Como ya sabemos, la familia es la base sobre la que se sustenta el crecimiento y el aprendizaje de todo ser humano. Desde pequeños el núcleo familiar sirve de modelo de aprendizaje en todos los aspectos de nuestra vida. Pero existen en ocasiones en las que los conflictos que se crean en casa impiden la comunicación y rompen la armonía que antes reinaba en el hogar.
La terapia psicológica ofrece un espacio seguro donde recuperar el equilibrio perdido. Entonces ¿qué es la terapia en familia?
Se trata de una modalidad de consulta terapéutica donde todos los miembros de la unidad familiar hablan libremente sobre sus opiniones y dan su visión personal sobre un conflicto o una forma determinada de ver la realidad. El objetivo final no es otro que el de lograr un punto de entendimiento común en el que todos los miembros sean capaces de ponerse en el lugar del otro, comprender sus opiniones y solucionar los problemas existentes.
¿Cuándo debo de ir a terapia familiar?
1) Cuando hay uno o varios miembros de la familia con dificultades a nivel emocional
En ocasiones uno o varios miembros de la familia está acudiendo a tratamiento psicológico y/o psiquiátrico y el resto no sabe cómo afrontar dicha situación. En estos casos pueden darse situaciones de gran conflictividad y tensión dentro del hogar. La terapia familiar ayuda acabar con los reproches y miedos que surgen pues favorece la expresión y regulación emocional y ayuda a crear relaciones más saludables entre todos.
2) Cuando la dinámica familiar es dañina.
Existen momentos vitales tales como el nacimiento de un hijo o la adolescencia de un menor que ponen a prueba los cimientos sobre los que se sustentan las familias. Las problemáticas externas a estas, tales como las enfermedades, las mudanzas o los despidos suelen generar grandes cantidades de estrés e irritabilidad. Para todos estos casos la terapia familiar es el chaleco salvavidas para la unidad familiar.
3) Cuando hay un menor que presenta síntomas
Cuando los más pequeños de la familia presentan trastornos de ansiedad, estrés, miedos, fobias, trastornos depresivos, mutismo selectivo, trastornos del vínculo, abuso sexual, etc. se suele recomendar combinar un espacio individual para el menor con un espacio familiar, pues de esta manera se conseguirá una mejoría terapéutica a largo plazo.
¿Qué se hace en una terapia familiar?
Al contrario de los que suele creerse no siempre es necesario que todos los miembros de la familia acudan a la terapia, es el psicólogo quien ha de decidir qué integrantes de la misma deben participar dependiendo de cada casuística en particular. Has de recordar que el psicólogo es un mero mediador que actuará como árbitro de los conflictos familiares, por lo que dependerá de la implicación de cada miembro la duración de la terapia y su eficacia.
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tengo un hijo de 17 años y su papa espera que actué como el, incluso lo reta a superarlo