
Diagnosticar una eyaculación precoz no es tan fácil como decir «el paciente eyacula antes de lo que debería». Ya lo comenté en un artículo anterior, en el que hablaba sobre la sobrevaloración de la penetración, pero es importante que quede claro: un eyaculador precoz no es aquél que eyacula a los dos minutos de iniciar una penetración; un eyaculador precoz es aquél que no puede controlar su eyaculación y eyacula antes de lo que le gustaría.
En otras palabras, y como decía en aquel artículo, no importa tanto el tiempo que se aguante antes de eyacular como la sensación de control que tenga el hombre en cada caso.
Para diagnosticar una eyaculación precoz lo mejor es acudir a dos profesionales diferentes: al urólogo o andrólogo y al sexólogo.
Causas orgánicas de la eyaculación precoz
El urólogo o andrólogo puede determinar si la causa de la eyaculación precoz es una alteración de tipo orgánico o médico. Por lo general, este tipo de causas suelen estar detrás de las eyaculaciones precoces que se adquieren en un momento dado de la vida. Es decir, aquellos hombres que siempre habían tenido buenas eyaculaciones y a partir de un momento concreto empiezan a no poder controlarlas. Aunque en el caso de hombres que nunca las hayan podido controlar es interesante también que se descarten estas causas orgánicas.
Las causas orgánicas más comunes detrás de la eyaculación precoz suelen ser:
- Una infección de la uretra posterior o de la próstata. Lo que se conoce habitualmente como una prostatitis. La eyaculación cuando se sufre esta patología suele ir acompañada de dolor, por lo que normalmente se suele acudir directamente al urólogo para realizar el tratamiento adecuado. Esta inflamación de la próstata puede afectar al reflejo eyaculatorio y, por lo tanto afectar al tiempo de eyaculación.
- Alteraciones vasculares. El proceso de erección y eyaculación está mediado, entre otras cosas, por venas y arterias que regluan la entrada de flujo sanguíneo al pene. Si hay una alteración en las condiciones de las venas o las arterias se puede provocar una alteración en la erección, y en algunas ocasiones también en la eyaculación.
- Desequilibrios hormonales. Si por alguna razón hay un desequilibrio hormonal a causa del estrés, la mala alimentación, la falta de ejercicio o alguna patología concreta, la eyaculación puede verse afectada.
- Fármacos o consumo de sustancias. Algunos fármacos pueden afectar al reflejo eyaculatorio, así como algunas drogas de uso recreativo.
El urólogo o el andrólogo harán una correcta valoración de todos estos componentes para determinar si alguno de ellos está afectando a la capacidad de control de la eyaculación.
A pesar de que se determine una causa orgánica para la eyaculación precoz, es importante que se tenga en cuenta que el mantenimiento del problema suele estar determinado por causas psicológicas, por lo que es siempre recompendable que se siga un proceso terapéutico paralelo al médico.
Causas físicas de la eyaculación precoz
Cualquier problema en la eyaculación o en la erección debería ser evaluado siempre por un experto en fisioterapia de suelo pélvico.
El reflejo eyaculatorio está mediado por los músculos del suelo pélvico masculino. En el momento del orgasmo y de la eyaculación, el denominado músculo pucocoxígeo realiza una serie de contracciones muy rápidas (hasta 8 por segundo) que desencadenan la eyaculación.
Una vez se ha producido la eyaculación estos músculos se relajarán permitiendo que la sangre vuelva a circular y la erección baje.
Si hay algún tipo de problema físico en los músculos implicados en la eyaculación o la erección puede darse un problema de eyaculación precoz.
Causas psicológicas de la eyaculación precoz
La eyaculación precoz puede ser debida a causas psicológicas, de hecho la gran mayoría de casos de eyaculación precoz tienen como base algo que no es orgánico ni físico. Además, se ha comprobado que en prácticamente todos los casos de eyaculación precoz con base orgánica o física, hay un componente psicológico detrás que está perpetuando la situación.
La sexualidad, en general, está muy vinculada a la psicología, a lo que pensamos y a lo que sentimos, pero también a lo que hemos aprendido, a lo que nos han enseñado. Es por ello por lo que las causas psicológicas pueden ser muchas y muy distintas en cada hombre.
Podemos resumir las más habituales en estas:
- Mitos sobre las relaciones sexuales. «El hombre tiene que aguantar mucho para ser considerado un buen amante», y otros mitos similares que todavía están muy presentes en nuestra sociedad someten al hombre a una gran presión para rendir al máximo.
- Responsabilidad sexual. Ligado a los mitos, el hombre a menudo se siente responsable no sólo de disfrutar él mismo, sino de hacer que su pareja también disfrute.
- Malas costumbres sexuales. Asociar el sexo al coito, masturbarse siempre con prisas o practicar siempre la marcha atrás como método anticonceptivo, pueden ser costumbres que pueden afectar directamente a la capacidad del hombre para controlar su eyaculación.
