propositos año nuevo 2020Aquí estamos, un año más, con nuestras listas personales, intentando hacer un resumen rápido del año que se está a punto de acabar. Está bien valorar si el año nos ha aportado más cosas buenas que malas, es decir, un mayor grado de felicidad; asimismo, es el momento de hacer listas de propósitos que olvidaremos en cuanto nuestros móviles se colapsen por los whatsapp variados, los abrazos se repartan generosamente, corra el cava y los deseos de Feliz Año se repitan miles de veces, en voz alta. Pero ¿por qué? ¿Cuál es la razón por la que nos vemos obligados a cumplir los rituales y cuales son los motivos de tanta alegría? Es lo que vamos a intentar descubrir.

¿Cómo se produce la felicidad a nivel cerebral?

Estas fechas no suelen poner felices sino más bien tristes a la mayoría de personas. Quiero centrarme en esta ocasión en quienes lo viven de forma alegre y feliz, no sólo en su presente sino en su futuro más inmediato.

Vamos a ver cómo, a nivel cerebral, aparece dicha felicidad, dónde la podemos localizar. En principio, no se puede señalar una región cerebral específica identificada con la felicidad sino que existe una correlación entre diversas estructuras neuronales, tal y como indican Morgado y Cuqurella (2015). De hecho, algunos estudios apuntan al área orbitofrontal ya que está conectada con el sistema dopaminérgico – responsable del deseo – el sistema opioide – responsable del placer – y otras estructuras cerebrales como los ganglios basales, la ínsula, el área medial prefrontal y el córtex cingulado.

Diversos estudios han señalado que la zona orbitofrontal, si bien interviene en la experiencia subjetiva de la felicidad, podría intervenir en emociones positivas o placer. A partir de aquí, parece que la felicidad estaría ligada a la sensación de placer y el núcleo caudado jugaría un papel muy importante. Se ha demostrado que las personas que sufren anhedonia, es decir, incapacidad para sentir placer o satisfacción, presentan un núcleo caudado de tamaño inferior que los que no padecen dicho trastorno.

¿Existe realmente la felicidad?

Seligman (2002) distinguía entre felicidad momentánea, es decir, la referida a la búsqueda del placer inmediato de la llamada felicidad duradera, aquella que puede aprenderse y hacerse duradera dependiendo de nuestra actitud, nuestras fortalezas o nuestros valores.

Si tomáramos en cuenta el punto de vista de la Psicología Positiva, últimamente muy vilipendiada, y aunque es cierto que las sonrisas no curan, sí que es fundamental conseguir contar con una actitud positiva y con una manera menos negativa de ver los acontecimientos para que el tratamiento discurra con mayor facilidad.

Si tenemos en cuenta su punto de vista, la felicidad auténtica se conseguiría por la unión de tres factores. Lo que podríamos llamar “la buena vida”, entendido como todo aquello que nos aporta felicidad y “momentos felices”; “la vida con sentido” en cuanto al logro de metas y objetivos propuestos y la “vida placentera”, o sea, la obtención del placer que tanto nos trae de cabeza… 

Diversos estudios de Seligman, se consideran las primeras aproximaciones científicas a los conceptos de felicidad y bienestar. Variables como la salud, el sexo, la edad, el nivel socioeconómico o el académico, apenas poseen relación con la felicidad. Sin embargo, si quieres ser más feliz – según Seligman – deberías vivir en una democracia, casarte, ser optimista, tener una red de apoyo de calidad y estar cerca de la religión.

Seligman afirmaba que “el bienestar es más que sonreír y sentirnos bien” en cuanto empezó a hablar de psicología positiva. Así, llegó a establecer su modelo que se denomina PERMA, que es el acrónimo en inglés:

P.- Positive Emotions. Emociones positivas que sentimos durante el día. Si las emociones positivas superan a las negativas, nuestro bienestar es mayor.

E.- Engagement. Es la capacidad de implicarse positivamente en lo que ocurre a diario, ya sea agradable o desagradable. En este último caso, debemos tener las fortalezas adecuadas para conseguir darle la vuelta. Si esto ocurre, aumenta nuestro bienestar.

R.- Relationship. Manejar constructivamente las relaciones para conseguir un mayor nivel de bienestar.

M.- Meaning. Ser parte de algo que nos supera a nosotros mismos es necesario para aumentar el bienestar.

A.- Accomplishment. Sentir que puedes lograr tus metas y objetivos, con sentido de la determinación y sin abandonar ante las dificultades, también aumenta el nivel de bienestar.

¿Puedo ser feliz en 2020?

Depende ¿quieres? Entonces, hallarás la manera de salir de tu zona de confort, dejar de someterte a la queja continua, y moverte en la búsqueda de tus objetivos y de tus metas.

Entiendo que no todas las situaciones son iguales y que existen algunas muy complicadas por factores económicos, sociales, laborales e, incluso, familiares. Es obvio que hay grandes “epidemias” que no permiten a las personas ser felices y no son sólo la ansiedad o la depresión sino, también, la soledad, el envejecimiento progresivo de la población, la generación “no future”, sólo por poner algunos ejemplos.

