La mayoría de las personas consideran que trabajar conlleva cierta dosis de cansancio, sin importar si su profesión requiere esfuerzo físico o consiste en estar recluido en una oficina durante ocho horas. Es un fenómeno normal, que no debería resultar alarmante. No obstante, cuando el cansancio se convierte en un fuerte agotamiento mental podemos encontrarnos ante un verdadero problema: el estrés laboral.

Según datos publicados por el Instituto Europeo de Psicología Positiva, una de cada cuatro bajas laborales en nuestro país es por estrés. Pero, ¿por qué afecta el estrés laboral a tanta gente? En las siguientes líneas te contaremos esto y mucho más sobre el estrés laboral.

¿Qué es el estrés laboral?

Cuando hablamos de estrés laboral nos referimos a una sensación de nerviosismo o tensión que aparece en el lugar de trabajo, o por causas relacionadas con el mismo. Quienes lo sufren a menudo experimentan malestar, rumiaciones y problemas para concentrarse.

Si bien en un primer momento comenzar a trabajar suele ser motivo de celebración, cuando los empleados llevan un tiempo trabajando la exigencia del entorno laboral puede llegar a sobrepasarles. Las experiencias negativas, como estar inmerso en un ambiente de trabajo tóxico, no tener un trabajo estable o tener que lidiar con jefes poco empáticos, aumentan las posibilidades de que el malestar nos alcance en el lugar de trabajo.

Causas más comunes del estrés laboral

• Falta de control. En muchas ocasiones, los trabajadores sienten que no tienen control sobre lo que ocurre en su entorno laboral. Esto sucede, por ejemplo, cuando los jefes exigen la realización de tareas para las que no están cualificados, cuando la comunicación es escasa o cuando los empleados no tienen claros los objetivos.
• Sensación de agobio ante los deberes. En los entornos laborales muy exigentes el estrés suele ser una constante. Esto se debe a que la carga de trabajo tiende a ser excesiva y, en ocasiones, porque excede los conocimientos de los empleados. Una manera de revertir esto es dividir los objetivos empresariales en tareas pequeñas y, por supuesto, también resulta útil invertir en formación.
• Poca carga de trabajo. Ante la falta de tareas por realizar, el trabajador puede surgirle la idea de que está siendo inservible y poco productivo para la empresa.
• Confusión por su papel dentro de la empresa. Suele ocurrir con las personas multidisciplinares, es decir, que dominan varias áreas del conocimiento. Este tipo de profesionales suelen lidiar con la exigencia de sus superiores, que les exigen realizar tareas muy diferentes entre sí y les impiden centrarse.

Si reconoces alguna de estas causas y necesitas ayuda para gestionar el estrés, debes saber que un psicólogo online puede ayudarte.

Consecuencias del estrés laboral

Síndrome del burnout

También llamado síndrome del trabajador quemado, hace referencia a una sensación de hartazgo y cansancio físico y emocional que deriva del ámbito laboral.

Aunque el estrés es una sensación relativamente natural, que sirve para que seas capaz de hacer frente a las situaciones exigentes, en estos casos se alarga en el tiempo hasta convertirse en algo perjudicial que afecta también a la vida personal de quien lo sufre.

Las características de este síndrome son:

• Irrealización en el trabajo, caracterizada por la dificultad para encontrarse satisfecho con el trabajo. Esto sucede porque, a simple vista, parece que las labores realizadas no tienen repercusión. Esto lleva a los trabajadores a sentirse poco valorados y a sentirse profundamente desilusionados con su trabajo.
• Cansancio emocional: el trabajador siente un hartazgo extremo que le impide rendir correctamente y que puede afectar también a otros ámbitos de su vida, como las relaciones interpersonales.
• Desconexión con el resto de personas de la empresa: debido a la situación que atraviesa el trabajador, este puede mantener una actitud fría y distante hacia sus compañeros. Esto puede llevarle a experimentar soledad y aislamiento lo que, a su vez, puede agravar aún más el problema del estrés.

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Apatía respecto al trabajo

Si no estás a gusto en un determinado ambiente, es normal que tu interés vaya en consonancia. La apatía por tu oficio provocará que te limites a hacer exclusivamente lo que se te exige en el contrato. Como se dice vulgarmente, cumplir con la «ley del mínimo esfuerzo«.

Formas de gestionar el estrés laboral

Autoexploración

Se trata de encontrarte con tu verdadero «yo», ser consciente de los valores y prioridades que te rigen como persona. Esto te ayudará a marcar líneas que guiarán tu vida en el terreno laboral y personal. Solo cuando sepas qué es lo verdaderamente importante para ti podrás tomar decisiones adecuadas que satisfagan tus necesidades.

Una vez tengas claro quién quieres ser podrás trabajar para conseguir la motivación necesaria para alcanzar los objetivos que te llevaron a comenzar esta aventura laboral en primer lugar.

Desarrolla la asertividad y las habilidades sociales

Las habilidades sociales son un factor importante de la empresa. En la amplia mayoría de los trabajos vas a tener que estar rodeado de compañeros en los que tendrás que apoyarte en beneficio de la empresa.

La empatía, la simpatía y la asertividad serán tus mejores aliadas si quieres trabajar en equipo sin morir en el intento. Cuando aprendes a ponerte en el lugar del otro y a comunicar tus deseos de forma clara y respetuosa, eliminas gran parte de los problemas que pueden asaltarte en el entorno laboral.

Aprovecha la rutina

Establecer horarios para elaborar las determinadas tareas es vital para reducir la ansiedad y que la sensación de control sobre el trabajo sea mayor. Para ello, es recomendable utilizar media hora para elaborar un calendario semanal con las tareas previstas. También se aconseja dejar un espacio libre en la semana por si surge algún imprevisto y es necesario modificar esa planificación.

Practica la relajación

Si sientes que el estrés está pudiendo contigo, es hora de relajarse. Aprende métodos de relajación eficaces para evitar que el malestar laboral interfiera en tu vida personal. Emplear los momentos de ocio en tu pasión como la música, practicar deporte o estar un fin de semana con tu familia o amigos pueden servir como vías de escape a los problemas de la oficina.

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