Jaime, 35 años, un conocido abogado de la ciudad ve cómo, de repente, su mundo se hunde ante sus pies cuando es acusado injustamente de haber cometido ilegalidades en referencia a su último caso.
Tipos de crisis vitales: cómo saber si realmente estás en esa fase

Esto le supone una inhabilitación y graves consecuencias a nivel personal, incluidos problemas de pareja. Nada a partir de ese momento será como era en la vida de Jaime.
Incluso cuando dos años después se descubre que la acusación era falsa, y Jaime decide tomar medidas, ya es demasiado tarde para todos: para su matrimonio, para su hija, para su familia, para él mismo… ¿Necesita Jaime ver a un psicólogo?
Qué es una crisis vital o existencial

Pasamos por una crisis vital cuando no nos podemos enfrentar a los acontecimientos que se van sucediendo en nuestra vida con los recursos que teníamos hasta ese momento. Uno de los ejemplos más claros: el adolescente al cual ya “no le gusta” su cuerpo, una ruptura imprevista de pareja, cambio de trabajo, traslado de ciudad, muerte repentina de un familiar… En otros muchos casos las crisis vitales están vinculados a la toma de decisiones complejas, que nos hacen dudar de si hacemos lo correcto.
De cualquier manera, una crisis vital no siempre tiene relación con un divorcio, escoger una carrera, un cambio de residencia a otra ciudad o país, casarse, tener hijos o una enfermedad, como vemos habitualmente en la consulta del psicólogo.
De hecho, todo nuestro ciclo vital es discontinuo, con diferentes momentos en los que afrontamos nuevos retos, que son momentos de cambio pero, también, de oportunidad, de búsqueda de sentido para nuestra existencia.
Si conseguimos superar la crisis vital en la que nos hallamos, aprendemos algo que nos servirá para la siguiente crisis. Deberíamos ser conscientes de que, a lo largo del camino de nuestra existencia, existen crisis pequeñas, medianas y grandes. Es opción nuestra decidir si asumimos su existencia, intentamos aprender y seguir hasta la siguiente o si preferimos encariñarnos con la crisis y sentirnos desdichados por haber sufrido una crisis.
“Sólo se ha perdido cuando se ha dejado de luchar” (Toro Belisario)
¿Todas las crisis vitales son iguales? Tipos de crisis existenciales
No, según Slaikeu, una crisis vital, también conocida como crisis existencial, puede ser de varios tipos, clasificándose en:
1) Crisis del desarrollo, predecibles o esperables. Ocurren a lo largo de nuestro ciclo vital y nos producen trastornos afectivos y cognitivos.
- Crisis vitales en la infancia. Es importante que los niños tengan una adecuada socialización, tanto primaria (en la familia) como secundaria(en la escuela). Los casos de bullying o de cyberbullying son un ejemplo de crisis, al igual que el divorcio de los padres – especialmente, si esté ha sido conflictivo-la pérdida de seres queridos próximos e, incluso, el hecho de sufrir el síndrome del niño hiperregalado.
Crisis vitales en la adolescencia y juventud. Según la Unicef, el 70% de los trastornos mentales tiene su inicio antes de los 24 años. Y, según uno de los últimos estudios de la OMS realizado en centros de salud de 15 países de todo el mundo, la mayor prevalencia encontrada fue: 10’4% depresión, 7’9% trastorno de ansiedad generalizada y 2’7% dependencia a alcohol. Ante la tendencia al aislamiento proporcionada por la presencia arrolladora de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, es necesario que nuestros adolescentes tengan herramientas que les permitan relacionarse con el mundo que hay en el exterior de su pantalla de móvil, ordenador o tablet y crear una red social fuerte y sana.
- Crisis vitales en la madurez. Se considera el período más estable del ciclo vital. En esta etapa, supuestamente, el individuo ha conseguido llegar a una estabilidad personal y profesional que le permiten formar parte activa de la sociedad. Sin embargo, ante la posibilidad de que el estrés nos sobrepase es importante crearnos “islas desiertas”. Espacios de tiempo durante la semana, exclusivamente para nosotros, en que podamos hacer aquellas de nuestras actividades agradables preferidas.
- Crisis vitales en la tercera edad. Es importante aprender a afrontar la jubilación y aprovechar el nuevo tiempo libre para realizar actividades que durante etapas anteriores fuimos aplazando por falta de tiempo.
2) Crisis circunstanciales, accidentales, imprevisibles o inesperadas. Trastornos psicológicos y conductuales debidos a una pérdida – real o posible – de aspectos físicos, psicosociales y socioculturales. Así, nos referimos a:
- Separación y/o divorcio.
- Fracaso económico y pérdidas materiales.
- Muerte y pérdidas de seres queridos.
- Enfermedades físicas y psicológicas.
- Paro y adaptación a nuevo trabajo.
- Abusos sexuales y violaciones.
Estos “baches” en la vida se caracterizan por:
- Inicio repentino.
- No nos podemos anticipar a ella.
- Puede ser masiva (catástrofe que afecta a muchas personas a la vez).
- Puede provocar que la persona mejore o empeore.
¿Te sientes identificado? Te recomendamos consultes con un psicólogo que te ayude a guiar tus pasos y prevenir un agravamiento de la situación. En Siquia te ayudamos también, si lo prefieres, a través de terapia online con nuestro equipo de psicólogos online.
