Qué tomar para dormir bien

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De acuerdo con los datos divulgados por la Sociedad Española de Neurología, en la actualidad, más de 12 millones de personas se despiertan con la sensación de no haber tenido un sueño reparador y más de 4 millones acusan alguna clase de trastorno de sueño crónico y grave.

El insomnio constituye una de las afecciones más comunes con una tasa de indigencia especialmente común en personas de la tercera edad, mujeres o aquellas que sufren de algún tipo de problema psicológico. Según revela la Sociedad Española de Sueño (SES), en nuestro país, el 20% de la población es víctima de episodios de insomnio transitorios. Pero, ¿cuál es el origen de este tipo de problemas? ¿qué remedios encontramos a nuestro alcance? ¿existen pastillas para dormir naturales?

Insomnio: ¿Cuáles son sus causas?

El insomnio puede ser una manifestación de diferente tipo de anomalías o problemas psicoemocionales. Las enfermedades de tipo emocional, especialmente, aquellas vinculadas con los cuadros de ansiedad, miedo, depresión o el estrés, constituyen, en sí mismas, un factor de riesgo. Cuando se sufre insomnio debido a este tipo de razones, existen, además, más probabilidades de que el problema se cronifique.

Sin embargo, también existen otras posibles razones que puedan desencadenar en esta alteración del sueño. Entre ellas, se encuentran las causas de origen médico. Algunas enfermedades pueden interferir en el sistema nervioso o impedir que el paciente logre relajarse completamente y, como consecuencia, esta condición acaba por interferir en los ritmos de sueño. Dentro de esta categoría podríamos encontrar alteraciones de tipo psiquiátrico como la esquizofrenia o la depresión, así como otro tipo de desórdenes menos comunes pero de relativa gravedad como el síndrome de piernas inquietas, el síndrome de apnea de sueño o diferentes tipos de parasomnias.

Por otra parte, también podemos identificar diferentes tipos de causas o factores externos y de orden ambiental que interfieren negativamente en los ritmos de sueño. Los malos hábitos de descanso o la inversión de los horarios de sueño son algunos de los más frecuentes. Además, el consumo de determinados tipos de sustancias también puede convertirse en un elemento determinante. Los estimulantes como el café que se consumen poco antes del anochecer pueden generar insomnio de conciliación. El alcohol por su parte, puede generar modificaciones con insomnio de mantenimiento o, lo que es lo mismo, despertares aleatorios y repetitivos a lo largo de la noche así como hacer el sueño superficial.

Además, también se puede producir un efecto contrario, cuando se interrumpe el consumo habitual de sustancias (tanto estimulantes como tranquilizantes) y se genera un cuadro de abstinencia que repercute de forma  más o menos intensa en los ritmos de sueño.

Insomnio: ¿Cuántos tipos existen?

En función de cuál sea el origen de la alteración y atendiendo al periodo de tiempo en que se manifiesta, podemos identificar diferentes categorías:

  • Insomnio transitorio: Su prevalencia es igual o inferior a una semana desde que se manifiesta por primera vez. Se trata de la variedad más extendida entre la población con una tasa de incidencia del 20%. En general, suele parecer como consecuencia de situaciones estresantes coyunturales o cambios sustanciales en el horario.
  • Insomnio de corta duración: Suele manifestarse en un periodo de entre 1 y 4 semanas y generalmente suele ser originado por episodios de estrés.
  • Insomnio crónico: Suele durar más de 4 semanas las causas que lo originan suelen ser de tipo médico o psíquico aunque, en algunos casos, tampoco existen causas aparentemente atribuibles.

Problema de insomnio: ¿Cuál es la mejor solución?

Una vez que comprendemos cuál es el origen y las implicaciones de este trastorno del sueño, identificar posibles soluciones o recursos paliativos se hace más sencillo. A continuación, compartimos contigo algunos consejos que te ayudarán a lograr acabar con tu problema. ¡Presta atención!

Recurre a la naturaleza

Afortunadamente, la naturaleza nos provee de una enorme variedad de elementos e ingredientes altamente efectivos para paliar alteraciones vinculadas con el sistema nervioso y los ritmos de sueño. Optar por infusiones o pastillas naturales puede marcar una gran diferencia, no sólo en la intensidad con que se manifiesta el insomnio sino, incluso, haciéndolo desaparecer para siempre.

Establece un horario estable y continuo

Uno de los principales factores de riesgo que pueden acabar por generar episodios de insomnio es la inestabilidad de nuestros horarios. Definir una hora fija para ir a dormir puede estimular la segregación de la melatonina, una hormona esencial en diferentes procesos de orden neurológico entre los que se encuentra el control del sueño.

Desconectar y renunciar a la cafeína

¿Tu rutina se ve condicionada por el estrés o debes asumir diferentes tipos de compromisos y responsabilidades cada día? Si es así, lo más recomendable es que optes por desconectar de este tipo de contextos de forma periódica. Localizar un momento del día para hacer desaparecer los problemas y aislarnos de las inquietudes pues contribuir de un modo especialmente positivo en nuestros ritmos de sueño.

Si, además, la cafeína está presente en tu día a día, lo más recomendable es que optes por eliminarla así como cualquier otro tipo de sustancia estimulante.

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