En líneas generales estas pueden ser algunas pautas:

  • Busca momentos en que hayas sido feliz en el pasado.
  • Crea tus “islas desiertas” propias cada semana. Momentos en que hagas actividades agradables, sólo tú, que te puedan reportar momentos felices.
  • No hay que ser felices “por obligación”. No caigas en el peligroso extremismo de fingir algo que no es. Para eso ya están algunas redes sociales; ¿os habéis fijado como, por ejemplo, en Facebook e Instagram, pasan muy pocas tristes y todos somos simpáticos, generosos, alegres, con dinero y felices?
  • Es importante hacer introspección; tenemos un mundo interno rico, a veces revuelto, que podemos calmar mediante las anclas mentales que proporcionan los ejercicios del mindfulness.
  • No dejar para después la felicidad, el momento es “aquí y ahora”.
  • No hay que resistir, evitar o ignorar las emociones negativas o las experiencias dolorosas. Si lo hacemos, no seremos capaces de afrontarlas y no podemos cambiarlo. No vivamos ningún fracaso, una mala experiencia o una emoción negativa como algo que no nos debería ocurrir, sino como una posibilidad de crecimiento y un paso hacia esa felicidad buscada.
  • Ikigai es el objetivo de la vida que cada uno tenemos, lo que para cada uno de nosotros hace que nuestra vida valga la pena. No está unido a nuestras circunstancias presentes porque puede ser que, incluso, aunque las actuales sean difíciles. Si el objetivo se halla fijo en tu mente, puedes sentir el ikigai, este sentido de la felicidad para los japoneses.
  • Innova porque los retos y las novedades son claves para conseguir llegar a la felicidad. El cerebro se estimula mediante la sorpresa y al dominar una situación nueva proporciona una sensación de poder y… placer, obviamente.

¿Por qué nos cuesta tanto cumplir y mantener nuestros propósitos de Año Nuevo?

El 77% de las personas mantenemos los propósitos de Año Nuevo durante una semana mientras que el 19% somos capaces de mantenerlos durante dos años. Resulta difícil cambiar hábitos y es más cómodo mantenerse en la zona de confort.

Las pautas para seguir con dichos propósitos son:

  • Exceso de metas y objetivos. Si al principio del Año, nos proponemos docenas de ellas o, si bien, las expectativas son demasiado elevadas, lo más probable es que nos acabemos frustrando, desmotivando y estresando.
  • Los propósitos son poco realistas. Las expectativas son demasiados elevadas y, si no se consiguen, existe frustración, desmotivación y decepción y, por tanto, abandono dichos propósitos.
  • Motivación. Pensamos que la motivación para cumplir nuestros propósitos debe ser extrínseca, es decir, provenir del exterior pero ahí está otro de nuestros errores; si queremos cumplirlos, la motivación debe ser intrínseca, es decir, la debemos buscar en nosotros mismos.
  • Las personas y las cosas de nuestros diferentes contextos nos lo pueden poner difícil pero ahí es donde se debe demostrar nuestra tenacidad; de acuerdo, quiero adelgazar pero si abro la despensa, está llena de “pequeñas o grandes tentaciones” ¿quién decide caer? He pensado en dejar de fumar pero, en una cena con amigos, siempre hay alguien que me ofrece un cigarrillo, ¿quién lo acepta? He pensado en hacer ejercicio pero, al bajar en el ascensor, está mi coche esperándome, ¿quién no se mantiene firme en su decisión? Deja de pensar que son los demás los “culpables” de nuestro “incumplimiento” y aceptemos nuestra responsabilidad en aquello que nos ocurre y cómo nos ocurre.

propósitos nuevo añoPautas para propósitos felices de Año Nuevo

  • Céntrate en pocos objetivos. Piensa en una meta a corto plazo – en cuestión de tres meses- otra a medio plazo – para unos seis meses – y otra a largo plazo – ya para cumplir el año siguiente-. Cada una de estas metas va con sus respectivos objetivos, siguiendo el modelo SMART y tienes todo el año para poder establecerlos y afianzarlos.
  • Haz cambios en tus contextos. Si te has planteado hacer dieta, no compres más productos “tentación” y da todo aquello que ya tengas en la despensa. Lo mismo es válido para los otros ejemplos.
  • Tus metas deben ser concretas, específicas y realistas. No vale como meta a largo plazo “ser feliz” porque es demasiado amplia y, por tanto, inespecífica. Buscamos algo más concreto tipo “conseguir hacer X para poder ser más feliz” siendo X ese algo que tienes en mente y que, seguro, vas a concretar este Año Nuevo.
  • Piensa en aquello que te hará feliz a ti. No es egoísmo sino que la mayor fuente de desmotivación y de desinterés que nos encontramos en la práctica clínica proviene de personas que, de hecho, no están cumpliendo sus deseos sino lo que se supone que su familia o, incluso, la sociedad espera de ellos. No te hagas esto en el 2020.
  • El refuerzo positivo, aunque provenga de uno mismo, es sumamente importante. Cada vez que hayas completado con éxito una etapa, te debes autofelicitar o concederte una “isla desierta”. Pero, ¡cuidado! Si has bajado 3 kg haciendo dieta, el refuerzo positivo no puede ser darse un capricho en forma de “tentación” porque, así lo único que se consigue es desandar el camino andado.
  • Sé consciente de las recaídas. Cualquier proceso de este tipo no es lineal sino que existen retrocesos, pequeñas recaídas. Ello no puede suponer que te autocastigues o te culpabilices excesivamente. Sirve para aprender y que lo hagamos sabiendo las dificultades y obstáculos que existen en el camino.
  • Intenta enrolar a otros en tus propósitos. Si es la dieta y tienes pareja, es más fácil y divertido hacerlo juntos que si ves que mientras tú comes un plato de verduras, él se come otro de espaguetis.

En la vida hay tantas ocasiones especiales como veces elegimos celebrarlas. Robert Braul

Toda la felicidad para este Año Nuevo 2020, Feliz Año!