Psicólogo online para gestionar la resaca emocional

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Todos en algún momento de nuestra vida nos hemos pasado con el alcohol una noche de fiesta. Al día siguiente sentimos que nos va a explotar la cabeza, tenemos una resaca increíble. Al igual que esta, la resaca emocional también puede ser muy desagradable. 

A veces nos enfrentamos a momentos inesperados o estresantes. No tienen por qué ser malos, también puede tratarse de momentos que nos hagan felices.

Hablamos de cambios importantes en la vida de las personas, como casarse, esperar un bebé, que te pidan salir, hacer un viaje con tus amigos… Situaciones que provocan emociones muy intensas. Desde e la alegría y la euforia hasta el miedo o la tristeza.

La intensidad de estas emociones puede acabar generando un cansancio y agotamiento que haga que tengamos resaca emocional.

¿Qué es la resaca emocional?

La resaca emocional se define como un estado de cansancio mental que surge a raíz de un acontecimiento en el que nos hemos implicado mucho psicológicamente. Este puede tener en nosotros una carga emocional tanto negativa como positiva. Por ejemplo: un examen final, nuestra boda, nuestro primer viaje con amigos, una fiesta increíble…

Se define así debido a que la experiencia que hemos vivido ha desencadenado una serie de síntomas relativamente desagradables. Estos síntomas son parecidos a los de una resaca por consumo de alcohol.

Sin embargo, en el caso de la resaca emocional, no existe una sustancia exógena que nos hace sentir así. Al contrario: todos los procesos bioquímicos que intervienen en la resaca emocional están producidos por hormonas y neurotransmisores segregados por las glándulas de nuestro organismo. 

¿Qué síntomas tiene la resaca emocional?

Los síntomas de la resaca emocional se relacionan con los trastornos de ansiedad y el estado de ánimo. Aunque cabe destacar que la resaca emocional no es una enfermedad mental diagnosticable. Dentro de las señales que nos indican que podemos estar pasando una resaca emocional podemos encontrar: 

  • Irritabilidad. Cuando estamos en esa situación nos volvemos muy irritables ante cualquier estímulo. 
  • Mal humor. Estamos enfadados porque la experiencia ha sido tan buena que nos ha dejado mal porque ya ha pasado. También puede ocurrir lo contrario, estar de mal humor porque ha sido una experiencia negativa. 
  • Disminución de la energía. Nos quedamos sin ganas de nada. Este síntoma no tiene que indicar que nos hemos sometido a un esfuerzo físico, puede ser sencillamente por los ánimos. 
  • Colapso mental. Es decir, nuestra mente funciona más lentamente, como si estuviésemos aturullados. 
  • Sentimiento de agobio. Entramos como una especia de estado de agobio y ansiedad porque dejamos de tener algo a corto plazo que nos motive. Sentimos apatía

A parte de síntomas psicológicos, también pueden aparecer síntomas físicos. Entre ellos encontramos el dolor de cabeza, el malestar, tensión o pesadez muscular, entre otros. 

Todo este conjunto de síntomas físicos y psíquicos va a impedir que rindamos al cien por cien en el día a día. Se pueden ver afectadas nuestra memoria y por tanto, nuestra atención, rendimiento y creatividad. Pero se producirá de un modo pasajero, es decir, no suele perdurar en el tiempo.

Sin embargo, si ocurre que se mantiene, terminará influyendo también en otros ámbitos de nuestra vida como el laboral, social e incluso familiar. Por tanto, afectará tanto a nivel interno como externo. 

Si estás acostumbrado a vivir con resaca emocional quizás sea el momento de ponerte en manos de un psicólogo online.

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¿Cuáles son las posibles causas de la resaca emocional?

La resaca emocional tiene su origen en una combinación de causas de carácter biológico y psicosocial. Más concretamente podemos establecer que se relaciona con la función de alerta de nuestro cuerpo. Nuestro organismo pone en marcha dicha función cuando captamos estímulos ante los que debemos prestar especial atención. Cuando esto ocurre, se activan los mecanismos del estrés

En muchas ocasiones puede ocurrir que no relacionemos esa experiencia con el estrés ya que no tiene porque hacernos sentir mal en ese momento. De hecho, habitualmente relacionamos el estar estresados con un malestar general.

Los síntomas de estrés y ansiedad pueden “desaparecer” porque durante el momento de la experiencia nos lo estamos pasando muy bien y somos muy felices. Es decir, las emociones positivas eclipsan las señales desagradables relacionadas con el estrés y la ansiedad. 

La resaca emocional aparecer cuando ya llevamos un tiempo largo en dicho estado de alerta. Nuestro organismo empieza a manifestar los síntomas de haber estado en tensión tanto tiempo.

El sistema nervioso es uno de los conjuntos de estructuras más complejo y que más energía y recursos consume de nuestro organismo. Por ello, tenerlo funcionando sin parar y a toda marcha acaba pasándonos factura. Pero, al cabo de unas horas volveremos a sentirnos bien, una vez que el organismo se haya vuelto a recuperar. 

¿Cómo podemos reducir o minimizar sus efectos?

Las resacas emocionales suelen ser inevitables, ya que no podemos controlar nuestras emociones. Pero sí hay una serie de acciones o medidas que podemos tomar para reducir sus síntomas.

De esta forma conseguiremos también que duren menos en el tiempo. Asimismo, lograremos minimizar el impacto que puedan tener en otros ambientes de nuestra vida. Esto son algunas pautas de cómo podemos pasar la resaca emocional:

  • Potenciar nuestro autoconocimiento. Vivimos en una sociedad caracterizada por la falta de tiempo y el estrés constante. No tenemos tiempo para parar a pensar, a escucharnos a nosotros mismos y a preguntarnos cómo nos sentimos y qué nos hace estar mal. Por eso, hay ciertas situaciones del día a día que nos desbordan emocionalmente. Es muy importante que todos los días nos dediquemos un tiempo para nosotros mismos de esta forma podremos disminuir los estados negativos. 
  • Usar técnicas de relajación. Cuando estemos a solas con nosotros mismos también podemos realizar distintas técnicas de relajación que nos ayudarán a tranquilizarnos. De esta forma podremos tener un mayor control y conocimiento sobre nuestras emociones y pensamientos. 
  • Realizar actividades que te ayuden a evadirte. Si las técnicas de relajación no funcionan, siempre puedes recurrir a aquellas actividades que te hagan sentir bien. Por ejemplo: pintar, escuchar música, hacer deporte. La acción de hacer ejercicio nos ayudará a liberar endorfinas, las cuales hacen que se estimulen los circuitos del placer. 

Cuando tengamos resaca emocional, ser conscientes de nuestros pensamientos nos ayudará enormemente. Cuando controlamos los pensamientos, podremos cambiar los negativos por positivos.

¿Qué hago si esto no funciona?

Aunque, como ya se ha mencionado con anterioridad, la resaca emocional no sea un trastorno psicológico, sí puede considerarse un motivo para pedir ayuda a un psicólogo. Cuando te encuentres en esta situación en la que los pensamientos negativos te inunden, acude a terapia. 

En Siquia somos expertos en terapia online desde el año 2012. Durante estos años hemos ayudado a más de 1600 personas a mejorar su salud mental.

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