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A lo largo de nuestras vidas, experimentamos una serie de “primeras veces” que nos marcan personalmente; desde el primer paso que damos como niños hasta nuestra primera experiencia laboral.
Las primeras veces son intrépidas aventuras hasta lo desconocido. Uno de los sentimientos que experimentamos en estas ocasiones es el miedo, o mejor dicho, la sensación de incertidumbre de no saber lo que va a pasar. Arriesgarse y vivir nuevos retos es importante y en este artículo te contamos por qué.
¿Qué es la incertidumbre?
La incertidumbre es la sensación de no saber qué sucederá en el futuro o cómo se desarrollarán las cosas. Es un estado en el que enfrentamos la falta de claridad, predicción o control sobre un evento o situación.
La incertidumbre puede manifestarse en diferentes áreas de nuestra vida, como relaciones, carrera profesional, salud o decisiones importantes. Es importante comprender que la incertidumbre es una parte inherente de la vida y que todos, en algún momento, nos enfrentamos a ella.
Razones
Una de las razones principales por las que las primeras veces nos inquietan es el miedo a lo desconocido. Al enfrentarnos a algo nuevo, nos encontramos fuera de nuestra zona de confort y nos adentramos en un territorio incierto.
Este miedo se basa en la falta de familiaridad y la ausencia de experiencia previa, lo que puede generar ansiedad y preocupación. Sin embargo, es importante recordar que muchas de las mejores experiencias y oportunidades de crecimiento se encuentran más allá de nuestra zona de confort.

Además, sentimos presión por el rendimiento y tenemos la necesidad de hacerlo bien y cumplir con las expectativas, ya sean nuestras propias o las de los demás. El temor de cometer errores o no estar a la altura de las expectativas puede generar una gran carga emocional.
Sin embargo, es esencial recordar que las primeras veces son oportunidades para aprender y crecer, y que el error es un paso natural en el camino hacia el dominio y la mejora.
Las primeras veces también pueden despertar sentimientos de vulnerabilidad y temor al juicio. Nos preocupamos por cómo seremos percibidos por los demás y si seremos aceptados o juzgados. Este miedo al juicio puede limitar nuestra disposición a asumir nuevos desafíos y experimentar cosas nuevas.
Esta falta de certeza puede generar ansiedad y preocupación. Sin embargo, es importante recordar que el resultado no siempre es lo más importante en las primeras veces. Lo valioso es la experiencia en sí misma y descubrir en el proceso.
¿Cómo reacciona nuestro cuerpo?
La incertidumbre puede manifestarse de diferentes maneras y afectar tanto nuestro bienestar emocional como físico:
- Ansiedad y preocupación. La sensación de no saber qué deparará el futuro o cómo se desarrollarán las cosas puede generar un estado constante de inquietud. Puedes experimentar pensamientos recurrentes, dificultad para concentrarte, sensación de tensión muscular y problemas para conciliar el sueño.
- Indecisión y duda. La incertidumbre puede llevarte a un estado de indecisión y duda constantes. Puedes encontrarte debatiendo entre diferentes opciones, sintiendo una falta de claridad y seguridad en tus decisiones. La duda puede generar un ciclo interminable de cuestionamientos y análisis excesivo, dificultando la toma de decisiones y generando un sentimiento de agotamiento mental.
- Inquietud emocional. Puedes experimentar cambios de ánimo frecuentes, sentirte irritable, tener dificultad para controlar tus emociones o incluso experimentar episodios de tristeza o depresión. La inquietud emocional puede ser una respuesta natural a la sensación de estar en un terreno desconocido y fuera de control.
- Síntomas físicos. Puedes experimentar molestias estomacales, dolores de cabeza, tensión muscular, fatiga constante o incluso problemas para dormir. Es importante prestar atención a estos síntomas físicos, ya que pueden ser un indicador de la carga emocional que estás experimentando.
- Resistencia al cambio: puedes sentirte atrapado en tu zona de confort, evitando nuevas experiencias o posibilidades por miedo a lo desconocido. Esta resistencia puede limitar tu crecimiento personal y evitar que aproveches oportunidades valiosas que podrían surgir en el camino.
Conexión con las decisiones
Decimos que la incertidumbre y la toma de decisiones están estrechamente relacionadas por factores como el miedo al fracaso, el análisis excesivo y la duda constante.
El temor al fracaso tiene lugar cuando nos preocupamos por tomar la decisión incorrecta y sufrir las consecuencias negativas. Este temor al fracaso puede paralizarnos y evitar que tomemos decisiones, ya que preferimos mantenernos en nuestra zona de confort en lugar de enfrentar la posibilidad de cometer errores.
La indecisión prolongada puede generar aún más ansiedad y agotamiento mental, ya que nos vemos atrapados en un estado de inmovilidad. Es importante reconocer que la toma de decisiones implica cierto grado de riesgo y que no siempre tendremos todas las respuestas antes de actuar.

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Pide citaSupera el miedo a las primeras veces
Algunas estrategias efectivas para perder el miedo a las primeras veces y embarcarte en un viaje hacia la superación personal son:
- Reconocer y comprender el miedo. Reflexiona sobre los pensamientos y las creencias que sustentan tu miedo, y analiza cómo te han estado limitando. Comprender que el miedo es una respuesta natural y normal, pero no una barrera insuperable, te ayudará a cambiar tu perspectiva y abordar las primeras veces con valentía.
- Aceptar la incertidumbre. Aceptar la incertidumbre es fundamental, así como reconocer que no puedes controlar todas las situaciones y que el cambio y lo nuevo pueden ser oportunidades para el crecimiento. Practicar la aceptación y el mindfulness te ayudará a estar presente en el momento actual y a enfrentar las experiencias desconocidas con una mentalidad abierta.
- Enfócate en el crecimiento y la resiliencia. En lugar de ver las situaciones nuevas como amenazantes, refrescarlas como oportunidades para aprender, crecer y fortalecerse. Reconoce que los desafíos y los errores son parte del proceso de desarrollo personal y que, a través de ellos, puedes adquirir nuevas habilidades y perspectivas.
- Busca el apoyo de los demás. No tienes que enfrentar el miedo a lo desconocido solo. Busca el apoyo de amigos, familiares o incluso profesionales que te brindan aliento y te acompañen en tu proceso de superación. Comparte tus miedos y preocupaciones con personas de confianza, y aprovecha su perspectiva y experiencia para obtener nuevas ideas y enfoques.
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