- Situaciones personales complicadas. La eyaculación precoz puede iniciarse o mantenerse en una época de alto estrés o de malestar con uno mismo, o de preocupaciones laborales o personales de cualquier índole. Como decía antes, la sexualidad está íntimamente ligada con las emociones y los sentimientos.
- Problemas de pareja. El malestar con la pareja puede provocar, también, alteraciones en el control de la eyaculación.
En definitiva, cualquier elemento que afecte a nivel psicológico y que provoque un cierto grado de ansiedad puede estar contribuyendo a la eyaculación precoz.
Tratamiento de la eyaculación precoz
El tratamiento de la eyaculación precoz , cuando está bien orquestado por todos los profesionales implicados, es muy eficiente y permite la solución en un corto plazo de tiempo.
Para ello sería muy recomendable que se cumplieran las siguientes condiciones, además de otras que dependerán de cada caso:
- Una buena valoración física y orgánica: exámenes médicos, hematológicos y fisioterapéuticos para afinar al máximo el tratamiento.
- Una buena disposición por parte del paciente: si el paciente no pone de su parte será imposible que el tratamiento tenga éxito.
- Una adecuada asistencia profesional: es importante acudir a profesionales especializados en el tema para asegurarnos de que el tratamiento será el más adecuado a cada caso.
Tratamiento con medicación
Hace algún tiempo se determinó que entre los efectos secundarios de algunos antidepresivos, había uno que no era para nada incómodo para los hombres que lo experimentaban: un retraso en la eyaculación.
A partir de ese hallazgo fueron muchos los psiquiatras que recetaban antidepresivos a hombres no deprimidos pero que presentaban un cuadro de eyaculación precoz. Esta práctica distaba mucho de convencer a la mayoría de psiquiatras y médicos que la empleaban, puesto que los antidepresivos producían una serie de efectos secundarios en el hombre no deprimido que no eran nada deseables.
Así pues, las farmacéuticas, intuyendo el filón detrás del tema, se dedicaron mucho tiempo a investigar sobre los antidepresivos y sobre cómo podían minimizar los efectos secundarios indeseables y maximizar el efecto de retraso en la eyaculación.
No hace demasiado tiempo salió al mercado la primera medicación especialmente diseñada para tratar la eyaculación precoz: la dapoxetina. Con el nombre comercial de Priligy, este fármaco es, hoy en día, el fármaco de elección para tratar este problema.
El fármaco debe ser tomado unas 2 o 3 horas antes de la relación sexual prevista, para poder beneficiarse de los efectos en el retraso de la eyaculación. Su administración debe estar siempre supervisada por un médico que vaya realizando los controles de efectos secundarios adecuados.
En todo caso, como apuntaba anteriormente, es importante que, además de tomar el fármaco, el hombre acuda a la consulta de un buen sexólogo ya que, aunque la medicación es adecuada para intervenir, el paciente no aprende a controlar la eyaculación por sí mismo, y es esperable que en el momento de retirar la medicación, el problema reaparezca.
Tratamiento con fisioterapia de suelo pélvico
El tratamiento con fisioterapia de suelo pélvico es importante en la eyaculación precoz, pero sobretodo no debería dejarse de lado la posibilidad de que se hiciera una buena valoración por parte de un profesional cualificado.
La eyaculación precoz se produce entre otras cosas por una falta de control en los músculos pelvianos, como hemos dicho antes. Una adecuada valoración del estado de la musculatura nos puede dar indicaciones de hacia dónde debemos dirigir la terapia. En caso de que se detecte, por parte del fisioterapeuta de suelo pélvico, un problema en estos músculos se recomendarán algunos ejercicios específicos para que el paciente pueda trabajar en casa de forma complementaria al resto del tratamiento.
Tratamiento con terapia sexual
La terapia sexual es el elemento clave del tratamiento de la eyaculación precoz. Mediante el tratamiento sexológico se persiguen los siguientes objetivos:
- Reeducar la sensibilidad del cuerpo y, en concreto, de la zona pélvica.
- Rebajar los niveles de ansiedad asociados a la eyaculación y las relaciones sexuales.
- Favorecer el aprendizaje de estrategias de control que aumenten la seguridad en las relaciones.
- Clarificar los mitos relacionados con las relaciones sexuales y la sexualidad.
El tratamiento sexológico de la eyaculación precoz ha demostrado tener una gran eficacia en relativamente pocas sesiones (en muchos casos se puede solucionar en menos de 10 sesiones, siempre que se haga una buena intervención y el paciente se implique en el tratamiento).
Es importante, por lo tanto, escoger a un buen profesional, especializado en estos temas, para que nos pueda hacer un buen diagnóstico y una buena orientación terapéutica que incluya todas las posibilidades.
Como en todos los tratamientos sexológicos, el tipo de tratamiento se adaptará a cada caso en concreto, en función de las necesidades que tenga el hombre que lo demande.