Padre e hijo

El Análisis Transaccional (AT) es una doctrina o escuela psicológica que se engloba dentro de la Psicología Humanista que se centra en que el cliente pueda cambiar sentimientos, pensamientos o comportamientos y hábitos profundos mediante técnicas que faciliten la reestructuración y el cambio personal.

Esta disciplina es de fácil integración para el individuo en tanto que propone una metodología con términos básicos de concepción sencilla ya que huye de los tecnicismos que sí predominan en otras escuelas de la psicología. Así pues, esta facilidad ha llevado el análisis transaccional a lograr una gran difusión a nivel mundial, teniendo su máximo reconocimiento y práctica ante el tratamiento de trastornos mentales en Suiza y Austria, donde éstos abundan.

Los tres Yo de la Psicología Humanista

Nos encontramos frente a una doctrina – propuesta por el psiquiatra Eric Berne en Estados Unidos hacia los años cincuenta – que en la praxis se centra en analizar de la forma más sencilla y comprensible las formas de interacción social entre sí mediante las transacciones psicológicas de los estados del Yo – el yo Padre, el yo Adulto y el yo Niño.

Una vez el individuo ha determinado y comprendido el estado de sus tres yo, el análisis transaccional enseña a cambiarlos y orientar su uso hacia el que debe ser, hacia el rol pertinente de cada uno de ellos. El Padre se usa para dar cuidados, el Adulto para individualizarnos y ser autónomos, y el Niño para buscar el cuidado y cariño que necesitamos – todos los humanos – recibir. Tres roles que debemos saber ejecutar según las circunstancias, según el momento, tanto en nuestra relación con los demás como con nosotros mismos. El dominio de nuestros tres estados nos proporciona una personalidad integradora.

Más allá del estudio de los estados del Yo en el individuo, el análisis transaccional también apuesta para que el individuo abandone su guión psicológico – esto es, el rol o guión de vida que adoptamos en nuestra infancia debido a la influencia de las figuras de autoridad, generalmente los padres, y que aunque nos fue necesario para sobrevivir durante la niñez ya no nos es útil pero seguimos llevando a cabo inconscientemente.

Poder desprendernos de este guión psicológico nos ayuda a su vez a deshacernos de aquellos juegos que lo refuerzan – responder siempre del mismo modo a cierta persona, reaccionar determinadamente frente a estímulos concretos, mantener una relación tóxica con alguien cercano, etc. Sin estos juegos – consecuencia del guión psicológico – seremos libres de pensar, sentir y actuar sin condicionantes, y poder así actuar de forma integradora y llevar a cabo una vida saludable.

Más allá de Freud

Eric Berne, padre del Análisis Transaccional
Eric Berne, padre del Análisis Transaccional

Como se ha comentado en grandes rasgos, la disciplina en cuestión fue desarrollada por el psiquiatra Eric Berne, quien definió el Análisis Transaccional como “una teoría de la personalidad y de la acción social y un método clínico de psicoterapia basado en el análisis de todas las transacciones posibles entre dos o más personas, sobre la base de estados del yo específicamente definidos”, según apunta en su obra What do you say when you say hello? de 1975.

Aún habiéndose formado bajo las teorías psicoanalísticas de Sigmund Freud – y su sucesor Paul Federn – y ser gran respetuoso de ellas, Berne quiso ir más allá y desarrollar una psicoterapia más eficaz. Por ello en 1958 publica el primer artículo donde desarrolla la presente doctrina, titulado Análisis Transaccional: un nuevo y efectivo método de terapia de grupo. La facilidad expresiva de Berne facilitó que sus tratados fueran más accesibles que la mayoría de textos psicológicos publicados y su fácil comprensión permitió que llegara a todos los públicos.

 

Tardaría más de doce años en perfeccionar toda su teoría, pero para cuando lo lograra, su éxito ya estaba aposentado. Berne fu decisivo en aportar un nuevo estudio de los estados del Yo así como nuevas teorías de la comunicación social. Siendo considerado como una corriente que va más allá del freudianismo, considerada por el propio Eric Berne como ‘extra freudiana’, el Análisis Transaccional se observa como un modelo más inteligible, comprensible y cercano que el tradicional modelo del psicoanálisis.

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