Las relaciones de pareja son complicadas y en muchas ocasiones surgen los celos o, en casos más extremos, celos patológicos y el síndrome de Otelo -basado en la obra de Shakespeare ‘Otelo, el moro de Venecia’ donde el protagonista llega al delirio a causa de celos enfermizos.
Los celos forman parte de las conductas humanas y suelen surgir por defender aquello que nos importan. El problema aparece cuando estas reacciones son repetitivas y negativas.
Tipos de celos
Se pueden señalar distintos celos dependiendo de la situación:
- Reacciones emocionales temporales: Puede establecerse esta reacción ante situaciones normales que no afecta significativamente a la vida de la persona.
- Reacciones desmedidas: Estos celos sí que pueden desestabilizar a la pareja. Normalmente se da en mujeres. Con una actitud controladora, la persona nunca está satisfecha con las situaciones que vive y esto provoca inestabilidad emocional.
- Rasgos personales: En muchas ocasiones, los celos son cualidades de la propia persona. Esta personalidad está basada en la desconfianza y afecta tanto a su vida personal como a la de su entorno. Son personas que están convencidas de sus ideas y sus sospechas son las veraces.
Síndrome de Otelo, qué es
Es el cuarto tipo y el más grave. Los celos se convierten en una enfermedad. Las paranoias fundamentan este síndrome. También denominado celopatía, está basado en el delirio crónico donde la persona está convencida de que su pareja es infiel. Cualquier situación o conversación les sirve para recalcar su preocupación excesiva de infidelidad en la pareja. Cualquier momento cotidiano es malinterpretado o incluso se llegan a inventar una tercera persona. Esta considerado un trastorno mental, por lo que la persona no es consciente de la enfermedad.
Este síndrome es considerado en psiquiatría como la patología más grave de los celos. Es más frecuente en el género masculino, aunque puede darse en ambos. Se basa en la idea de que la otra persona es desleal e infiel porque, quien tiene esta enfermedad, encuentra cualquier indicio en cualquier situación, argumento o decisión.
Los celos pueden desestabilizar la pareja. En algunos casos, tras valorar la situación de celos, las personas pueden aprender a controlarlo y solucionar los problemas que se presenten. Otros, lo padecen constantemente y es cuando la pareja se acaba rompiendo.
En este último caso, la persona acaba sospechando ante cualquier acción y se vuelve fría y controladora, de tal manera que bloquea emocionalmente a la otra persona. Si esto se muestra a nivel extremo, es cuando hablamos del síndrome de Otelo. El momento en el que los celos se vuelven enfermizos. Cuando esto empieza a ocurrir, y los celos perjudican el día a día, es necesario consultar a profesionales para controlarlos y mejorar.