En la actualidad tenemos a nuestra disposición una amplia gama de especialistas preparado y dispuestos a ayudarnos a sentirnos mejor. Los psicólogos, los psiquiatras y, desde hace un tiempo, los coaches se alzan para garantizarnos nuestro bienestar persona. La existencia de esta variedad es positiva en tanto que concentra la especialización y permite al paciente recibir el tratamiento que precisa. Contrariamente, no obstante, esta diversificación también tiene un componente negativo y es que, ¿sabemos realmente qué profesional necesitamos y por qué? ¿qué diferencia hay entre un psicólogo, un psiquiatra y un coach?
Psicólogo
Un psicólogo clínico está licenciado en Psicología. Este matiz es relevante ya que el ámbito de trabajo de este profesional es la psique y no el organismo, como sí lo es para el psiquiatra, según veremos posteriormente. Para el psicólogo, los problemas que han llevado al paciente a la consulta tienen una base psíquica, emocional, aún teniendo una manifestación somática: influencia de las relaciones, percepción personal, gestión de las emociones, etc. Dentro de la psicología encontramos también distintas disciplinas, pero la base de todas ellas es la introspección personal y el uso del diálogo para llegar al autoconocimiento y superar o gestionar las dificultades individuales. Por ello, y por no ser especialista del cuerpo, el psicólogo nunca podrá recetar medicación, papel en el que se centra el psiquiatra.
Psiquiatra
El psiquiatra, en cambio, obtiene la titulación de Medicina y, por tanto, su foco de atención profesional será el componente orgánico del paciente. Así pues, este profesional considera que el problema subyacente en el individuo deriva de un mal funcionamiento del organismo, específicamente de la mente. En este sentido, el objetivo de psiquiatra es hallar y resolver los desajustes orgánicos de la mente, como insuficiencias o excesos hormonales, una solución que aplicará mediante la medicación psiquiátrica. No obstante, los psicofármacos no son la solución indispensable y unívoca a los problemas, ya que en muchos casos el tratamiento psiquiátrico (médico) necesita la complementación del soporte psicológico (psique). También puede ocurrir lo mismo al revés: un psicólogo puede encontrar adecuado que el paciente inicie un seguimiento medicado paralelo.
Coach
Tal como su nombre indica, el “coach” es un “entrenador personal” de nuestra salud. Del mismo modo que un coach deportivo entrena a deportistas de élite a lograr sus objetivos físicos, el coach de salud entrena a cualquier individuo a lograr objetivos concretos vinculados a su bienestar personal. Inés Montiel, coach especialista de Tisoc Coaching, en Madrid, describió para Europa Press que el coaching es “una metodología diferente para ayudar a los paciente a hacer cambios”, que siempre serán muy concretos y específicos. Esta es una de las principales diferencias del coach con los profesionales de la psicología o psiquiatría: mientras éstos dictan al paciente las decisiones a tomar, el coach acompaña al individuo y le deja tomar sus propias decisiones teniendo en cuenta las posibles consecuencias, argumental Montiel. Así esta diferencia metodológica – el coach ofrece consejos y pautas concretas, y no un análisis profundo de todo el individuo – también se suma a una diferencia asistencial: el coaching no se integra dentro del sistema sanitario. Cabe destacar que el apoyo del coach es útil tanto para quien padece una enfermedad o realmente tiene un problema como para, sencillamente, para aquellas personas sanas que desean cambiar ciertos hábitos de su vida.
¿Un psicólogo y un psiquiatra son incompatibles? No. Ya se ha comentado que aunque su modus operandi es distinto y aunque haya casos en que uno no necesite del otro, en muchas ocasiones son necesariamente complementarios. Así lo matiza Raquel Ferrari, vocal de la junta de gobierno del Col·legi de Psicòlegs de Catalunya (COPC), quien añade que hay casos en que el paciente necesita algún fármaco: “según los cuadros obsesivos, las fobias o depresiones puede ser necesario remontar al paciente con algún medicamento”, un apoyo transitorio que recomendará el psicólogo si lo ve necesario.
¿Y dónde queda el coach? Aunque pueda parecerlo, no es un profesional que dista del psicólogo o psiquiatra. Es más, en muchas ocasiones se recomienda compaginar las distintas especialidades y, sobre todo, en el caso de personas que sufren alguna enfermedad o problema grave. En estos casos, se recomienda que el coach colabore junto al psicólogo o psiquiatra de su paciente, de modo que cada especialista se centre en tratar aspectos concretos del individuo. Los profesionales sanitarios – psicólogo y psiquiatra – tenderán a aconsejar las mejores opciones para el paciente mientras que el coach incidirá en la toma de conciencia del individuo: dónde está y dónde quiere llegar y, en ese sentido, qué caminos puede tomar para llegar a dicha meta.
¿Alguno es mejor? Nuevamente, no. Todos son necesarios, útiles y prácticos según el problema en el que se encuentra el individuo. El siguiente ejemplo te permitirá acabar de entender el concepto:
Con todo respeto, pero pienso que el artículo tiene muchos vacíos y errores conceptuales.
