Whatsapps y educación. ¿Cómo llevas los mensajes entre padres y madres del cole?

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Hace unos días César de 10 años me decía, al final de su sesión de psicoterapia semanal, que se le había olvidado apuntar los deberes en la agenda. “Cuando llegue a casa se los pediré a un compañero por WhatsApp”, me dijo.

Al margen de si un niño de 10 años debe tener smartphone y whatsApp, la otra duda que me surge es: ¿es beneficioso el tiempo que se dedica a preguntar a través del WhatsApp? Y ¿qué hay sobre los grupos de padres y madres? ¿hacen un buen uso del WhatsApp? Vamos a intentar contestar estas preguntas.

Necesito el grupo de WhatsApp para pedir los deberes

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¿De verdad necesitan los niños el servicio de mensajería para consultar sobre los deberes? Quizá se trata de una simple cuestión de atención. Los profesores suelen apuntar los deberes en un extremo de la pizarra o, en los niveles superiores, los repiten en alto al final de la clase.

En ese momento se pueden trasladar las dudas al profesor o hacerlo al acabar en el pasillo con los amigos. Pero ¿por qué llegar a depender del móvil para estos asuntos?

Según los resultados de las encuestas del Observatorio Nacional de Telecomunicaciones  y de la  Sociedad de la Información (ONTSI), en España el índice de penetración del móvil supera el 115%. Es decir, hay más líneas de móvil que número de habitantes. Además, más del 80% de los niños de 12 años disponen de teléfono móvil mientras que a los 17 años la cifra es, prácticamente, del 100%.

Asimismo, son los padres o familiares próximos quienes regalan el primer móvil. Uno de los elementos clave en dicha precocidad es, precisamente, el paso de la educación primaria en el colegio a la ESO en el instituto. Los padres tienen la sensación de que, gracias al móvil, sus hijos están más controlados mientras que a estos les da más sensación de independencia. Sin embargo, hay diversas razones para limitar a estas edades el uso del móvil:

  • El smartphone y muchas aplicaciones fascinan al preadolescente y adolescente, favoreciendo el abuso y la dependencia del dispositivo móvil.
  • El uso excesivo del móvil disminuye el rendimiento escolar, la atención y se convierte en un claro elemento de de distracción.
  • Aísla socialmente al niño puesto que se “comunica” con sus compañeros sólo a través de una pantalla. Esta puede ser una estrategia evasiva útil, a corto plazo, pero perjudicial a medio y largo plazo especialmente para niños tímidos, vergonzosos o con trastornos como ansiedad. Por ello mismo, puede frenar el aprendizaje natural de habilidades de socialización que se dan en la vida real.
  • El abuso del móvil puede producir conflictos familiares.
  • El uso del móvil reduce el tiempo destinado a ejercicio físico y a otras actividades . Incluso los trabajos “ en grupo” se terminan realizando de forma individual, usando el WhatsApp para comentarse las dudas y sólo viéndose, en el mejor de los casos, para reunir todas “las piezas”.

Para qué sirven los grupos de WhatsApp de padres y madres

En la inmensa mayoría de los colegios, en cada curso, padres y madres crean sus propios grupos de WhatsApp. A priori, su finalidad  es la de servir como canal de comunicación rápido y ágil para estar informados sobre las novedades y los imprevistos que puedan surgir a lo largo del curso.

En la práctica, muchas veces, se hace un uso inapropiado de la app y es entonces cuando ocurre el riesgo de conflictos entre familias, malos entendidos, malos rollos,… Los principales perjudicados acaban siendo, cómo no, los hijos.

Cuáles son las situaciones que más se repiten en los grupos de WhatsApp de padres

  • Cientos de mensajes sobre temas poco relevantes. Y no es una exageración. Un padre o una madre puede abrir el grupo de WhatsApp del colegio y hallarse con 200-400 mensajes sobre algo que, directamente no le afecta. Pongamos un ejemplo: mi hija cree que ha perdido el estuche en clase ¿alguien lo ha visto?. Respuestas: No. Yo tampoco. Mi hijo también lo perdió la semana pasada y no se ha vuelto a saber nada más. ¿ No lo habrá cogido alguien? Seguro que aparecerá. Que pregunte al profesor. Habla con el conserje…
  • Información privada sobre otros alumnos, familias o terceras personas. A través de estos grupos se difunde información confidencial acerca de otras personas, presentes o ausentes en el grupo,  sin su consentimiento. Desde afirmar que «cuidado con A porque tiene piojos y los va a contagiar a toda la clase» hasta facilitar el correo o la dirección de una determinada familia del  hijo de la cual “toda la clase se queja por su mal comportamiento” – aunque está no sea la manera ni el canal adecuado para mostrar la queja. Se dan casos de compartir fotos de un menor que hizo una travesura al grupo-aula y al cual, enseguida, le ponemos la etiqueta de “seguramente tendrá un trastorno de conducta”. Estas y otras cosas parecidas se deberían evitar por el bien de todos y, especialmente, de los niños.

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  • Arremeter contra profesores o el propio colegio. Uno de los usos frecuentes de estos grupos es poner en común quejas, acusaciones, reclamaciones o juicios acerca de profesores o del propio colegio. No hay nada malo en ello puesto que todo el mundo tiene derecho a expresarse, siempre y cuando entienda que su libertad acaba donde empieza la libertad del otro y el necesario derecho al respeto mutuo. Acaba produciendo situaciones que suelen sentar mal al grupo cuando aparece el clásico mensaje de “X ha abandonado el grupo” y, sobretodo, si este mensaje es reiterado.
  • La comunicación es asíncrona. Un miembro del grupo puede enviar un mensaje con la mejor de sus voluntades. Pero si lo hace en un momento personal, sus emociones interfieren a la hora de escribir, de manera que no siempre se transmite aquello que se quería decir. El mensaje puede resultar poco acertado y herir o molestar al grupo. Volvemos a los malos entendidos y malos rollos, tan comunes a través del WhatsApp.

