La vocalista irlandesa Sinéad O’Connor saltó a la fama en la década de los 80, cuando apenas superaba la veintena. Su vida fue complicada desde la niñez. Fruto de un matrimonio inestable, Sinéad tuvo que irse a vivir con una madre violenta y abusiva, cuyos malos tratos marcarían para siempre la vida de la cantante.
Sinéad O’Connor: «Estoy perdida sin mi hijo y me odio a mí misma»

La cantante, que ahora tiene 55 años, nunca ha podido deshacerse de sus cargas mentales. Sus cuatro hijos, cada uno de un marido diferente, fueron una balsa en la complicada tormenta de su vida. Sin embargo, también han sido la causa de sus problemas en numerosas ocasiones.
Hace 22 años, Sinéad O’Connor trató de suicidarse tras perder la batalla por la custodia de su hija. Y hace tan solo unos días la cantante ha sido ingresada en el hospital, tras publicar en sus redes unos macabros mensajes relacionados con el suicidio de su hijo.
La muerte de su hijo, el último golpe a su salud mental
Shane, el hijo de Sinéad O’Connor que se quitó la vida a principios de enero, tenía tan solo 17 años. Pese a su juventud, el joven Shane también batallaba con su salud mental, como siempre hizo su madre.
La pesadilla comenzó tras un intento de suicidio, tras el que ingresó en un hospital. Sin embargo, Shane logró escaparse y consiguió quitarse la vida. Tras recibir la noticia de su muerte, la cantante no dudó en cargar contra la sanidad irlandesa: «Cuando esté preparada contaré cómo el Estado irlandés permitió y facilitó su muerte», escribió en un tweet, que borró poco después.
No obstante, O’Connor no solo culpa a la sanidad de la muerte de su hijo. la cantante llegó a realizar, a través de Twitter, afirmaciones como «Arruino todo lo que toco» o «Estoy perdida sin mi hijo y me odio a mí misma».
Ese mismo día la policía la llevó hasta el hospital, donde permanece ingresada ante el peligro de que intente quitarse la vida. Sin embargo, eso no la impidió afirmar que acabaría encontrándose con su hijo y que su ingreso hospitalario supondría «solo un retraso».

El duelo y la depresión: más unidos de lo que podría parecer
Aunque el dolor por la muerte de un ser querido es completamente normal e incluso sano, casos como el de Sinéad O’Connor ejemplifican perfectamente las complicaciones que pueden desencadenarse a raíz de la muerte de un familiar.
Cuando la tristeza resulta incapacitante y aparecen ideas como «desearía haberme ido con ella», es posible que nos encontremos ante una depresión. Otra de las señales de alerta la encontramos en la duración del duelo, que de manera habitual no debería superar los seis meses de duración.
En estos casos, lo mejor que se puede hacer es acudir a terapia psiscológica y ponerse en las manos de un profesional capaz de entregarnos las herramientas necesarias para gestionar la tristeza.
En Siquia somos expertos en terapia online desde el 2012. Con la ayuda de un psicólogo online podrás cuidar tu salud mental sin necesidad de salir de casa.
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