Advertencia:

Necesito hacerlo público, hoy en día sigue siendo tabú reconocer o hacer público que nuestro hijo o hija necesita ir al psicólogo/a.

En nuestra sociedad seguimos sin aceptar ciertos mitos como falsos relacionados con los profesionales de la salud mental.

Ir al psicólogo es de locos

La culpa es nuestra, algo hemos hecho mal para que ahora tenga problemas

Después de ir al psicólogo, tendrá problemas para siempre.

Y muchos otros más, si te animas, puedes dejar tu aportación en los comentarios.

Por estos y la falta de experiencia, muchas veces ocurre que la primera consulta con el psicólogo/a se convierte en una situación muy estresante, tanto para los padres como por supuesto para los pequeños. Situación que contribuye a que el éxito del trabajo terapéutico con los niños, sea aún más difícil de conseguir.

En tus manos también está conseguir un buen trabajo terapéutico con los niños, facilitando empezar con buen pie: 

  •  Olvídate de prejuicios
  • Cómo ya sabes, igual que en otros temas de salud, la prevención es el paso más importante.
  • Por tanto, no está de más, consultar y asesorarte sobre si cierto comportamiento o conducta o la ausencia de esta, puede convertirse en un problema.

Así que no te cortes, pide información.

Yo misma ofrezco asesoramiento gratuito, sólo necesitas rellenar un breve formulario y me pongo en contacto contigo.

Si tienes claro que existe algún problema o te preocupa algún comportamiento que no consideras normal:

  • Busca a un profesional
  • Un psicólogo/a con experiencia en atención a la infancia y las familias
  • Conócelo, pregúntale tus dudas y adelante.

No todas las personas que acuden a un psicólogo o psicóloga necesariamente están “locas” o “cuerdas”, simplemente son personas tremendamente inteligentes que, ante la dificultad para solucionar un problema que les preocupa, buscan ayuda y lo hacen junto a un profesional.

Mientras esperas la cita, aquí tienes algunas recomendaciones para mejorar el trabajo terapéutico con los pequeños:

1.Háblalo con él o ella y plantéale la situación. De la misma manera que lo harías con un adulto, pero adaptando tu vocabulario a su nivel de comprensión. Intenta sincerarte, existe un problema, no estáis logrando solucionarlo y vais a buscar ayuda profesional para conseguirlo. No es ni un castigo, ni una amenaza, al contrario.

2.Explícale qué es un psicólogo/a y para que va a venir a la consulta

3.Consulta con el psicólogo/a cómo será una primera sesión

4.Durante la visita:

  • No dudéis en preguntar todo lo que os gustaría saber
  • Exponed el problema, con calma y sin prisas
  • No os asustéis si os emocionáis y lloráis. Estoy segura que la psicóloga está más que acostumbrada a estas situaciones.

5. Durante el período entre sesiones:

  • Estaría muy bien colaborar en todas aquellas tareas que la psicóloga os haya prescrito
  • Si crees que hay algo importante a comentarle en la próxima sesión, puedes anotarlo para que no se te olvide, toda esa información es tremendamente valiosa para la terapeuta.

Lo más inteligente es reconocer y ser conscientes de cuando necesitamos ayuda, lamentarse o mirar hacia otro lado sólo es una excusa más. Inevitablemente, cuando algún mal le ocurre a nuestros hijos/as nos sentimos responsables en mayor o menor medida, hay situaciones inevitables, y otras que directa o indirectamente se podrían evitar. Con la salud psicológica de nuestros hijos ocurre lo mismo, la herencia psicoanalítica que arrastramos (el inconsciente y la importancia de la etapa infantil) han contribuido a alimentar esta culpabilidad.

Pero no todo está hecho, todavía a estamos a tiempo de remediarlo, en gran parte de las ocasiones el foco del problema a resolver no está en los peques, está en el comportamiento de los padres. Situación ventajosa, ya que en muchas ocasiones sólo requiere del trabajo con ellos.

Recuerda: siempre es mucho más inteligente preguntar e informarte. ¡Nunca lo dudes!