Pautas para que los grupos de WhatsApp de padres sean más provechosas

  • A pesar de que la RGPD lo prohíbe, no se deberían añadir nuevos padres (entendidos como padres y/o madres) sin consulta previa. Debemos tener en cuenta que al hacerlo añadimos sus datos personales. Respetemos: quien quiera estar en el grupo es libre para manifestarlo pero no obliguemos a quien no quiere estar.
  • No añadir a cuidadores, “canguros”, profesores particulares o terceras personas que participan de forma temporal en la vida de tu hijo. Sus datos sensibles y probablemente nunca tendrá ningún tipo de relación en cuanto deje de trabajar para vosotros.
  • Utiliza la netiqueta (o etiqueta net).  Establece las normas de uso y convivencia en las redes sociales, como son: no digas nada por escrito a una persona que no le dirías si la tuvieras enfrente, no utilices mayúsculas (al leer, equivale a gritar), respeta los horarios de descanso y no envíes mensajes en horas en que a ti no te gustaría recibirlos.
  • No critiques, menosprecies o insultes la profesionalidad de los docentes. De hecho, ellos pasan más horas con vuestro hijo que vosotros mismos. Por este motivo se convierten en personas de referencia para ellos. Si haces cualquiera de las acciones anteriores, produces una pérdida de su autoridad en clase y de su trabajo que repercutirá en la educación de tus hijos.
  • No usar el grupo para criticar a otros alumnos, padres o madres. Somos responsables de todo aquello que decimos en la red. Tenemos que ser respetuosos, teniendo en cuenta que este no es el canal adecuado ni para formular quejas, ni para criticar ni para intentar solucionar. Para cualquiera de estos puntos u otros, existen los canales y las vías adecuados.
  • Entender qué es y para qué sirve este grupo, escribiendo sólo lo necesario. Es un grupo con mucha gente, muy diferente y es importante “ir al grano”. Estos grupos no se deben usar para subir determinados tipos de vídeos o hacer algunos chistes. Seguro que hay gente a quien le gusta pasarlo bien con estos contenidos pero, en este caso, deberían abrir un subgrupo únicamente destinado a ello con las personas que lo deseen. De la misma manera, evita hablar sobre la organización de un cumpleaños. Quizás quien cumple no ha invitado a toda la clase y puede ser usado como un gesto de diferenciación, conflicto o polémica.
  • Evita entrar en polémica. Piensa que cualquier cosa que se diga a través del WhatsApp puede ser malinterpretad. Relee el mensaje varias veces antes de enviarlo. De la misma manera, si te hallas alterado por la propia polémica, callar es ganar.
  • El silencio no es un gesto de menosprecio o una falta de respeto. Debemos comprender que hay personas que trabajan muchas horas o a turnos y que no revisan de forma constante el WhatsApp por si alguien ha perdido un cuaderno, alguien ha encontrado un chandal u otro le apetece ir al parque. No debemos molestarnos ni ofendernos.
  • No hagas uso de la ironía en estos grupos. Recuerda que es una comunicación asíncrona, no verbal. El hecho de no ver al emisor ni oír su voz, hace que las ironías suenen “bordes”, maleducadas cuando no era la intención.
  • Usa emoticonos para dar esta información no verbal que le falta al mensaje.
  • No difundas fotos de niños hijos en los grupos. Nunca sabes si todos los miembros están de acuerdo en que se compartan imágenes, aunque sean grupales.

El WhatsApp no debe servir a tu hijo para evadir sus responsabilidades. Enséñale a anotar las instrucciones del profesor y a resolver todas las dudas en el propio colegio, sin necesitar el móvil para ello

  • No utilices el grupo como si fuera la agenda de tu hijo. Tu hijo debe adquirir la responsabilidad de apuntar los deberes cada día, tal y como he dicho al principio. De esta manera aprenderá que, también, los olvidos son su responsabilidad y debe gestionarlos adecuadamente o afrontarlos delante del profesor. Sólo así, educaremos personas responsables de sus actos, siendo conscientes de que la educación en valores, se realiza en casa.

¿Tienen alguna ventaja los grupos de WhatsApp de padres?

Obviamente. No todo son inconvenientes ni limitaciones. Se debe reconocer que estos grupos tienen algunas ventajas entre las que sobresalen:

  • WhatsApp es una manera más fácil, rápida, barata e intuitiva de transmitir la información y novedades desde el centro educativo hasta los padres.
  • Permite a los padres comunicarse entre sí, en caso de pérdida de objetos escolares o material educativo, y es una forma más rápida y fácil de encontrarlo, a pesar de las limitaciones anteriores sobre este punto.
  • Permite que se puedan resolver dudas sobre la organización de una excursión, el día en que se realiza una reunión del AMPA, o cualquier actividad propia de la vida escolar.
  • Si se hace un buen uso de las nuevas tecnologías, estos grupos nos pueden servir como un medio común para usar por todos los padres de compañeros de un mismo curso en momentos en que sea necesario.

Si se abusa, como en todo, llegará un momento en que los padres no querrán formar parte de este grupo ni de otros.

Imagen de Maria Dolors Mas
Sobre Maria Dolors Mas Nº Colegiada 17222 con 15 años de experiencia. Especialista en ansiedad, depresión y toda lo relacionado con salud mental de niños y adolescentes.
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