Quizás debido a la legalidad del consumo de alcohol, nuestra visión sobre sus consecuencias está un poco desastada y se nos hace difícil aceptar la verdadera peligrosidad de su abuso…

Aunque es cierto que cada vez hay más información sobre lo perjudicial que puede resultar el alcohol para nuestra salud, es evidente que el mensaje aún no ha calado con la fuerza precisa en nuestra sociedad. El consumo de alcohol se adelanta a edades cada vez más tempranas, y esto trae como consecuencia un mayor número de personas con problemas de abuso y que, dichos problemas, sean cada vez más graves y persistentes en el tiempo.

encefalopatiaExiste mucha literatura con respecto a las consecuencias físicas y psicológicas que puede acarrear el consumo excesivo, y una de ellas es la Encefalopatía de Wernicke-Korsakoff de la que hoy hablamos.

Esta alteración podría enmarcarse dentro de lo que conocemos como un Trastorno Amnésico Permanente inducido por sustancias. Se caracteriza por la presentación de dos síndromes: uno más agudo (encefalopatía de Wernicke) y el síndrome amnésico en sí, al que denominamos síndrome de Korsakoff.

Ambas manifestaciones tienen lugar fundamentalmente por un consumo excesivo y prolongado de alcohol, con la consiguiente deficiencia nutricional asociada. Aunque es, quizás, poco conocido, esta encefalopatía se presenta en el 10% de las personas con problemas de adicción o abuso de alcohol y suele ser la consecuencia de la acumulación del daño cerebral sufrido por la cronificación del hábito. Los síntomas de este síndrome «doble» son fundamentalmente:

  • Alteración de la memoria explícita. Las personas afectadas con esta problemática tienen dificultades a la hora de «fijar» recuerdos y se evocan peor los acontecimientos cercanos en el tiempo que aquellos más lejanos.
  • Confabulaciones y falsos reconocimientos. Suelen ser confabulaciones poco alejadas de la realidad y que pueden resultar fáciles de creer, pero una una fase más grave pueden pasar a ser fantásticas y desmedidas.
  • Anosognosia. O lo que es lo mismo, carecen de conciencia de enfermedad, por lo que en ocasiones ante confrontaciones pueden darse manifestaciones agresivas y/o violentas.
  • Daño cerebral. En los núcleos dorsomedial y central del tálamo, en el hipocampo, cuerpos mamilares y amígdala.
  • Alteración de la función ejecutiva. Se dan respuestas poco elaboradas y prematuras, hay dificultades en la resolución de problemas y el plano emocional es reducido a respuestas superficiales y pobres.

Es importante que a la hora de evaluar estos problemas en personas mayores, sepamos discernir estos síntomas de los característicos de la enfermedad de Alzheimer.

Poner las adicciones en manos de profesionales que puedan ayudarnos a superarlas, es un paso clave que nos permitirá prevenir esta y otras problemáticas relacionadas. Si piensas que es el momento de acabar con esta situación, desde Siquia estaremos preparados para acompañarte en el proceso.