Alonso, 29 años, profesional liberal en plena crisis vital, acude a la consulta de psicoterapia porque se siente inseguro, incapaz de tomar decisiones. Es momento de parar para establecer metas y fijar objetivos. ¿Te suena de algo?

Cómo establecer metas

Una buena meta debe ser clara, específica, alcanzable, realista y enunciada de una forma positiva ya que, de lo contrario, nuestra mente se centra sólo en la parte negativa. Así, en lugar de decir “no debo suspender las oposiciones” es más eficiente decir “quiero aprobar las oposiciones”. Es muy importante tener en cuenta que, para conseguir algo, hemos de dirigir el foco de nuestra atención a lo mismo. Dicho de otra forma, si Alonso enfoca su atención a su miedo al fracaso, acabará fracasando. Por tanto, hay que cambiar el propio diálogo interno, eligiendo las preguntas que nos hacemos a nosotros mismos: ¿qué es lo que quiero? ¿qué tengo? ¿qué preferiría tener? Las metas deben ser definidas a corto, medio y largo plazo, y las preguntas nos las debemos hacer en los tres casos. Por otra parte, es importante tener en cuenta las cualidades de una buena meta.

Una buena meta debe ser clara, específica, alcanzable, realista y enunciada de una forma positiva

Cómo redactar una lista de objetivos

Es muy importante la forma como nos fijemos los objetivos ya que de ello dependerá que los alcancemos. Tengamos en cuenta que los objetivos, también, pueden ser a corto, medio o largo plazo. objetivos smartLos objetivos deben ser SMART:

  • S: Specific o específicos.
  • M: Measurable o medibles.
  • A: Agreed o concertados.
  • R: Realistic o realistas.
  • T: Time phased o planeados por etapas.

Pero, también, PURE:

  • P: Positively stated o enunciados positivamente.
  • U: Understood o comprensibles.
  • R: Relevant o pertinentes.
  • E: Ethical o éticos.

Y, por último, CLEAR:

  • C: Challenging o desafiantes.
  • L: Legal o legales.
  • E: Environmentally sound o inofensivos para el medio ambiente.
  • A: Appropiate o apropiados.
  • R: Recorded o registrados.

Si tu meta es aumentar la confianza en ti mismo, uno de tus objetivos podría ser poder hablar en público durante diez minutos, sin temblar, sudar o enrojecer o sin haberte pasado la noche anterior insomne. Por otra parte, los objetivos tangibles son más fáciles de especificar que los no tangibles. Por ejemplo, “quiero cambiar de casa”, “necesito un coche nuevo”, son fáciles de especificar; ¿qué tipo de casa o de coche? ¿cuándo? ¿cómo sabrás que lo has conseguido? Sin embargo, si lo que dices es “quiero que mejore mi vida”, “quiero tener más dinero”, no queda tan claro.

¿Ya has descubierto tus valores?

Pues deberías, puesto que todo objetivo está generado por uno o más valores. Cada cosa que deseamos en el mundo material es la expresión de un valor que queremos satisfacer.

Los valores son aquellos estados mentales que te importan. Todos tenemos valores y si eres quien dice que no los tiene es, sencillamente, porque no has realizado la suficiente introspección como para conocerlos.

Estos valores nunca son materiales sino que son abstractos: salud, honestidad, libertad, lealtad, integridad, amistad, amor, seguridad,… Por ello, cuando conocemos nuestra escala de valores, tenemos una mayor libertad para encontrar la manera de satisfacer nuestras necesidades. Por tanto, debemos descubrir el valor que genera el objetivo que buscamos y vivir en coherencia a los mismos si queremos conseguir los objetivos marcados.

psicologo crisis personalQué te impide alcanzar tus objetivos

Para responder esta pregunta, tenemos que hablar de creencias. Las creencias son las reglas de nuestro pensamiento y pueden ser potenciadoras o limitadoras.

Las creencias son principios de acción y se construyen en base a nuestra propia experiencia. Si crees que eres simpático, serás más extrovertido con los demás, más sociable, disfrutarás de las relaciones interpersonales. Por su parte, a los demás les encantará tenerte cerca. Y es, precisamente, esto lo que reforzará tu creencia.

Pero puedes elegir qué tipo de creencias tienes. Si ves que tu conducta y sus consecuencias te agradan, no hagas nada, sigue igual y mantén tus creencias actuales. Sin embargo, si ves que te desagradan, deberás cambiarlas.

