Rebeca Turmo es psicóloga en Barcelona donde atiende a través de terapia presencial y psicoterapia online, también desde Siquia. Nos cuenta cómo ayuda a sus pacientes, sus especialidades y da respuesta a algunos de los tabúes más comunes que giran en torno a la psicología. Conoce más sobre ella en esta entrevista.

Rebeca, ¿Cuáles son los problemas más frecuentes con los que te encuentras en tus pacientes? ¿Influye la crisis en la forma en la que nos sentimos? 

Pues me encuentro con que en la actualidad, el contexto en el que vivimos, propicia la aparición de trastornos de tipo ansioso, debido al estrés que nos genera un entorno que nos pide mucho, con prisa y sin pausa, de manera que éste se  convierte en nuestro mayor enemigo. También en esta época, con la inestabilidad laboral, etc. me encuentro casos de insatisfacción personal, de baja autoestima, duelos, etc.

A parte de este trastorno, también me encuentro con problemas de dinámica de pareja o de familia relacionados con la convivencia, con la adaptación a los cambios, etc.

A nivel de problemática con el estrés, la ansiedad que éste nos genera,  es básica verla como una aliada más que como una enemiga aunque parezca mentira. No deja de ser una herramienta de adaptación al medio la ansiedad, que controlada y bien enfocada, nos puede ser muy útil.  Para saber porqué aparece y cómo controlarla, trabajo en ver qué utilidad tiene para el cliente esa ansiedad, qué mecanismos hacen que se instale en el cliente sin control, de qué herramientas dispone el cliente para controlarla, etc. También es muy importante tomar consciencia de cómo nos afecta corporalmente para ayudar a controlarla, como por ejemplo, con ejercicios de respiración diafragmática.

¿Qué tipo de terapia aplicas? ¿Nos podrías describir cómo es una primera sesión?

Me enmarco en el Constructivismo dentro de la psicoterapia integradora. Esto implica principalmente que utilizo diferentes técnicas, enfoques, “gafas” a través de las que mirar el caso, siempre con el objetivo de conseguir que la terapia se adapte al paciente, y no que tenga que ser el paciente el que se adapte a mi método. Es un marco muy rico en enfoques, estrategias, herramientas que hace casi imposible que no se adapte al paciente.

En una primera sesión, a parte de una entrevista ligera con la que conocer qué le ocurre a la persona que viene a verme, realizo de forma conjunta con él el genograma, que es aquel esquema que usamos los psicólogos que nos permite situar en un contexto familiar al cliente, y donde podemos conocer qué acontecimientos vitales ha vivido el cliente durante su vida que nos ayuden a entender cómo se ha ido construyendo como persona durante su ciclo vital, además por supuesto de conocer en que situación se encuentra actualmente, porque trabajaremos siempre en el presente, en le aquí y el ahora, ya que el cambio lo queremos realizar ahora, en el momento de la demanda terapéutica.

¿Cuáles son  los pasos previos al diagnóstico?

Una buena entrevista clínica, donde quede lo más claro posible el motivo de consulta, los síntomas que presenta el cliente si existen y los detecta, objetivos de la terapia que se ha marcado, si se toma algún tipo de medicación, etc.

Una vez recogida toda esta información en la entrevista, se busca más información a través del genograma y otras herramientas psicoterapéuticas que nos den datos de los acontecimientos vitales del cliente. Algún test estandarizado  para valorar algún aspecto si veo que es muy predominante en el malestar del cliente, como puede pasar con un síntoma muy claro, y un test que es totalmente adaptable al cliente, que rellenamos y construimos juntos que contextualiza mucho la situación actual del cliente y su problemática, que es la Rejilla. Esta herramienta me ayuda a entender cómo comprende el cliente lo que le pasa, las relaciones sociales, las emociones, etc. Es muy revelador.

En ocasiones, son los propios familiares de los pacientes los primeros que se interesan en la búsqueda del profesional para ayudar a su allegado. ¿Cómo se abordan estas situaciones?

Este caso es muy típico en adolescentes que son llevados a terapia por sus padres. La primera visita se hará conjunta, y vendrá el paciente identificado con su familia o la persona que hace la demanda, y se valorará si se trata de un tipo de terapia más individual, más familiar o una combinación.

