La socialización es una necesidad básica para el ser humano, somos seres sociables. Y esta imperante necesidad estuvo en peligro durante el aislamiento de la pandemia por COVID-19, llevándose consigo los encuentros personales con nuestro allegados. Pero mientras algunos vieron desplomarse sus interacciones sociales, otros aprovecharon para estrecharon el vínculo con sus mascotas.
Por fin la ciencia confirma el dicho «El perro es el mejor amigo del hombre». Un grupo de investigación de Nestlé Purina Research en Saint Louis, Missouri, descubrieron que las personas acompañadas por sus mascotas presentaban signos de depresión más bajas en comparación con el grupo de control de personas que no tienen perros.
Por lo general, las personas que viven con mascotas describen que éstas les proporcionan estabilidad emocional y afecto durante los acontecimientos angustiosos. “Percibimos a las mascotas como siempre disponibles, predecibles en sus respuestas y sin prejuicios. Además, se considera que son dependientes y se preocupan por sus dueños con un amor incondicional”, exponían los investigadores.

El objetivo de la investigación pretendía entender si los perros pueden actuar como amortiguadores emocionales contra las consecuencias negativas que acarreó la pandemia global.
Para ello realizaron una encuesta en línea, con casi 1500 encuestados, la mitad con mascota y el resto sin ella. Fueron evaluados mediante seis escalas psicométricas, incluyendo medidas de favorabilidad de las actitudes hacia las mascotas. También evaluaron la cantidad de tiempo, energía y recursos que un propietario dedica a su mascota. Los investigadores calcularon incluso el apoyo que las personas creen que reciben de sus amigos, familiares y personas próximas.
¿Qué descubrieron de las mascotas?
Después de medir los niveles de depresión, ansiedad y felicidad entre los participantes del estudio obtuvieron sorprendentes resultados.
Mientras que el 33% de los participantes informó que su salud se había visto afectada durante noviembre de 2020, el 67% dijo que sus emociones se habían visto entre algo y muy afectadas. Es decir, el doble de personas sufrieron más cambios emocionales que problemas de salud.
De la muestra, los propietarios de perros tenían puntuaciones más bajas de depresión en comparación con los que no tenían mascota. Las muestras de ansiedad de los titulares de perros también eran inferiores. Además, las puntuaciones de felicidad de las personas con mascota eran más altas que las del grupo de control.
“En conjunto, nuestros resultados sugieren que la tenencia de perros puede haber proporcionado a las personas un mayor sentido de apoyo social, lo que a su vez puede haber ayudado a amortiguar algunos de los impactos psicológicos negativos causados por la pandemia de COVID-19”, aclaran los investigadores, cuya investigación fue publicada en la revista PLOS ONE.
Existen más estudios que confirman esta última investigación. Por ejemplo, el estudio publicado en Journal of Veterinary Behaviour desveló los beneficios que las mascotas aportaron a lo largo de la pandemia. Basado en casi 1.300 respuestas a una encuesta al cabo de un mes de confinamiento, sugiere que los animales de compañía constituyen un beneficio para la salud mental, emocional y física de las personas.
«Cada vez tenemos más evidencias que los animales son un capital. Tienen una forma distinta de entender el mundo y relacionarse. Debemos hacer un esfuerzo para comprender y hacer que su calidad de vida sea mejor» comentaba Jaume Fatjó, autor del estudio.
Queda claro, que la compañía canina puede ser un buen remedio para mantener nuestra salud mental sana. Si el confinamiento te ha supuesto muchas dificultades la terapia online puede ayudarte, no dudes en pedir tu primera cita gratis.
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