Trastorno de pánico y agorafobia son dos términos que, en ocasiones, van vinculados. Al fin y al cabo son dos trastornos mentales que afectan a una gran cantidad de personas en todo el mundo.
Relación entre trastorno de pánico y agorafobia: 7 claves para superarlos

Aunque estos trastornos pueden presentar algunas similitudes, también existen algunas diferencias importantes entre ellos. En este artículo, se examinarán más de cerca estos trastornos y se discutirán algunas de las diferencias y similitudes entre ellos.
¿Qué es el trastorno de pánico?
El trastorno de pánico es un trastorno mental que se caracteriza por ataques de pánico repentinos e inesperados.
Estos ataques pueden incluir síntomas físicos como palpitaciones cardíacas, sudoración excesiva, dificultad para respirar, miedo intenso y sensación de desmayo o desvanecimiento. Las personas que padecen trastorno de pánico pueden experimentar estos ataques de pánico de manera espontánea o pueden ser desencadenados por ciertos estímulos o situaciones.
Los ataques de pánico pueden ser debilitantes y afectar significativamente la calidad de vida de las personas que los padecen. Las personas con trastorno de pánico pueden evitar ciertas situaciones o lugares debido al miedo a tener un ataque de pánico en ellos.
Esto puede limitar significativamente su capacidad para llevar una vida normal y puede afectar su trabajo, sus relaciones y su salud mental en general.

El trastorno de pánico es una enfermedad común y se estima que afecta a aproximadamente el 3,7% de la población en algún momento de su vida (según datos de la Asociación Nacional de Trastornos de Ansiedad). Aunque el trastorno de pánico puede ocurrir en cualquier edad, suele comenzar en la edad adulta temprana.
Según un estudio realizado por C. A. Sánchez-Meca y colaboradores en la Revista de Trastornos Adictivos (2017), el trastorno de pánico también puede afectar al anciano, aunque es menos común en esta población.
¿Qué es la agorafobia?
En segundo lugar, la agorafobia es un trastorno mental que se caracteriza por el miedo a situaciones o lugares desde los que pueda resultar difícil escapar o en los que pueda sentirse atrapado.
Estos lugares o situaciones pueden incluir lugares públicos como centros comerciales o estaciones de tren, o situaciones como viajar en autobús o en avión.
Las personas con agorafobia pueden experimentar miedo intenso y ansiedad al estar en estos lugares o situaciones, y pueden evitar estos lugares o situaciones debido a este miedo y ansiedad.
La agorafobia puede limitar significativamente la capacidad de una persona para llevar una vida normal y puede afectar su trabajo, sus relaciones y su salud mental en general.
Según un estudio realizado por A. M. de la Vega y colaboradores en la Revista de Trastornos de ansiedad y Estrés (2018), la agorafobia es un trastorno relativamente común, afectando a aproximadamente el 3,3% de la población en algún momento de su vida.
Aunque la agorafobia puede ocurrir en cualquier edad, suele comenzar en la edad adulta temprana y es más común en mujeres.
Es importante tener en cuenta que la agorafobia a menudo se desarrolla después de un ataque de pánico. Las personas con trastorno de pánico pueden temer tener otro ataque de pánico en determinados lugares o situaciones, y esto puede llevar a la aparición de agorafobia.
Ponte en manos de un experto
Si sospechas que puedes tener trastorno de pánico o agorafobia, es importante que te pongas en manos de un experto. Los profesionales de la salud mental, como psiquiatras y psicólogos, pueden ayudarte a diagnosticar y tratar estos trastornos. Además, pueden proporcionarte herramientas y estrategias para manejar los síntomas y mejorar tu calidad de vida.
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Pedir citaTratamientos para el trastorno de pánico y la agorafobia
Hay varias opciones de tratamiento disponibles para el trastorno de pánico y la agorafobia. Estos tratamientos pueden incluir terapia cognitivo-conductual (TCC), terapia de exposición y prevención de respuesta (TEP) y medicamentos como antidepresivos y ansiolíticos. Es importante trabajar con un profesional de la salud mental para determinar el tratamiento más adecuado para ti.
Síntomas del trastorno de pánico
Los síntomas del trastorno de pánico incluyen ataques de pánico repentinos e inesperados, que pueden incluir síntomas físicos como palpitaciones cardíacas, sudoración excesiva, dificultad para respirar, miedo intenso y sensación de desmayo o desvanecimiento.
Según la Asociación Nacional de Trastornos de ansiedad, los síntomas físicos de un ataque de pánico pueden ser similares a los síntomas de un ataque al corazón, lo que puede llevar a la preocupación y el miedo de las personas con trastorno de pánico de que algo grave les suceda.
Además de los síntomas físicos, las personas con trastorno de pánico también pueden experimentar síntomas mentales y emocionales durante un ataque de pánico.

Estos síntomas pueden incluir miedo intenso, sensación de pérdida de control, pensamientos obsesivos y preocupación excesiva. Las personas con trastorno de pánico también pueden experimentar síntomas de ansiedad entre ataques de pánico, como dificultad para conciliar el sueño y cansancio.
Los síntomas del trastorno de pánico pueden variar en intensidad y duración de una persona a otra. Algunas personas pueden experimentar ataques de pánico leves y esporádicos, mientras que otras pueden experimentar ataques de pánico más intensos y frecuentes.
Síntomas de la agorafobia
Por su parte, los síntomas de la agorafobia incluyen miedo intenso y ansiedad al estar en lugares o situaciones desde los que pueda resultar difícil escapar o en los que pueda sentirse atrapado.
Estos lugares o situaciones pueden incluir lugares públicos como centros comerciales o estaciones de tren, o situaciones como viajar en autobús o en avión. Las personas con agorafobia pueden evitar estos lugares o situaciones debido al miedo y la ansiedad que sienten al estar en ellos.
Además de evitar estos lugares o situaciones, las personas con agorafobia también pueden experimentar síntomas físicos y mentales durante las situaciones que temen.
Estos síntomas pueden incluir palpitaciones cardíacas, sudoración excesiva, dificultad para respirar, miedo intenso y sensación de pérdida de control.
Las personas con agorafobia también pueden experimentar síntomas de ansiedad entre las situaciones que temen, como preocupación excesiva y dificultad para conciliar el sueño.
Es importante tener en cuenta que la agorafobia no siempre incluye ataques de pánico. Aunque la agorafobia a menudo se desarrolla después de un ataque de pánico, las personas con agorafobia pueden experimentar miedo y ansiedad en situaciones que temen sin tener un ataque de pánico.

Diferencias entre el trastorno de pánico y la agorafobia
Aunque el trastorno de pánico y la agorafobia pueden presentar algunas similitudes, también existen algunas diferencias importantes entre ellos.
El trastorno de pánico se caracteriza por ataques de pánico repentinos e inesperados, mientras que la agorafobia se caracteriza por el miedo a lugares o situaciones desde los que pueda resultar difícil escapar o en los que pueda sentirse atrapado.
Además, el trastorno de pánico puede ocurrir sin la presencia de agorafobia, mientras que la agorafobia generalmente se desarrolla después de un ataque de pánico.
Conclusiones
En conclusión, el trastorno de pánico y la agorafobia son trastornos mentales que pueden afectar significativamente la calidad de vida de las personas que los padecen. Aunque estos trastornos pueden presentar algunas similitudes, también existen algunas diferencias importantes entre ellos. Si sospechas que puedes tener trastorno de pánico o agorafobia, es importante que te pongas en manos de un experto para obtener el tratamiento adecuado y mejorar tu calidad de vida.