El articulo tiene varios vacíos y para ello voy a tomar solo un par de fragmentos como referencia… Haciendo referencia a la psicología y la psiquiatría «mientras éstos dictan al paciente las decisiones a tomar, el coach acompaña al individuo y le deja tomar sus propias decisiones teniendo en cuenta las posibles consecuencias» falso, un psicólogo no debe por ningún motivo dictar las decisiones de un paciente o consultante, es poco ético y no es parte del ejercicio de la psicología, por otra parte y como bien lo cita el articulo en relación al coaching»el coach ofrece consejos y pautas concretas, y no un análisis profundo de todo el individuo » en este sentido debe remitirse mas al alcance de logros muy puntuales para el desarrollo personal, pero no puede prestarse para el tratamiento de patologías, enfermedades mentales ni desordenes de personalidad; eso sin contar que la formación misma entre los diversos ejercicios es muy diferente (en intensidad y contenidos), para formarte como psicólogo como mínimo vas a invertir 5 años en fase inicial (sin contar especializaciones, maestrías y otros), mientras que para ser Coach será 1 año o menos; no se puede pretender que una formación tan incipiente permita abordar fenómenos de profundidad y complejidad. Creo en lo personal que el coaching tiene un valor para acompañar a personas en explorar sus potencialidades y talentos, pero poca incidencia en el acompañamiento terapéutico de situaciones personales.
Disculpen si soy algo brusco y directo,
Creo que en el artículo se mezclan conceptos,
-Se usa un heurístico de autoridad «hay colegios de psicólogos que ya regulan esta figura » Bajo que criterios?Es suficiente que lo avale un COP? Hoy día el COP por desgracia no es garantía de calidad, son un lobby que nos representa a todos y ya está.
-Se da una visión muy parcial de lo que es un psicólogo clínico… un psicólogo es un especialista en la evaluación y modificación de la conducta destinado a modificar las acciones, situaciones, etc, que mantienen y provocan una conducta o serie de conductas. Por eso no hay fármacos, porque la intervención es en el contexto, en los mantenedores de la conducta, en los impedimentos personales del cliente…El campo de acción son los estímulos, las contigencias, las cogniciones…
-«el coach ofrece consejos y pautas concretas, y no un análisis profundo de todo el individuo» esto en mi idioma significa que te da los típicos consejos de cuñado sólo que con carisma para que te lo creas. Es un negocio redondo, pagar un mal psicólogo (o uno no adecuado para ti) y encima un ‘coach’!
Una duda, mientras que para aplicar medicina o terapias psicológicas se requiere del máximo de calidad que la evidencia empírica ofrezca… véanse las guías del NICE de UK o la División 12 de la APA. Que garantías ofrece un Coach? Cómo podemos asegurarnos que sus técnicas funcionan? Qué lo diferencia de un analista conductual o un asesor conductual?
Quizá la gente prefiera un ‘coach’ que suena a eso… a entrenador personal de deportista de élite que es más glamouroso que un Psicólogo pues este está más cerca del estigma que aún hoy día acarrea la salud mental…
Reflexión final, quizá no hacen falta más ‘coach’ sino mejores psicólogos.
Hola, me ha gustado leer el artículo. Pero mi pregunta es: ¿Quién debe ser coach?¿ Un psicológo, psiquiatra, o cualquier persona que inicie y finalice su formación en coaching?
Hay colegios de psicólogos que ya regulan esta figura y, por tanto, nos podemos encontrar con psicólogos que ejerzan como coachs, aunque no todos los serán. En cualquier caso, el trabajo de un coach no es asistir enfermedades mentales, sino ayudar a un paciente a lograr objetivos personales o metas y alcanzar más bienestar.
Muchas gracias por el artículo, que me ha resultado informativo y respetuoso.
Es triste que algunos profesionales se sientan ‘amenazados’ por nuevas herramientas que se prueban efectivas y beneficiosas a cada paso, muestra de lo complicado que es aceptar e integrar el cambio, sobre todo cuando no llega de nuestra mano o por nuestra propia voluntad.
Sólo hay un detalle con el que no acabo de estar de acuerdo, según cita Montiel: «el coach ofrece consejos y pautas concretas, y no un análisis profundo de todo el individuo». Los coaches podemos trabajar a niveles más profundos, si tenemos preparación para ello y si el cliente así lo desea. A menudo el cliente puede querer trabajar un objetivo muy específico y terminar su proceso al llegar a puerto; mientras que en otras ocasiones puede apostar por un proceso más extenso de indagación personal y así se llega a las profundidades. Aprovechando la metáfora del entrenador deportivo que utilizáis y que resulta tan clara: yo puedo querer tonificar o ganar masa muscular, perder peso o ganarlo, ensanchar o fortalecer. Y cada tipo de trabajo conllevará una preparación diferente.
Gracias de nuevo y enhorabuena.
Hola Marta Sancho,
no sé exactamente a qué te refieres con dictar, pero leyendo el artículo parece más una descontextualización que otra cosa. En todo momento se habla del papel orientador del psicólogo. Y si nos queremos poner puristas con el lenguaje, que se puede, la RAE indica que dictar es decir algo con las pausas necesarias o convenientes, inspirar, sugerir.
Todos los textos y aportaciones de Siquia provienen de psicólogos y en la guía solo aparecen psicólogos colegiados, respondiendo a tu duda.
No obstante, con el tono e insultos de tu comentarios hacia otros profesionales (el coaching es también una actividad que ya regulan algunos colegios profesionales como es el caso del COP de Madrid, por ejemplo, y también son psicólogos colegiados como tú) podemos «dictar» a todos los usuarios y pacientes que se acercan a SIquia que no eres el psicólogo que queremos en esta página.
Antes de escribir las barbaridades que pone en este «artículo», deberían informarse. ¿Los psicólogos dictamos? Ahora me entero!!
Está claro que quien ha escrito estas líneas debe ser coach. ¿Cuánto ha durado el curso que ha hecho? ¿6 meses?
En fin, la de idioteces que se llegan a leer…