El trastorno de la personalidad antisocial es un trastorno mental en el que las personas que lo padecen no son capaces de diferenciar el bien del mal e ignoran los sentimientos de los demás. Muchas personas lo relacionan con la sociopatía e incluso con la psicopatía, pero no son exactamente lo mismo.
¿Sufres trastorno de la personalidad antisocial? Descubre sus síntomas y tratamiento

Índice de contenidos
Las personas con trastorno de la personalidad antisocial tienden a ser manipuladoras y a hostigar o tratar a los demás con crueldad, ya que no sienten ningún tipo de culpa o remordimiento por hacer el mal y herirlos.
El trastorno de la personalidad antisocial se caracteriza por un patrón en la forma de actuar de aquellos que lo padecen, pues tienden a comportarse con desprecio respecto a los demás desde la infancia o la adolescencia. Además, recurren al engaño y a la manipulación sistemáticamente, dos características centrales de este trastorno.
En qué consiste el trastorno de la personalidad antisocial
El trastorno de la personalidad antisocial se inicia en la niñez o adolescencia y se caracteriza por una serie de características que lo diferencian del resto de trastornos y que pueden ayudar a su detección.
Las personas que padecen este trastorno desprecian los sentimientos, deseos e incluso los derechos de los demás. Como normal general, son personas mentirosas y que recurren con frecuencia a la manipulación para conseguir lo que quieren ya sea sexo, dinero o poder, entre otros.
La mentira reiterada es otra de las características de las personas con este tipo de personalidad, además de la impulsividad, que se manifiesta por la incapacidad que tienen para planificar y visualizar el futuro.
Esta impulsividad los lleva en muchas ocasiones a tomar decisiones precipitadas y sin ningún tipo de premeditación.

Además, las personas con trastorno de la personalidad antisocial tienden a ser agresivas, violentas e irritables (aunque no es algo que se cumpla al 100%). Pueden recurrir a la violencia física involucrándose en peleas o incluso llegando a maltratar a su pareja o a sus hijos.
Este desprecio hacia los demás puede llevarlos a comprometer la seguridad de otras personas, ya que no sienten ningún tipo de remordimiento. Esto puede traducirse en un comportamiento kamikaze por ejemplo al conducir, pues circulan a más velocidad de la permitida o conducen bajo los efectos del alcohol porque no les importa tener un accidente y que más gente salga herida.
Además, pueden realizar actividades de alto riesgo e irresponsables con consecuencias muy dañinas como consumir sustancias ilícitas o ser negligentes en el cuidado de sus hijos, exponiéndolos incluso a situaciones peligrosas.
Este elevado grado de irresponsabilidad puede manifestarse también en el ámbito laboral. Lo que los lleva a permanecer largos períodos de tiempo desempleados o al abandono de su puesto de trabajo sin un plan realista para conseguir otro. El absentismo laboral es otra de las características que suele darse en las personas con este trastorno.
Por lo que podemos afirmar que el trastorno de la personalidad antisocial es una enfermedad con graves consecuencias en la vida de quienes lo padecen, al igual que para aquellos que los rodean.
Síntomas
Los adultos que sufren un trastorno de la personalidad antisocial suelen mostrar síntomas propios de esta enfermedad antes de los 15 años. Los signos de este trastorno de conducta incluyen problemas como:
- Agresividad hacia personas o incluso animales
- Destrucción de los bienes materiales de los demás
- Tendencia a recurrir al engaño
- Pueden optar por el robo
- Violación grave y sistemática de las reglas
- Dificultad para distinguir el bien y el mal
- Recurren a engaños para explotar a otros y conseguir lo que quieren
- Suelen ser personas cínicas y con poca empatía hacia los demás
- Recurren a la manipulación para beneficio o placer propio

- Se sienten superiores a los demás, tendencia a la arrogancia
- Impulsividad, falta de planificación
- Conductas violentas y agresivas
- Toma de riesgos innecesarios y poniendo en peligro a los demás
- Relaciones abusivas
- Fallan repetidamente en el cumplimiento de sus obligaciones
Aunque el trastorno de la personalidad antisocial dura de por vida, el algunos casos, ciertos síntomas pueden disminuir con el tiempo.
Causas
La personalidad de una persona está formada por una combinación de pensamientos, emociones y conductas que hacen a cada persona única y singular.
La personalidad se forma durante la infancia y se va moldeando a medida que crecemos con tendencias heredadas y con factores externos de nuestro entorno. Es el modo en el que vemos y entendemos el mundo exterior, así como la manera en la que nos vemos a nosotros mismos.
Aunque se desconoce la causa exacta del trastorno de la personalidad antisocial, a continuación te explicamos varios factores que pueden estar involucrados en su origen.
Por un lado tenemos la herencia genética. Los genes pueden hacernos vulnerables a padecer este trastorno y las situaciones que vivimos según vamos creciendo pueden fomentar su desarrollo, así como la de su sintomatología.
Aunque por otra parte, podemos decir que durante el desarrollo del cerebro pueden presentarse una serie de cambios en la forma en la que funciona el cerebro e influir en el desarrollo de este trastorno.
Factores de riesgo
Como ya hemos comentado, se desconocen las causas exactas de la aparición de este trastorno, pero ciertos factores parecen aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad:
- Un diagnóstico del trastorno de conducta infantil
- Antecedentes familiares de trastorno de la personalidad antisocial u otros trastornos de la personalidad
- Maltrato durante la infancia
- Cuidado negligente durante la infancia
- Vida familiar inestable o incluso violenta
Prevención
Aunque no existe una fórmula mágica para prevenir la aparición de este tipo de trastornos mentales, puede ser útil tratar de identificar a aquellas personas que están en riesgo. Por ejemplo aquellos niños que muestran signos de trastornos en la conducta, para así poder tratar la enfermedad de forma temprana.
Ya hemos comentado que se cree que una conducta antisocial tiene su origen en la infancia, por lo que los padres, cuidadores principales, maestros e incluso pediatras, pueden ser capaces de detectar ciertas señales de advertencia respecto a este trastorno de la personalidad.

Cómo se diagnostica el trastorno de la personalidad antisocial
Para que una persona sea diagnosticada de trastorno de la personalidad antisocial, debe cumplir ciertos «criterios».
Lo principal es que debe haber cumplido los 18 años, es decir, alguien menor de edad no puede ser diagnosticado de este trastorno (aunque todos los indicios apunten a ello).
Además, debe haber experimentado antes de los 15 años alguno de los síntomas propios de un trastorno de conducta. Este tipo de trastorno implica una forma de actuar persitente y repetitiva en la que no se respetan los derechos y sentimientos de los demás.
Además de presentar una tendencia a un comportamiento agresivo hacia personas y animales, a la destrucción, a engaños y a la violación de las normas.
Tratamiento
Ante la aparición de cualquier tipo de trastorno o problema de salud mental debemos acudir al psicólogo y esta no es una excepción.
Si padeces un trastorno de la personalidad antisocial, no te preocupes porque con la ayuda y el acompañamiento de un profesional, todo será más sencillo.
No se trata de una enfermedad «sencilla», porque tiene graves consecuencias en la vida y en la forma de actuar y relacionarse de la persona que lo sufre.
Por esta razón, acudir a terapia se convierte en una de las soluciones para hacerle frente a este trastorno. Un psicólogo sabe cómo actuar y te dará pautas para vivir en paz.

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