Si el paciente no quiere venir a terapia, no lo podemos obligar, y yo entiendo perfectamente que no quieran venir porque venir a terapia cuando te ocurre algo en tu vida actual que te imposibilita vivir con plenitud y seguir creciendo de forma autónoma y gratificante, pedir ayuda cuesta, hacer terapia suele ser doloroso en algún momento, trabajar por el cambio requiere esfuerzo, y hay que encontrarse en el momento en el que nos vemos con fuerza para caminar hacia el cambio, de manera que si el cliente no está convencido, no está en ese momento idóneo y no podremos hacer gran cosa. Hay que intentar estrechar un buen vínculo terapéutico con el cliente durante las primeras sesiones, adaptarnos el uno al otro y visualizarnos como equipo, si eso se consigue, la negativa a venir a terapia desaparece, y si no se consigue, el cliente tendrá que volver más adelante o buscarse otro terapeuta porque quizás yo no sea la persona adecuada. Buscar psicólogo es como  buscar la horma de tu zapato.

¿Cómo crees que ayuda la psicoterapia online al paciente?

Sí la he practicado, y considero que la psicoterapia online es muy buena opción tanto para el terapeuta como para el cliente. Con las TIC se abre un mundo de posibilidades para la terapia online, que ayudan a optimizar tiempo y recursos ya seas terapeuta o cliente. Si a la necesidad de optimizar el tiempo (evitar traslados del cliente a la consulta) y los recursos (precio más económico debido a realizar la terapia de forma virtual) le sumas que el cliente pueda presentar algún tipo de trastorno fóbico, limitación de movimiento, etc. la terapia online se convierte en la única y perfecta opción.

¿A través de qué métodos asesoras y atiendes a los pacientes que están lejos geográficamente de ti? (chat, tfno., mail, videoconferencia… Explicar cómo)

Por videoconferencia y mail preferentemente. A través de videoconferencia con Skype o a través de mail.

Inicialmente suelo realizar la primera entrevista por mail, de forma gratuita, de manera que el paciente rellena un documento que he diseñado de recogida de información y me la envía para que yo pueda empezar a dibujar la terapia y a posteriori inicio la terapia por videoconferencia: concreto la visita a una hora y a un día acordado, recibo el ingreso de la visita por paypal o tarjeta de crédito y antes de colgar la videollamada, concreto para la siguiente.

Si sólo es por mail, porque se trate de consultas más específicas o que el cliente ya tiene suficiente con este soporte, el primer paso es el mismo que en caso anterior, ya que la recogida de información siempre la realizo del mismo modo, y a posteriori, acuerdo enviar las respuestas a las consultas siguientes en un plazo de 48-72h, previo pago de éstas por las mismas vías que en el caso anterior.

 ¿Qué pautas le darías a una persona que tiene algún tipo de problema pero no sabe si acudir a un psicólogo le puede ayudar?

Uno de los grandes estigmas que tenemos los psicólogos es que la población todavía vea acudir a uno porque está loca. Creo que es muy importante que la gente vea el espacio terapéutico como un espacio de crecimiento personal, sea lo que sea lo que nos impide crecer, porque vivir implica crecer y en ocasiones, nuestras circunstancias personales nos impiden podernos desarrollar del modo que nos gustaría, y en esta tarea de cambio de concepción de la terapia, los psicólogos tenemos mucho trabajo por hacer.

El espacio terapéutico es un lugar idóneo para encontrar muchas de las respuestas a esas preguntas que nos rondan por la cabeza constantemente y que no nos dejan ni dormir ni ser felices ni  avanzar. Si hay síntomas, es el mejor lugar donde plantarles cara, mirarlos frente a frente, preguntarles porqué aparecen, entenderlos e intentar que desaparezcan. Si notamos que nos faltan herramientas para poder enfrentarnos al día a día, porque nos repetimos muchas veces “no sé porque pero no puedo con esto”, es un muy buen lugar tanto para descubrir que tenemos las herramientas pero que están empolvadas en el desván y hay que desempolvarlas, o para construir de nuevas, tomarlas prestadas y hacerlas nuestras, etc.

Creo que es básico ver que recibir ayuda de un psicólogo, no es ser ni un loco ni un cobarde, todo lo contrario, es estar muy cuerdo para darse cuenta de que algo no va  bien y no mirar para otro lado o esconder la cabeza bajo el ala y quiero que ese “algo” desaparezca, y además, ser valiente aceptando que solo no puedes y necesitas ayuda, porque no hay nada más inteligente para arreglar algo que pedir ayuda si la necesitas, ya sea cambiarle la rueda al coche que se nos ha pinchado en la carretera y no tenemos fuerza para usar el gato o eliminar los ataques de ansiedad o el insomnio.