativas en el futuro, pero sin vivir en él.
Recordad que, como ya hemos dicho, la felicidad es un camino, no es una meta. Y, por tanto: ¡disfruta del viaje!
2.- Fíjate unas metas
Ante todo, debes saber que una meta no es un sueño. Este último no tiene una fecha para convertirse en realidad puesto que se halla fuera de la realidad. Por tanto, atrévete a soñar pero, también, atrévete a que esos sueños se cumplan. Y, como dice la frase “apunta hacia la Luna porque, aunque te equivoques, llegarás a las estrellas…”.
Si crees que la meta que te has puesto es muy difícil, “casi imposible”, piensa que al otro lado, la felicidad te está esperando y, por tanto, bien vale el esfuerzo intentarlo.
4.- Aumenta tus amigos
Se dice que a más amigos, más felicidad. Pero ¡cuidado! Ya lo sabes, elige bien, para sólo quedarte con los buenos amigos.
5.- Cuida a tu familia
Piensa en tu familia como aquello principal en tu vida ya que pasarás la mayor parte de tu tiempo con ellos y, por tanto, si os llevais bien, la parte de la felicidad que de ellos depende será mayor
6.- Pon pasión en tu trabajo
Pon tu corazón en todo aquello que sea una meta, aunque eso signifique trabajar duro. El resultado, es esa pasión que se transmite en su trabajo y que se convierte en la felicidad que, incluso, te hace sonreir a pesar de estar cansado.
7.- Que la pereza no sea una buena excusa
No podemos pensar en caminos rápidos a la felicidad, ni culpar a los otros si todavía no hemos llegado, ni procrastinar durante más tiempo .Por tanto, deja de hablar de lo que vas a hacer “cualquier día de estos, cuando pueda, cuando tenga ganas…” y ¡ ponte en marcha! Sí, a veces, la pereza, como excusa, puede sonar atractiva pero ¿ vas a pasarte la vida igual? Sólo un trabajo que hagas con pasión, te llevará a la felicidad.
8. Da ejemplo
No le puedes pedir a los demás que te ayuden, si no estás dispuesto a ser el primero en ayudar. La felicidad vendrá a ti, cuando salga de ti. El éxito será tuyo si te haces responsable de hacer de tus metas tu máxima prioridad.
9. Comete errores, ¡no pasa nada!
Las personas de éxito, aquellas que son más felices, son las que han superado muchas cosas porque, a veces, por ese camino llamado vida, tienes que perder algo precioso para poder ganar algo aún más maravilloso. Y, es por ello, que nunca te debes arrepentir ni sentir triste por tus errores o por tus fracasos, porque sirven para fortalecerte. Piensa que quien se cae, se debe levantar y, entonces, es mucho más fuerte que el que nunca se ha caído porque ya sabe lo que no tiene que hacer, la próxima vez, para caer en el mismo sitio…lo cual no significa que no pueda volver a caer en otro…
10. No te preocupes por lo que piensen de ti
Intenta trabajar con pasión, ser feliz con quien eres por dentro, y no preocuparte por las críticas de los demás. Piensa que no necesitas la aprobación de nadie para ser feliz, por tanto, ¿ para qué la pides? Simplemente, sigue lo que te dice tu corazón .
11. No compitas con los demás
Para alcanzar la felicidad debes romper tus límites y, así, superarte a ti mismo. Pero, es una carrera en solitario, compites contigo mismo pero no con nadie más, no te compares porque, con ello, solo logras poner un freno a tu propia felicidad.
12. Tú eres tu mejor inversión
Seguro, haciendo repaso sincero, hay muy pocas personas que se quedarían contigo, pasará lo que pasará, siempre. Y, es obvio, que una de estas personas debes ser tú mismo. Para ello, prioriza tus necesidades: invierte en salud, educación y felicidad y créate una vida que te haga sentir muy bien por dentro, no una vida que te haga estupendo por fuera para que todos vean lo bien que estás.
13. Pasa la página del pasado
La historia de tu vida es como un libro que tiene muchos capítulos. Un mal capítulo no significa que sea el final. Pero, a los humanos, a veces, nos gusta recrearnos en nuestro propio dolor, y no podemos dejar de re-leer el capítulo malo y pasar página para averiguar si, el siguiente capítulo, nos aportará cosas buenas. Por tanto, da la vuelta a la página, ¡ atrevéte! Acepta lo que pasó, dejandólo de lado, y ten fe en lo que será. Puede que la vida no sea perfecta , porque no hay nada perfecto, pero sí que podemos llegar a ser felices.
14. No sientas lástima por ti
Entiendo que, ahora mismo, hay muchas personas pasando por problemas graves o por dificultades importantes y, con este artículo sólo quiero que sepais que, aunque este momento es difícil, las cosas mejorarán, tened fe y esperanza en ello y también encontrareis esa felicidad que, ahora mismo, se antoja tan lejana, esquiva, escurridiza, huidiza que, incluso, dudáis de haber sido, alguna vez, felices.
Pero, sigue hacia adelante. Sé que te sientes cómo si a nadie le importarás, pero te equivocas; a mucha gente, le importas, y- si te sirve de algo- a mi me importas
No estás solo. Quizás estamos a kilómetros de distancia pero todos tenemos algún tipo de problema. Y, en esta situación, compadecerte es inútil. La vida se trata de perdonar, aceptar e intentar ser más fuerte para poder seguir adelante.
15. Sé fuerte
Las personas más fuertes son más felices y exitosas y eso no significa que siempre ganen sino que no se rinden nunca cuando pierden.
Aunque todo te parezca que va mal, mantén la calma porque alguien puede parecer débil por fuera y ser fuerte por dentro. No busques una vida fácil sino tener la fuerza para soportar, si fuera necesario, una vida dura pero que te lleve a conseguir la felicidad
16. Sé paciente
Si eres lo suficientemente paciente, cuando sea el momento adecuado para que algo bueno suceda en tu vida, no temas, seguro que sucederá.
17. Sé positivo
Las cosas más hermosas te ocurren cuando te alejas de tus pensamientos negativos. Para ello, debes ser positivo y sonreír – aunque las cosas aún no vayan bien – porque ves el lado positivo de las cosas. Piensa que sonreír no siempre significa que estas feliz, a veces, significa que eres fuerte y te ayuda a sentirte mejor.
18. Enfréntate a tus miedos cada día
Para poder enfrentarte a tus problemas, antes debes superar tus miedos.Si no lo haces, el miedo es el que decidirá tu futuro. Por tanto, lo mejor que puedes hacer es ir paso a paso, sabiendo que, a veces, el miedo te hará tomar malas elecciones pero que, sin embargo, en otras ocasiones, tus elecciones serán muy buenas.
Pero sólo así vas a construirte tu propia vida. Si no, pondrás tu vida en manos de otra persona que será quien construirá tu vida, ¿ de verdad, quieres que las cosas sean así?
19. Da sin esperar nada a cambio
Esté es uno de los principales secretos en la búsqueda de la verdadera felicidad. Así, piensa, que si das algo negativo, obtendrás negatividad. En cambio, si das algo positivo, te pagarán con positividad. Nuevamente, es una cuestión de tu propia elección
20. Procura envolverte de gente positiva
Porque la felicidad es un “virus” altamente contagioso. Si tu entorno esta lleno de gente positiva, es muy probable, que sea feliz y, si es así, ¡déjate contagiar de felicidad!