Esta es una de las pautas más importantes cuando te fijes objetivos. Aunque los psicólogos estamos allí, para ayudarte, hacerte de guía en el proceso, lo cierto es que si no quieres cambiar, nada ocurrirá. En este sentido, es mejor decir “he superado la creencia X” que decir “ he perdido la creencia X” porque, el primero, da un sentido positivo – superación – mientras que el segundo, da un sentido negativo -pérdida- y, es obvio, que a nadie le gusta perder.

Al mismo tiempo, resulta que todos invertimos en nuestras propias creencias y, si el mundo nos las confirma, entonces es cuando nos proporciona mayor seguridad. El miedo a la incertidumbre es una de las sensaciones más ansiógenas que relatan los pacientes que acuden a terapia psicológica.

Mientras las creencias potenciadoras nos dan permiso para alcanzar nuestros objetivos y vivir según nuestros valores, las limitadoras, nos impiden alcanzar dichos objetivos. Las creencias limitadoras tienen su origen en la infancia y pueden permanecer “en silencio” durante mucho tiempo porque no nos concedemos permiso para evaluarlas conscientemente.

Nuestro entorno también nos proporciona creencias de este tipo a partir de nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, jefes, personas con las que solemos interactuar, medios de comunicación,…

Las creencias limitadoras nos llevan a pensar: tengo que trabajar muy duro para ganarme la vida. Para ser feliz tengo que ganar mucho dinero. El éxito requiere tiempo. No puedo fiarme de nadie. La mayoría de la gente tiene más suerte que yo. Esto es imposible. He llegado a los límites. Y otras muy similares que nos hacen ver obstáculos en el mundo exterior.

Por su parte, las creencias potenciadoras son del tipo: el fracaso no existe, sólo aprendemos. Si quieres comprender, actúa. Creamos nuestra realidad. Tienes todas las respuestas. Lo estás haciendo lo mejor posible y aún lo puedes hacer mejor. 

Las creencias se construyen en base a nuestra propia experencia y pueden ser potenciadoras o limitantes

Pautas para fijarte objetivos

  • Querer cambiar. Primer e imprescindible punto. Parece evidente pero cuando el paciente viene a terapia online a Siquia siempre les preguntamos su nivel de motivación. No basta con «idealizar» una vida mejor, hay que querer llegar a ella. Y eso supone esfuerzos. Igual que los que hacemos cuando queremos alimentarnos mejor o dejar de fumar. El camino requiere de renuncias pero la recompensa merece la pena. Por tanto, pregúntate ¿estás dispuesto a hacer sacrificios? Si no es así, igual te debes replantear tus objetivos o a ti mismo. En cualquier caso, hasta que no estés dispuesto a cambiar no vas a conseguirlo.
  • Saber cuál es tu meta final. No pienses que la vas a conseguir con los primeros objetivos. Pero tampoco se trata de ello. ¿Qué harías el resto de tu vida si, en un corto espacio de tiempo ya hubieras conseguido todo lo que soñabas? La vida pierde emoción, tú pierdes motivación y eso se convierte en toda una caída libre. Lo importante es tener esa meta final fijada para saber cómo nos tenemos que dosificar, centrar, qué plan establecer…
  • Dosifica tu energía. Por delante tienes un trabajo duro. No, no parece ni fácil ni, a veces, agradable pero lo sería menos si no estuvieras motivado para ello. Los objetivos nos dan una razón para dejarnos el alma en el trabajo. Eso no significa que en ocasiones falles en la consecución de alguna meta pero es importante evaluar los “daños” para girar el timón y no alejarte demasiado de la meta final.
  • Lo más importante es el camino. Los objetivos a largo plazo requieren de tiempo y, por tanto, no se pueden esperar resultados satisfactorios de forma inmediata. El camino es largo y, probablemente, obtendrás satisfacciones a lo largo del mismo cada vez que superes un reto, una dificultad, uno de esos momentos en que tengas ganas de dejarlo todo. Son precisamente esas satisfacciones las que te animan a seguir hacia delante, siempre intentando dar la mejor versión de ti mismo.

¿Preparado? Si necesitas un apoyo para lograr tus metas, pide cita en Siquia y nuestro equipo de psicólogos te asesorará.